Curiosidades de la vida, estas palas de chumberas se desprenden con el calor veraniego y se caen a la cuneta estéril y con las tres primeras gotas que se anuncian otoñales se aferran a la lucha por la existencia con la seguridad de que si se dejan crecer el próximo año puede que den chumbos. Si te apiadas de ellas y las pones en tierra que creemos adecuada, se le abona y se le riega con frecuencia habrás cometido el gran error de tu vida porque las palas chunmberas se arrugarán y te harán un corte de manga, para terminar muriendo de pena. Si lo pruebas mi esperiencia te dirá que estoy en lo cierto. Este es mi primer apunte otoñal para ti.
Son las lechugas del sufrimiento porque se han sembrado en verano, se han protegido con un plástico del frio nocturno y del calor del estio, se les han quitado las malas hierbas, se han mimado pero su sabor ya es otoñal y piden a grito las primeras aguas del cielo. No son las lechugas que sembraremos con las primeras aguas pero permiten remediar su falta y con binagre, sal y aceite nos harán rejuvenecer. Es mi segundo apunte otoñal para ti.
Con las cuatro gotas desperdigadas de la manguera se han criado estas granadas que quieren respirar el aire otoñal sin que les llegue con la intensidad que precisan. Se mantienen cerradas esperando que las cristalinas gotas de la lluvia otoñal se deslicen por sus superficiecies rojizas y será entonces cuando se abran y nos enseñen sus granos rojos para que las gallinas dejen de poner como está mandado desde tiempos inmemoriales. Es mi tercer apunte otoñal para ti.
El madroño tiene sus frutos pequeños, verdes y retorcidos entre sus hojas porque tambien espera la pureza del agua otoñal que no llega. En cuanto sea bañado por el agua pura de la lluvia, perderá el raquitismo en sus frutos y se haran amarillos y rojos como lo fueron siempre sin temor a que los degustemos con moderación. Este es mi cuarto apunte otoñal para ti.
El Kaky, es un extranjero en nuestros huertos, sus frutos adoptados en nuestro paladar han crecido con la generosidad veraniega de la manguera, pero precisan de nuestras primeras aguas limpias y naturales para que nos sepan dulces y pierdan su carácter rasposo. Es un don de los Dioses del Olimpo y que el Otoño nos meterá en nuestro ser sin darnos cuenta. Es mi quinto apunte otoñal para ti.
Cansados de ser fritos en la sarten, estos ya se vuelven rojos y retorcidos para que sean ensartados con hilo y se reserven como "choriceros". Si les cae el agua otoñal pronto, gozarán de un brillo especial y de un sabor maravilloso porque olerán de nuevo a pimientos pudiendo lucir junto a su primo " el huevo frito". Este es mi sexto apunte otoñal y de amor para ti.
Fue alcachofa que no quisimos coger para que durante el verano descansase seca junto al "rastrojo" pero ahora espera los goterones intensos del agua otoñal para soltar sus granos de semillas y darnos los brotes que le prolongarán la vida. Es mi septimo apunte otoñal para ti.
Con las aguas del invierno pasado, ha crecido, ha permitido que los jilgueros anidasen en sus ramas y ya tiene piñas que esperan las aguas venideras para que se abran y rocien el suelo de piñones. Eso es vida y continuidad al mismo tiempo por eso te regalo mi octavo apunte otoñal.
La "marrá" aguanta los acebuches, los majoletos y hasta el lentisco esperando que los vientos otoñales la azoten y le limpie de hojas imnecesarias. Ha servido para nidos de tórtolas y gorriones. Dará cobijo a conejos y erizos manzaneros durante las primeras agunas que se nos acercan. Es mi noveno apunte otoñal para ti.
El cardo de la tagarnina espera impaciente el baño otoñal para alegrar nuestros ojos y nuestros pucheros en cuento aparezcan las primeras aguas. Cuando se pasa cerca de él este cardo tiene un olor inconfundible a cariño porque es nuestra planta doméstica por excelencia. Ya tienes mi décimo apunte otoñal para ti.
Las gallinas saben que el otoño se acerca y que la graná les está diciendo que han de descansar por eso ya presagian y desean bañarse con las primeras aguas que pronto deben llegar. Bueno aquí es ta mi undécimo apunte otoñal que te ofrezco.
Preparadas están las colmenas para ser almacenadas y en cuanto empiece a llover serán limpiadas y preparadas poco a poco para que cuando lleguen los meses de la primavera reciban sus enjambres llenos de vida. Sin el Otoño no habrá miel porque tampoco tendriamos primavera.Aquí esstá mi duodecimo apunte otoñal que te regalo esta noche.
Estoy cansado y necesito descansar porque el día no ha sido lo grato que yo esperaba, me despido con esta imagen y el deseo de que el otoño llegue a nuestras almas como siempre fue.Un abrazo.
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