Un cráneo prehistórico encontrado en China brutalmente golpeado ofrece algunas de las pruebas de violencia entre seres humanos más antiguas.
El descubrimiento se basa en las tomografías computadas en el cráneo humano de 126.000 años de antigüedad, conocido como el hombre de Maba (llamado así porque sus restos fósiles fueron encontrados cerca de Maba en la provincia de Guangdong en 1958).
Los análisis revelan una fractura en el cráneo causada por trauma de fuerza contundente. La víctima probablemente fue golpeada con un arma como una piedra, un hueso o trozo de madera, según el nuevo estudio.
"Esta persona tenía una lesión bastante seria. Se trata de un buen golpe” comunicó, Lynne Schepartz, miembro del equipo de la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica.
El golpe probablemente provocó una conmoción cerebral, seguida de náusea, vómitos y quizás incluso daños cerebrales, dejando a la víctima indefensa, informó Schepartz.
Pero los análisis también mostraban que la herida consiguió sanar y Maba pudo vivir varios años tras el golpe, esto apunta a que hubo intervención y curación tras el golpe. "Se presionó el hueso hacia dentro. Los resultados apuntan también a que la causa de muerte de Maba no fue el golpe”.
Depender de otros para sobrevivir
Aunque la posibilidad de que la lesión fuse accidental (no descartan la posibilidad) los resultados apuntan a que fue una herida provocada. “Es muy difícil golpearse accidentalmente en un área de la cabeza tan concreta”.
A pesar del golpe, los restos muestran que Maba vivió hasta los 40 años, una edad madura para un ser humano prehistórico.
El equipo que investiga el cráneo concluye que el tipo de recuperación de Maba coincide con pruebas encontradas anteriormente en fósiles neandertales otros humanos antiguos. Aunque violentos también se encargaban de cuidarse los unos a los otros. “Maba debió permanecer convaleciente durante días o tal vez semanas”,
"Probablemente tuvo que descansar y por lo tanto necesitaba ayuda para conseguir alimentos. En una sociedad de caza, Maba tuvo que depender de otros para sobrevivir”.
LA RAZÓN
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