Ayer estuve en La Barca Moreno con mi nieto Carlos y cogimos una gran bolsa de tiernas y embarradas tagarninas- Parte de éllas las guardé en una bolsa de plástico sin lavalarlas y las deposité en el frigorífico para conservarlas unos dias hasta que el miércoles pueda partirlas y una vez despojadas del barro en su totalidad las colocaré en fiambreras para llevárselas a mi hija a Sevilla.
La otra parte las fuí troceando con cariño y después de pasarle varias aguas y dejarlas límpias y relucientes se las entregué a mi hija Emy, quien las dividió en dos grandes porciones. Con una de estas partes hizo un revuelto con huevos que nos lo tomamos anoche y con la otra parte me hizo el puchero que veis y que me he tomado solito este medio día en mi casa.
Le explique de pasada como mi madre preparaba con sencillez ese plato de puchero y al instante se puso y mientras dábamos cuenta del revuelto las otras tagarninas se transformaron en un exquisito puchero sin exceso de gras ni de condimentos.
Cogió el caldo del puchero que tenia congelado, lo descongeló. le puso un bote de garbanzos, le coció arroz y le puso las tagarninas tal como yo se las habia dejado y al poco tiempo se olía en toda la casa ese olor tradicional a las comidas de nuestros padres y abuelos.....
Así que he disfrutado de la sencillez del plato porque las tagarninas se pueden hacer en potaje con carne, tocino, costillitas,morcilla, chorizo y la añora que no falte pero yo deseaba tomarlas así de sencillas sin pringada ni muchos excesos de grasas y condimentos. Ni que decir tiene que mi propia hija me recordó a mi madre y me siento feliz por éllo.
Solo me queda daros las gracias por estar ahí..... leyendo mis cosas que hoy se trata de hablar de la sencillez que evoca un simple plato de tagarninas de Jimena.......
Buenas noches
Curro el de Orellana( Currini)
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