No hay un mes que mejor siente a esta ciudad que mayo. Los días y las horas parecen suspendidas de mañanas frescas, tardes largas, noches apacibles y aromas únicos. Además, celebra sus fiestas principales.
Mayo es el mes que fijará en rojo el calendario de Córdoba. No hay 31 días que cobren tanto significado para una ciudad. Sus vecinos (y sus invitados) se sienten protagonistas de un tiempo primaveral donde todo reverdece. Tomen nota porque no hay día del mes donde Córdoba sienta el aburrimiento. Desde hace 29 años la ciudad acoge esta cita con los caldos de la tierra, un escaparate en el que se dan a conocer las últimas novedades de la Denominación de Origen Montilla-Moriles. Se crían en barricas de roble bajo una densa capa de levadura. Más de 25 bodegas han participado este año, acompañando los vinos de tapas típicas.
Sin apenas descanso, el Festival de los Patios, comenzó el 04 de mayo hasta el 17. Es la segunda eclosión festiva en donde la hospitalidad se hace estética. Los dueños de las casas con patios, cuajados hasta lo imposible de flores, macetas, pozos y cal, los abren para que el visitante disfrute con las casas típicas cordobesas, enclavadas en los barrios más añejos, como San Agustín, San Lorenzo, la Judería o San Basilio. Junto a los Patios, en las calles y plazas cercanas, el Ayuntamiento organiza festivales y espectáculos flamencos.
Pero aún hay más, ya que del 23 hasta el 31 de mayo la Feria de Nuestra Señora de la Salud, abre su pórtico. La feria mayor de Córdoba es celebrada en el quinto mes del año gracias a una provisión enviada por los Reyes Católicos en febrero de 1494, en sus inicios tenía lugar en la calle de la Feria (hoy San Fernando), centro económico de la ciudad en aquellas fechas. Después de numerosos cambios de lugar, desde 1994 se celebra en el recinto de El Arenal. Jóvenes y mayores hacen de la feria un lugar de encuentro en el que todos tienen una única obligación: disfrutar y divertirse. Situada a la orilla del río Guadalquivir, cuenta con la mayor portada de Andalucía, con 140 metros de largo y 43 de alto, que representa a la Mezquita, con sus arcos y alminar.
Más de 100.000 bombillas realzan su belleza cuando anochece, haciéndola visible desde cualquier punto de la ciudad o de las faldas de Sierra Morena. Y es que mayo es una oportunidad única para dar placer a los sentidos en la ciudad de las tres culturas. Córdoba es una ciudad con un puñado de pueblos dentro, decían los poetas que la pregonaron.
Mayo es el mes que fijará en rojo el calendario de Córdoba. No hay 31 días que cobren tanto significado para una ciudad. Sus vecinos (y sus invitados) se sienten protagonistas de un tiempo primaveral donde todo reverdece. Tomen nota porque no hay día del mes donde Córdoba sienta el aburrimiento. Desde hace 29 años la ciudad acoge esta cita con los caldos de la tierra, un escaparate en el que se dan a conocer las últimas novedades de la Denominación de Origen Montilla-Moriles. Se crían en barricas de roble bajo una densa capa de levadura. Más de 25 bodegas han participado este año, acompañando los vinos de tapas típicas.
Sin apenas descanso, el Festival de los Patios, comenzó el 04 de mayo hasta el 17. Es la segunda eclosión festiva en donde la hospitalidad se hace estética. Los dueños de las casas con patios, cuajados hasta lo imposible de flores, macetas, pozos y cal, los abren para que el visitante disfrute con las casas típicas cordobesas, enclavadas en los barrios más añejos, como San Agustín, San Lorenzo, la Judería o San Basilio. Junto a los Patios, en las calles y plazas cercanas, el Ayuntamiento organiza festivales y espectáculos flamencos.
Pero aún hay más, ya que del 23 hasta el 31 de mayo la Feria de Nuestra Señora de la Salud, abre su pórtico. La feria mayor de Córdoba es celebrada en el quinto mes del año gracias a una provisión enviada por los Reyes Católicos en febrero de 1494, en sus inicios tenía lugar en la calle de la Feria (hoy San Fernando), centro económico de la ciudad en aquellas fechas. Después de numerosos cambios de lugar, desde 1994 se celebra en el recinto de El Arenal. Jóvenes y mayores hacen de la feria un lugar de encuentro en el que todos tienen una única obligación: disfrutar y divertirse. Situada a la orilla del río Guadalquivir, cuenta con la mayor portada de Andalucía, con 140 metros de largo y 43 de alto, que representa a la Mezquita, con sus arcos y alminar.
Más de 100.000 bombillas realzan su belleza cuando anochece, haciéndola visible desde cualquier punto de la ciudad o de las faldas de Sierra Morena. Y es que mayo es una oportunidad única para dar placer a los sentidos en la ciudad de las tres culturas. Córdoba es una ciudad con un puñado de pueblos dentro, decían los poetas que la pregonaron.
Fuente: El Mundo
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