El conducir a diario
es un trajín que hacemos de forma tan
habitual que no entraña nada de particular cuando los trayectos son cortos
y por la ciudad ó entre ciudades
cercanas a las que podríamos ir con los ojos vendados. Cuando hacemos este
menester da igual que vayamos solos o acompañados porque al ser rutina se
conduce de forma inconsciente y a todos nos sucede que cuando llegamos al
destino prefijado, casi siempre nos hacemos la misma pregunta…¿ como he llegado
hasta aquí conduciendo…? Y es que por mucho que se piense no sabemos como se
puede conducir sin pensar en lo que se
hace y aunque es un misterio… vuelvo a
decir que lo rutinario se vuelve inconsciente y la duda de nuestro interior es
que podriamos hacernos daño y lo que es peor
hasta se podría quitar la vida a inocentes transeúntes.
Esta mañana temprano he salido sólo con mi conche desde
Sevilla y como esos miedos de conducir
en la inconsciencia me asaltan con
frecuencia, nada más poner los piés dentro del coche pensé que hoy tenía que
ser distinto y que debía saborear el viaje, compartirlo con mis pensamientos,
oir música y a la vez darme cuenta de
todo lo que acontecia a mi alrededor para evitar el posible accidente propio o
ajeno.
Las canciones de Carlos Cano, Mariadolores Pradera, Niña
Pastori, José Mercé, Miguel Poveda, Alejandro Sanz , Joaquín Sabina y algunos
más , me han hecho ser otro, soñar con lo inalcanzable y vivir la propia historia que mi
interior como la de cualquier otra persona
, te va dictando al oir esas creaciones perfectas y bien concordadas de
voces e instrumentos musicales.
Todo eso es el escenario del interior en mi coche, pero a
pesar de todo, he podido dividirme en tres o cuatro personas a la vez y he sabido a la perfección hacer los
adelantos y al mirar el retrovisor, la lucidez de mi pasión por hacerlo
bien, me permitia esperar a que pasase con seguridad el coche
trasero y verlo alejarse con rapidez
hacia el infinito del asfalto de la autopista o autovia. He visto las señales
indicativas de “ atención obras” en bastantes tramos de mi itinerario con los
pivotes rojos dejando solamente un carril por donde íbamos y hasta he observado como los obreros desbrozaban las
adelfas y tiraban las varas cuajadas de flores rojas y blancas que caían encima de
la raya blanca del filo. Hasta he oído el ruido de una pequeño compresor que
manipulaba un obrero con mono azul y gorra amarilla,,,,,,,,, al finalizar las indicaciones y pivotes de obras, allí
estaba el letrero indicador…”JEREZ
NORTE” A 1000 METROS………
Atrás habian quedado Dos hermanas, Los Palacios, El Fantasma
y parte de mis sueños, esos que no se pueden contar a nadie porque nadie te
comprendería ya que nuestro mundo interior nos pertenece y se irá con nosotros
a otra parte sin ser contado.
Poco mas… y el desvio de Jerez Sur-Algeciras, me hace
enfilarlo detrás de unos camiones que ya
no podía adelantar debido a la proximidad del cruce de Medina y ante los
cuidados del tráfico arrojo lastre de mis pensamientos y me concentro en hacer
mi trabajo de conducir a la perfección, sabiendo que ha merecido la pena ir
detrás de los camiones un poco mas lento y que
al coger la autovía Jerez-Algeciras
los he adelantado para seguir “enfrascado” en mis dudas y en lo que he dejado aparcado la noche
anterior ( redes sociales, amigos y lo que yo creia una gran amistad, tambien
perdida ).
El panorama de paisaje pronto se hace distinto pasada la zona que da acceso a la costa
de San Fernando, Chiclana y es que de
pronto va apareciendo nuestro Parque Natural de Los Alcornocales y en la parte
de Alcalá de Los Gazules, Benalub y Los Barrios es que tuve que aminorar la
marcha y bajar los cristales de mi puerta para llenarme del sabor de nuestros
montes, para impregnar el habitáculo de mi Peugeot y recrear mi vista en el espacio
inconmensurable de millones de Alcornoques con los reflejos del Astro Rey en
sus copas cuajadas de hojas.
Llegar a la zona de La Polvorilla y Los Barrios , es sentir
la cercanía del mar y la gran urbe de Algeciras donde todo es movimiento rápido
de coches,zonas comerciales y aquí cuelvo a conducir como explicaba al
principio, es decir con la rutina a cuestas y en la inconsciencia otra vez pero
con la certeza de que esta vez lo hice bien y no he puesto en peligro ni mi
vida ni la de los demás, habiendo soñado y disfrutado de lo que ha sido mi
viaje desde Sevilla a Torreguadiaro.
Solamente me haría más feliz que alguien me llame o me envie
un mensaje para pasear o tomar un
cafelito y hablar de sentimientos,
amistad y realidades terrenales……..
Currini
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