Estos insectos, vitales para el funcionamiento de los ecosistemas, disminuyen en todo el mundo por el impacto humano
Son esenciales para el equilibrio ecológico de la naturaleza y están amenazadas. Diversos estudios muestran el declive de las mariposas en un ámbito global. En Europa, un tercio de las 435 especies conocidas ha disminuido su población. En España, de las 232 especies catalogadas, hasta un 10% sufre diversos grados de amenaza. Y podría ser peor en el futuro, a causa del cambio climático o las agresiones a su hábitat. Científicos y ecologistas reclaman más medidas de protección y conservación para estos seres de tan bello colorido.
Las mariposas son mucho más que unos bonitos y delicados insectos. Al igual que las abejas, también en peligro, su papel en la polinización es esencial para la supervivencia de las flores y plantas y, por extensión, de los seres humanos. Como suponen un eslabón clave en la cadena trófica, su desaparición desequilibraría los ecosistemas. En algunas partes del mundo sirven incluso de alimento para la población local, como los gusanos de Maguey en México, y no se pueden olvidar los beneficios que los gusanos de seda han proporcionado durante siglos.
En Europa, un tercio de las 435 especies conocidas ha disminuido su población
A pesar de ello, diversos estudios muestran el declive de estos seres a escala global. En Europa, un tercio de las 435 especies conocidas ha disminuido su población y cerca de un 9% está en peligro de extinción. Así lo señala la última Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La pérdida de biodiversidad es más dramática con las especies endémicas europeas, que no se encuentran en ninguna otra parte más del planeta. La UICN señala que un tercio del total de estos lepidópteros europeos son únicos, de los cuales el 15% están amenazados, en especial, en el sur del continente. La mariposa grande y blanca de Madeira, endémica de esta isla portuguesa, no se ha vuelto a ver desde hace 20 años y, por ello, se describe como "en peligro crítico de extinción".
España, el país con más biodiversidad de Europa, no es ajeno a esta delicada situación. Los científicos han catalogado 232 especies distintas, de las cuales hasta un 10% sufren diversos grados de amenaza. En particular, algunas especies no lo tienen fácil para sobrevivir. Es el caso de la mariposa Apolo (Parnassius apollo), que ya no se encuentra en varios sistemas montañosos andaluces, la Niña de Sierra Nevada (Polyommatus golgus), endémica en una zona muy reducida, o la Melanargia ines, que vive en el centro y el sur de la Península.
Son esenciales para el equilibrio ecológico de la naturaleza y están amenazadas. Diversos estudios muestran el declive de las mariposas en un ámbito global. En Europa, un tercio de las 435 especies conocidas ha disminuido su población. En España, de las 232 especies catalogadas, hasta un 10% sufre diversos grados de amenaza. Y podría ser peor en el futuro, a causa del cambio climático o las agresiones a su hábitat. Científicos y ecologistas reclaman más medidas de protección y conservación para estos seres de tan bello colorido.
Las mariposas son mucho más que unos bonitos y delicados insectos. Al igual que las abejas, también en peligro, su papel en la polinización es esencial para la supervivencia de las flores y plantas y, por extensión, de los seres humanos. Como suponen un eslabón clave en la cadena trófica, su desaparición desequilibraría los ecosistemas. En algunas partes del mundo sirven incluso de alimento para la población local, como los gusanos de Maguey en México, y no se pueden olvidar los beneficios que los gusanos de seda han proporcionado durante siglos.
En Europa, un tercio de las 435 especies conocidas ha disminuido su población
A pesar de ello, diversos estudios muestran el declive de estos seres a escala global. En Europa, un tercio de las 435 especies conocidas ha disminuido su población y cerca de un 9% está en peligro de extinción. Así lo señala la última Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La pérdida de biodiversidad es más dramática con las especies endémicas europeas, que no se encuentran en ninguna otra parte más del planeta. La UICN señala que un tercio del total de estos lepidópteros europeos son únicos, de los cuales el 15% están amenazados, en especial, en el sur del continente. La mariposa grande y blanca de Madeira, endémica de esta isla portuguesa, no se ha vuelto a ver desde hace 20 años y, por ello, se describe como "en peligro crítico de extinción".
España, el país con más biodiversidad de Europa, no es ajeno a esta delicada situación. Los científicos han catalogado 232 especies distintas, de las cuales hasta un 10% sufren diversos grados de amenaza. En particular, algunas especies no lo tienen fácil para sobrevivir. Es el caso de la mariposa Apolo (Parnassius apollo), que ya no se encuentra en varios sistemas montañosos andaluces, la Niña de Sierra Nevada (Polyommatus golgus), endémica en una zona muy reducida, o la Melanargia ines, que vive en el centro y el sur de la Península.
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