Extraordinario. Ya no es que banqueros sin escrúpulos se escabullan con pensiones millonarias a costa de nuestros ahorros e impuestos, cualquier piltrafilla con menos fondo moral que chocolate de una de aquellas viejas monedas de los quioscos se garantiza años a tutiplén con sólo procurarse una envoltura brillante.
Decidme, si no, cómo se entiende que Diego Valderas presuma de haber provocado un giro radical en la política del gobierno andaluz que, en ocho meses, no ha tomado una sola medida para sacarnos de la ruina salvo nombramientos de altos cargos, jactándose de que Izquierda Unida no les pide el carnet, como si no conociera a su amigo el chofer, al hermano de Centella o a la hija de Willy Meyer. Decidme si, secas la babas y repuesto el ojete de su loca actividad con ZP, el parlamento andaluz no ha vuelto a ser sino el coro de grillos que cantan a la una contra el gobierno central de derechas.
Decidme cómo se puede estar en contra de los recortes y recortar. Y decidme, si no pueden hacer nada porque todo lo que pueden hacer depende de que el Estado les proporcione el dinero ¿para qué leches sirven estos tipos?
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