LAS "MARIQUITINAS" DE NUESTRA NIÑEZ. JIMENA DE LA FRONTERA

Cuando los varones estábamos “enfrascados” siempre con nuestros juegos de chichas, perrones, tánganas, cajillones y un sin fin de cosas más, las niñas, tenían entre también sus numerosos juegos, aquellas “mariquitinas” con las que tanto se divertían y disfrutaban.

Era curioso como en los “carrillos de chuchearías” junto a las revistas colgaban aquellas cartulinas repletas de imágenes desnudas prestas para ser vestidas por los trajecitos que se veían en otras láminas adjuntas. Si cierras los ojos y tratas de pensar un poco recodarás aquellos vestiditos, pantalones, delantales, peleles y gorritos cargados de preciosos coloridos y de los que sobresalían unas especies de abrazaderas de papel que servian para situarlos en los cuerpos y darle forma a la mariquitina que aparecía totalmente transformada.

Aquellas grandes láminas eran recortables y al cabo de un rato de manejo aparecían con sus siluetas vacias y al lado estaban las escenas reconstruidas a las mil maravillas. Las niñas eran mas cuidadosas con estas cosas y más delicadas llegando a conservar muchas de ellas verdaderas colecciones de estas estampas tan preciosas en sus grandes blog o álbumes .

Yo me atrevería a definir las “ mariquitinas” no como un juguete, sino como algo imprescindible por aquellos entonces para aquellas niñas “pobres” que careciendo de recursos para tener muñecas caras, adquirían estos recortables y se metian dentro de un mundo “barato” pero lleno de fantasías e ilusiones.

Las “mariquitinas” en muchos casos fueron elementos importantes en las vidas de aquellas niñas y de algunos niños que aprendieron a crear manualidades a muy pronta edad y sobre todo a desarrollar la capacidad mental creadora ya que eran muchas los que confeccionaban sus propias “mariquinas” aprendiendo inconcientemente a dibujar y recortar con mucho arte.

Bajo el concepto de “mariquitinas” aparecian tambien aquellos complementos tan bonitos que se acoplaban a las figuras ya vestidas como collares, pulseras, bolsos, zapatitos etc, etc, y tampoco faltaban las casitas con sus árboles y animales para completar el entorno y confeccionar una forma de vida.

Yo pienso que aunque la vida está toda cambiada, si volviesen aquellas “mariquitinas”… millones de niñas las acogerían de nuevo con el mismo cariño que sintieron y aún sienten nuestras amigas y compañeras de edad porque aquello de las “mariquitinas” junto con las novelitas de Corin Tellado representaron una forma de pensar y ver la vida con un colorido especial.

Lo siento pero no puedo remediar sentir cariño por las cosas importantes y bellas como fueron las “mariquitinas” de nuestra tierna infancia.

Un abrazo.