FOTO: CURRINILos Miercoleros tenemos una vinculación fuerte al piñonate de Jimena y por éllo raro es el miércoles que nos falte el "piñonatito" para saborear con el corto- largo pero negro, de donde viene el añadido de " piñonateado".
Esta semana la jornada miercolera ha sido un poco más larga por ciscunstancias especiales y cuando ví el piñonate que traían, rápidamente saqué la cámara de fotos para perpetuar la imagen y porque a mi me encanta todo lo típico de mi pueblo.
Hablando en serio tengo que decir a viva voz que es una lástima que se haga lo que se está haciendo con nuestro dulce típico porque se vende en un formato bastante atractivo pero el contenido ha dejado de ser piñonate y dudo que las personas que lo compren una vez vuelvan a comprarlo.
Nuestro piñonate, siempre resultó ser un dulce casero que se hacía en nuestros hogares atendiendo a una receta tradicional heredada de nuestros antepasados. Los ingredientes y sus cantidades no se ponen a capricho, sino que hay que hacerlo con el peso al lado sin escatimar en nada, pero sabiendo que siempre fue un dulce caro y cuando no teníamos para comprar esos aliños pues... haciamos "borrachones" que tambien están buenísimos, si se saben hacer como nos enseñaron nuestras abuelas.
Volviendo a la conversación que mantuvimos los miercoleros, resulta que es una verdadera pena que los confiteros actuales estén desvirtuando la receta tradicional del piñonate y vendan un producto que no es piñonate y que terminará por hacer desparecer una tradición heredada de nuestros antepasados.
Pienso que hasta la clase dirigente debian de comprar uno de estos piñonates y tras probarlo, pasarse por las confiterias o panaderias y decirles las cuatro verdades del barquero porque nuestras tradiciones no se pueden tirar por tierra como hasta ahora lo vienen haciendo estafando el paladar y el prestigio de un gran pueblo como es Jimena de la Frontera.
No es mi intención molestar absolutamente a nadie, pero si intentar recuperar lo que nos pertenece y es nuestro.
Un abrazo
Currini
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