LO MEJOR DE SUS CANCIONES.... "TU ME ACOSTUMBRASTE", "CONTIGO EN LA DISTANCIA", "LA NOCHE DE ANOCHE", " LA GLORIA ERES TÚ" Y... "MIÉNTEME".
De la reina del bolero ya solo queda el recuerdo. Olga Guillot la cantante más internacional de Cuba junto a Celia Cruz, falleció este lunes en Miami a causa de un infarto a los 87 años. Tras padecer unas molestias, fue ingresada el pasado sábado en el hospital Mount Sinai de Miami Beach, no muy lejos de donde vivía, en Bal Harbour, algo más al norte. Pero su voz aterciopelada, como se la conocía, se apagó para siempre.
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La máxima leyenda del bolero, como Celia lo fue de la salsa, murió también sin volver a la Cuba que dejó nada más triunfar la Revolución. Se quedó en Venezuela en 1960, en casa de otra cantante cubana, Renée Barrios, y en los últimos 50 años ha sido una militante anticastrista de las más intransigentes.
Nació en Santiago de Cuba en 1925 y comenzó muy pronto su carrera, con 14 años, haciendo un dúo con su hermana. Ya en solitario, su fama fue memorable en los años 50. Su calidad continuó en el destierro de México donde fijó su primera residencia, que después alternó con Miami.
Olga Guillot traspasó todas las fronteras, especialmente las españolas, donde fue una referencia para varias generaciones que ya superan el medio siglo. Fueron múltiples sus actuaciones en directo, siempre recordadas, y sus discos. Grabó más de 50, una cifra superada y genial para ella por la música, pero nefasta por los años de exilio. "No volveré a Cuba hasta que sea libre y democrática", sentenciaba. Pero su sueño era volver a cantar en Tropicana el prestigioso cabaré de La Habana.
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La máxima leyenda del bolero, como Celia lo fue de la salsa, murió también sin volver a la Cuba que dejó nada más triunfar la Revolución. Se quedó en Venezuela en 1960, en casa de otra cantante cubana, Renée Barrios, y en los últimos 50 años ha sido una militante anticastrista de las más intransigentes.
Nació en Santiago de Cuba en 1925 y comenzó muy pronto su carrera, con 14 años, haciendo un dúo con su hermana. Ya en solitario, su fama fue memorable en los años 50. Su calidad continuó en el destierro de México donde fijó su primera residencia, que después alternó con Miami.
Olga Guillot traspasó todas las fronteras, especialmente las españolas, donde fue una referencia para varias generaciones que ya superan el medio siglo. Fueron múltiples sus actuaciones en directo, siempre recordadas, y sus discos. Grabó más de 50, una cifra superada y genial para ella por la música, pero nefasta por los años de exilio. "No volveré a Cuba hasta que sea libre y democrática", sentenciaba. Pero su sueño era volver a cantar en Tropicana el prestigioso cabaré de La Habana.
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