Hoy les voy a hablar sobre la manera de ver el mundo, sobre la manera de algunas personas valientes, decididas, positivas que ven un mundo pleno de oportunidades, de experiencias positivas para un mayor aprendizaje. Esta visión de la vida, es vista desde la perspectiva de personas que han creído en sus sueños. Personas que han resistido a las difíciles adversidades que se han encontrado al paso para poder alcanzar y hacer realidad su más anhelado sueño.
A veces, (mejor dicho en muchas ocasiones), a estas
personas, se les tachan de meras soñadoras, de poco terrenales, porque en
multitud de ocasiones han ido a por objetivos que a simple vista (a vista de
personas que no ven más allá de sus posibilidades), parecen objetivos muy
lejanos, objetivos casi inalcanzables… Pero ese “casi”, es un rayo de esperanza
para las personas a las que estos tachan de soñadoras, porque la palabra casi,
deja una rendija entreabierta por donde se pueden colar como el agua que emana
de las montañas, filtrándose por las grietas de las rocas y la tierra hasta
llegar a brotar, para tratar de alcanzar ese sueño casi utópico, ese propósito
casi imposible de lograr.
Estas personas sin lugar a dudas, han buscado siempre el
progreso, el éxito, la autorrealización, ser felices… estoy totalmente seguro de
ello, seguro que han ido a por cada una de sus metas, con entusiasmo, ilusión,
esperanzas, alegría, optimismo, seguridad, con decisión, con la CREENCIA ferviente de que
lo podían conseguir…
Lamentablemente, las personas valientes, decididas,
emprendedoras, a pesar de querer avanzar y crecer, cometen errores, tropiezan
ante obstáculos que se van encontrando por su camino a meta, es inevitable, el
que se arriesga tarde o temprano puede caer, es de humanos, no obstante, en la
mayoría de casos, se vuelven a levantar y continúan avanzando hacia sus
objetivos, y eso les convierte en seres muy capaces, en verdaderos hombres o
verdaderas mujeres, con un gran espíritu de superación que les engrandecen aún
más si cabe.
Como he dicho anteriormente, muchos se vuelven a levantar
de los tropiezos, pero algunos de estos seres, a causa de los muchos y
constantes errores del pasado, dejan de CREER en si mismas, dejan de sentirse
seguros, de ser constantes, perseverantes, dejan que los miedos los dominen… y
todo, ¿por qué?, ¿por fallos cometidos?, ¿por continuos tropiezos en su andadura
hacia la meta?, acaso cometer errores, es ¿fracasar?, bajo mi humilde punto de
vista, cometer errores en la vida, sea cual sea el error cometido, ¡no es
fracasar!, sino más bien, es un aprendizaje de ello, para superar obstáculos y
posibles tropiezos en el futuro. Fracasar sería más bien, abandonar el intento
de conseguir superarte, eso si es fracasar...
A las personas, que han sufrido, algún tipo de infortunio,
llámese problema económico, ruptura sentimental, estudios inacabados… no se les
puede llamar fracasados por ello, porque al menos han tenido el suficiente
coraje como para intentarlo, si, ¡intentarlo!
Las personas que cometen errores, normalmente los cometen
por haber intentado progresar, avanzar en sus preciadas vidas, han intentado
superarse, alcanzar un estado de felicidad plena… Y yo les digo a todas esas
personas, que si lo han intentado, es imposible que se sientan fracasadas, y
mucho menos deben permitir que las palabras “fracaso” y “fracasado”,
pronunciadas desde terceras personas o como en la mayoría de ocasiones,
pronunciadas por ellos mismos, calen hondo en sus mentes.
Si has cometido errores, puedes aprender de ellos y la
próxima vez que te enfrentes ante un desafío, podrás superarlo gracias a los
tropiezos del pasado. Te propongo que lo veas desde esa perspectiva, si cometes
errores, ¡primero acéptalos, segundo aprende de ellos y tercero, supérate!
¡Esta es la visión de la vida de una persona
positiva!
¡Esta es la visión de la vida de una persona que realmente
puede contribuir a un cambio de conciencia!
¡Esta es la visión de la vida de una persona que puede
contribuir a cambiar un mundo cada vez más pesimista!
