Diccionario gadita/castellano.
A lo que sarga: Hacer algo de cualquier manera, sin ponerle empeño y sin que importen en lo más mínimo el resultado ni las consecuencias.
A mi me diguá: El hablante expresa que los demás pueden hacer lo que quieran, que él siempre estará de acuerdo.
¿Andevá, carajo?: Se usa cuando el hablante se siente perentoriamente agraviado por el oyente, por un tercero o por una situación, siempre bajo una entonación eminentemente plañidera y victimista. También se emplea para preguntar simplemente a otro que a dónde se dirige, normalmente a gritos y de acera a acera.
¿Andevá, cohone? El hablante advierte al oyente que se está pasando de la raya.
A pata, a pata: El hablante se niega a coger el autobús o cualquier otro medio de transporte (probablemente por no tener un duro encima para pagar el billete).
Aro, aro: el interlocutor está totalmente de acuerdo con lo que se está diciendo, pero puede no tener ni idea de lo que se está hablando o incluso estar molestísimo y aburridísimo por la conversación.
¡Ay!: la forma más habitual de saludo gritado
Bastinaso: Exageración (para bien o para mal).
Buya: Prisa. Suele emplearse la frase "no hay buya" para dar largas cuando hay algo por hacer que no se piensa hacer jamás.
¡Diooooooooo!: Expresa asombro, admiración, especialmente al paso de una mujer no necesariamente espectacular. También frecuente con el prefijo "in": "¡Indioooó!"
Enga, a ve si un diíta queamoh: forma definitiva de despedirse para siempre. Frase típica que se dice para no quedar jamás.
Enga, dehpué me paso, lo más seguro: Se emplea cuando no se piensa acudir al presunto destino bajo ningún concepto. En este caso, lo más seguro es que no se pase nunca.
¡Ese tío eh mongolo!: Se emplea para enfatizar que la persona de quien se habla ha dejado pasar una oportunidad que el hablante considera de oro.
Eso es ajín: El hablante no le quiere dar más vueltas al tema, o porque la conversación le molesta o porque no tiene ni idea de lo que se está hablando.
¡Illo, eso no pué sé!: El hablante comenta con alguien o para sí mismo las excelencias de alguna mujer no necesariamente excelente.
Ira, killo, ehto e una mierda: Se emplea cuando el hablante se da cuenta de que no le sale bien lo que está haciendo
Lá jiñao: se dice de quien ha cometido un error clamoroso y previsible.
Máh gente quer caraho: Aglomeración de personas en lugares determinados. Considérese, a modo de contextualización, que en Cádiz sólo se dan tales aglomeraciones en estos momentos y lugares: carnavales, estadio de fútbol, mercadillo (véase Piohito), la "velá losánhele" (amago ridículo de feria que se celebra en la Punta San Felipe) y "plasa Mina" (o "paseo en verano": véase).
¡Me zúarcaraho! El hablante expresa con tono desafiante que le da lo mismo una persona, animal, cosa, idea o situación.
¡No! ¡Qué va...!: Ironía de "¡desde luego que sí! ¡Faltaría más!".
¡Oleeee!: Saludo (también gritado).
Pa tó suh muertoh: expresión admirativa y ponderativa equivalente a "muy". Así, por ejemplo, "esa mujer es muy guapa" se diría "eza tía ehtá pa to suh muerto".
Pamplina: Persona a la que el hablante no concede el más mínimo crédito. También cosa o idea que el hablante considera una solemne tontería, aunque no lo sea.
Paseo: Equivalente veraniego de "plasa Mina".
Piohito: Mercadillo ambulante que se instala los lunes en los alrededores del estadio Carranza y al que acude todo Cádiz y media provincia. La frase "der piohito" expresa lo mala que ha salido una cosa barata que se ha comprado creyendo que era un chollo.
Plasa Mina: Lugar de Occidente donde la densidad borrachos/m2 adquiere dimensiones aritmética y geométricamente no cuantificables sin la herramienta informática adecuada.
¡Por loh cohone!: ironía de "seguro que sí".
¿Quéhtasiendo, cohone?: El hablante intenta drásticamente que el oyente deje inmediatamente de hacer algo que considera que le está saliendo mal.
¡Que sí, caraho!: El hablante se ha indignado al no percibir físicamente una muestra total e inequívoca de adhesión por parte del oyente a lo que está diciendo.
¿Sabeloquetedigono?: El hablante percibe que el oyente ha perdido el hilo de lo que está diciendo y busca su gesto afirmativo para que continúe atento y así poder seguir liándose en la argumentación.
Yo me viá i ya: El hablante expresa su voluntad de quedarse al menos una hora más.
