Cuando esta mañana me han dicho desde Jimena que Isidoro se había jubilado, la verdad es que no me ha pillado de sorpresa porque sabía que cumple los 65 en el mes de Septiembre y que como es natural ha de disfrutar de sus vacaciones anuales y por eso ha dejado de mantener su relación laboral con el consistorio jimenato.El amigo Isidoro es una de esas personas que vino al mundo para “ser formal” porque se crió en el seno de una familia trabajadora que tenía su casita en la calle Fuente Nueva, donde ahora él continua teniendo su residencia habitual.
Quisiera recalcar que “Sidoro” ( en lenguaje coloquial así se le nombraba), era casi de mi edad y nos criamos juntos correteando por nuestras calles, barrancos y canchos con Pepe Andrades, Pepe Luque, Santo Moriche, José Mª Collado, Antonio Riquelme, los Cárdenas, Juanito Vargas y un montonazo de conocidos y amigos de siempre.
No voy a decir aquí que “Sidoro” y yo fuimos siempre “uña y carne” pero nos llevamos muy bien y seguimos apreciándonos de corazón porque vivimos muchos ratos juntos en la escuela, en las calles, en las ferias y tenemos “vivencias” que solamente él y yo podemos recordar cuando estamos juntos ya que pertenecen a momentos vividos totalmente opuestos a la forma de vida de hoy en día.
Si por crianza mi vida profesional iba inclinada a manejarme con un “tirapié”, “ una lezna” y una “manigueta” a Isidoro le habría tocado “lidiar” para toda su vida con el “espioche” ó el “calabozo” rozando montes.
Los padres de “Sidoro” se cuidaron de que sus tres hijos no faltasen nunca a la escuela y al ser responsable desde niño adquirió unos conocimientos que le valieron para tirar las herramientas del “desbroce” y encauzar su vida por otros trabajos más urbanos y acordes con su forma de pensar.
“Sidoro” siempre estuvo ahí cerca porque como vió como surgió una gran amistan entre su hermano Paco y yo que mantuvimos durante bastante tiempo y puedo recordar que fueron bastantes veces las que junto a Blas Sánchez, Antonio Cupido y Cristóbal Hormigo me senté y comí el puchero que su madre, al igual que la mía, hacían con escasos materiales y muchos fideos, pero que nos sabían a gloria bendita.
Amigo “Sidoro”, todo eso ya pertenece al pasado pero que cuando nos vemos siempre se torna en presente. Ahora que tu relación laboral con el Ayuntamiento y con el pueblo ha terminado, quiero decirte que aproveches el tiempo que nos queda y que te apuntes a todos los viajes que puedas hacer con tu mujer, porque no sabemos lo que la vida nos depara en cualquier momento.
Espero poder viajar contigo alguna que otra vez y compartir esa “baquita” que tan maravillosamente llevais Juan Parra, Andrés Godino y tú, porque me demostrasteis que en Jimena sigue habiendo camaradería y amistad con letras mayúsculas.
Lamento decirte que aunque Andrés y tú sigais confesando en todas las iglesias por donde pasais, yo no podré hacerlo porque he perdido la costumbre ya que aquí la ermita me coge demasiado lejos.
Una cosa que no puedo dejarme en el “tintero” es la de darte las gracias por estar “ahí” siempre con el mismo comportamiento y con tu manera de proceder sincera y honesta. Estoy convencido que en el Ayuntamiento y en el pueblo te echarán de menos y sabrán valorar tu entrega total durante tantos años al servicio de los demás.
Que seas muy feliz, que vayas y vuelvas muchas veces a las “Asomaillas” y que nos veamos algún día de estos para tomar aunque sea el “descafeinado” de la amistad sincera.
Un fuerte abrazo y ¡! FELIZ JUBILACIÓN!
Currini.
No hay comentarios:
Publicar un comentario