Recuerdo que cuando era un niño, me daba miedo montar en
bicicleta sin las ruedas laterales de apoyo, un vecino unos años mayor que yo,
me sujetaba desde la parte trasera de ella, y dejaba que pedaleara y cuando
estaba en movimiento, entonces me soltaba, era una sensación increible,
disfrutaba con un reto dificultoso que me hacía sentir realizado, y al mismo
tiempo tenía temor a lo desconocido. Como la mayoría de los adultos en su
andadura por la vida, sentía el dolor de una más que posible caída, ¿y que
ocurrió a continuación?, pues que me caí nada más recorrer quince metros, desde
donde partí. Me levanté con la ayuda de mi buen vecino, y volví a montar en la
bicicleta, y esta vez logré recorrer más de ciento cincuenta metros, incluso con
curvas incluidas en el trayecto, je je… tropecé con un bordillo que protegía la
parcela de los árboles del parque donde me encontraba, me hice incluso más daño
que la vez anterior, me dañe el codo y la rodilla, mi vecino me afirmó que no
era nada, y yo le creí, me dolía un poco pero le creí, lejos de rendirme ese día
y dejar para otro día el desafío que nos habíamos marcado mi querido vecino y
yo, agarré el manillar de la bicicleta y me monté de nuevo en ella,
perseverando, con coraje, con decisión, sin titubear, sin dudar, con la única
idea en la mente de dominarla a la perfección. Acto seguido, conseguí pasearme
(si se puede llamar de esa manera) por el parque, pedaleando por mi mismo, sin
ayuda alguna, me sentía en ese mismo instante muy feliz, porque alcancé mi meta
con éxito, y porque me superé a mi mismo, tuve que arriesgar, ya que no era muy
ágil en lo alto de la bici, ni me sentía a gusto, y mucho menos a salvo, pero
superé mis miedos, y eso me hacía sentir muy feliz y autorealizado.
Lo mismo debes hacer tú, no tengas miedo en exceso, es
normal sentir miedo, sobre todo a lo desconocido, pero atrévete, se decidido…
Intentarlo o no intentarlo es la cuestión, puedes no
intentar montar en bici por ejemplo, y no sufrir daño alguno, no caerás, pero si
te atreves a montar en ella, a pesar de tener un poco o mucho de miedo, al
desconocer su dominio, te aseguro, que si perseveras y no decaes en el
pesimismo, terminarás por dominarla como todo un experto, te sentirás
tremendamente feliz y ganarás confianza gracias a ello, gracias a intentarlo,
gracias a atreverte, gracias a creer en ti, en tus posibilidades y en tu
propósito.
Concluyo dando un consejo desde la humildad; no temas a
equivocarte, arriesga cuando así creas que debes hacerlo, sueña a lo grande, no
te estanques y supérate, o al menos inténtalo fervientemente.
Supérate, siempre surgen nuevas metas en nuestro horizonte,
y recuerda una cosa,
¡INTENTARLO O NO INTENTARLO, ES LA CUESTIÓN !
Gracias amigos, hasta pronto. Abrazos!
Frank González
2 comentarios:
Muchas gracias paisano!!!
Soy muy feliz de poder contar con el apoyo de grandes personalidades de mi pueblo, como es el caso de usted, de don José Regueira, de don Pascual Collado, de Don Ricardo Gómez, también nombraré de Don, a dos amigos mios, mejor dicho, dos grande amigos mios, Don Juán José Rondón y Don Guillermo Ruiz Ruiz, y un largo et cetera et cetra de seres que nombraría, que no cesan en el apoyo a un servidor. Gracias señores por vuestra grandeza humana, los comienzos no son sencillos, pero con el calor humano que percibo, me será más fácil continuar hacia adelante con paso firme.
Un gran abrazo Currini, espero poderlo conocer en persona muy pronto y tener la oportunidad de que intercambiemos impresiones de nuestra manera de ver la vda y de nuestra escritura.
Muchas gracias!!!
Gracias paisano!!!
Me estoy leyendo tu libro y tiene historias y relatos muy bonitos, que aunque soy de otra época me hace sentir como si hubiera vividomuchas de las historias que cuentas...
Bueno espero conocerte la próxima vez que venga por Jimena.
Abrazos
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