A lo que sarga: Hacer algo de cualquier manera, sin ponerle empeño y sin que importen en lo más mínimo el resultado ni las consecuencias.
A mi me diguá: El hablante expresa que los demás pueden hacer lo que quieran, que él siempre estará de acuerdo.
¿Andevá, carajo?: Se usa cuando el hablante se siente perentoriamente agraviado por el oyente, por un tercero o por una situación, siempre bajo una entonación eminentemente plañidera y victimista. También se emplea para preguntar simplemente a otro que a dónde se dirige, normalmente a gritos y de acera a acera.
¿Andevá, cohone? El hablante advierte al oyente que se está pasando de la raya.
A pata, a pata: El hablante se niega a coger el autobús o cualquier otro medio de transporte (probablemente por no tener un duro encima para pagar el billete).
Aro, aro: el interlocutor está totalmente de acuerdo con lo que se está diciendo, pero puede no tener ni idea de lo que se está hablando o incluso estar molestísimo y aburridísimo por la conversación.
¡Ay!: la forma más habitual de saludo gritado
Bastinaso: Exageración (para bien o para mal).
Buya: Prisa. Suele emplearse la frase "no hay buya" para dar largas cuando hay algo por hacer que no se piensa hacer jamás.
¡Diooooooooo!: Expresa asombro, admiración, especialmente al paso de una mujer no necesariamente espectacular. También frecuente con el prefijo "in": "¡Indioooó!"
Enga, a ve si un diíta queamoh: forma definitiva de despedirse para siempre. Frase típica que se dice para no quedar jamás.
Enga, dehpué me paso, lo más seguro: Se emplea cuando no se piensa acudir al presunto destino bajo ningún concepto. En este caso, lo más seguro es que no se pase nunca.
¡Ese tío eh mongolo!: Se emplea para enfatizar que la persona de quien se habla ha dejado pasar una oportunidad que el hablante considera de oro.
Eso es ajín: El hablante no le quiere dar más vueltas al tema, o porque la conversación le molesta o porque no tiene ni idea de lo que se está hablando.
¡Illo, eso no pué sé!: El hablante comenta con alguien o para sí mismo las excelencias de alguna mujer no necesariamente excelente.
Ira, killo, ehto e una mierda: Se emplea cuando el hablante se da cuenta de que no le sale bien lo que está haciendo
Lá jiñao: se dice de quien ha cometido un error clamoroso y previsible.
Máh gente quer caraho: Aglomeración de personas en lugares determinados. Considérese, a modo de contextualización, que en Cádiz sólo se dan tales aglomeraciones en estos momentos y lugares: carnavales, estadio de fútbol, mercadillo (véase Piohito), la "velá losánhele" (amago ridículo de feria que se celebra en la Punta San Felipe) y "plasa Mina" (o "paseo en verano": véase).
¡Me zúarcaraho! El hablante expresa con tono desafiante que le da lo mismo una persona, animal, cosa, idea o situación.
¡No! ¡Qué va...!: Ironía de "¡desde luego que sí! ¡Faltaría más!".
¡Oleeee!: Saludo (también gritado).
Pa tó suh muertoh: expresión admirativa y ponderativa equivalente a "muy". Así, por ejemplo, "esa mujer es muy guapa" se diría "eza tía ehtá pa to suh muerto".
Pamplina: Persona a la que el hablante no concede el más mínimo crédito. También cosa o idea que el hablante considera una solemne tontería, aunque no lo sea.
Paseo: Equivalente veraniego de "plasa Mina".
Piohito: Mercadillo ambulante que se instala los lunes en los alrededores del estadio Carranza y al que acude todo Cádiz y media provincia. La frase "der piohito" expresa lo mala que ha salido una cosa barata que se ha comprado creyendo que era un chollo.
Plasa Mina: Lugar de Occidente donde la densidad borrachos/m2 adquiere dimensiones aritmética y geométricamente no cuantificables sin la herramienta informática adecuada.
¡Por loh cohone!: ironía de "seguro que sí".
¿Quéhtasiendo, cohone?: El hablante intenta drásticamente que el oyente deje inmediatamente de hacer algo que considera que le está saliendo mal.
¡Que sí, caraho!: El hablante se ha indignado al no percibir físicamente una muestra total e inequívoca de adhesión por parte del oyente a lo que está diciendo.
¿Sabeloquetedigono?: El hablante percibe que el oyente ha perdido el hilo de lo que está diciendo y busca su gesto afirmativo para que continúe atento y así poder seguir liándose en la argumentación.
Yo me viá i ya: El hablante expresa su voluntad de quedarse al menos una hora más.
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