sábado, agosto 02, 2014

| El autorretrato de Leonardo da Vinci se deteriora con el paso del tiempo

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El célebre autorretrato que Leonardo da Vinci (1452-1519) trazó en papel cuando ya había cumplido los 60 años, sufre los estragos de la humedad y el inevitable paso del tiempo.

El genio renacentista se retrató a sí mismo hacia 1513 utilizando tiza roja y una lámina de papel de 33 centímetros de alto por 21 de ancho. El dibujo se conserva en la Biblioteca Real de Turín desde mediados del siglo XIX, pero durante siglos estuvo en paradero desconocido. Tras la muerte del pintor Francesco Melzi, estrecho colaborador de Leonardo y heredero de sus manuscritos y dibujos, la colección del artista florentino se dispersó. En 1840, Carlos Alberto de Saboya adquirió el valioso autorretrato a algún coleccionista y, desde entonces, permanece en Turín.

Pese a los esfuerzos por mantenerlo en las condiciones óptimas para frenar su deterioro, su estado de conservación es preocupante, así que un equipo de científicos de Italia y Polonia ha utilizado esta obra de arte del Renacimiento para desarrollar una nueva técnica no invasiva capaz de evaluar la degradación de libros y documentos manuscritos antiguos.

Según explican en la revista Applied Physics Letters, su técnica permite identificar y cuantificar la concentración de moléculas que absorben la luz (llamadas cromóforos) en papel antiguo. Estas moléculas son las culpables de que la celulosa cambie de color y adquiera ese tono amarillento característico del papel envejecido.

Con este método, aseguran, pueden determinar si las medidas que se ponen en marcha para frenar el deterioro de los documentos antiguos son eficaces o bien, el proceso de degradación continúa.

"Durante siglos, la acción combinada de la luz, el calor, la humedad, las impurezas y los gases contaminantes han modificado el color blanco de la celulosa, el principal componente del papel antiguo", explica en una nota de prensa Joanna Lojewska, profesora del Departamento de Química de la Universidad Jagiellonian, en Cracovia (Polonia). Este fenómeno amarillea el papel, causa graves daños a documentos antiguos de papel y a su apariencia.

Los científicos utilizan un espectroscopio para evaluar la absorción de luz en muestras de papel envejecido. Por un lado, estudiaron documentos envejecidos con el paso de los siglos, como el autorretrato de Da Vinci. Por otro, envejecieron de forma artificial documentos de papel más modernos sometiéndolos a condiciones extremas de humedad o conservándolos en entornos cerrados para comparar el grado de deterioro de ambos tipos.

Su análisis mostró que el tipo de cromóforos presentes en el autorretrato de Da Vinci eran similares a los hallados tanto en otros documentos de la época como en las muestras de papel más modernas sometidas a condiciones extremas.

Los científicos sostienen que con esta técnica se podrá evaluar el estado de conservación de cualquier dibujo, libro o documento antiguos. Repitiendo de forma periódica este análisis, los conservadores podrán determinar si las condiciones en las que los mantienen son las más adecuadas.

Fuente: El Mundo

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