( Las cosas de Currini)
A veces me da por escribir tonterías o cosas insulsas que a pocas personas
les interesa, pero como ese no es mi problema y ahora tengo todo el tiempo del
mundo para mi solito, me da los mismo lo que os de por pensar.
Lo que menos pensado teníamos era que iba a aparecer un virus que convertido en una enfermedad
epidémica nos iba a traer a todos de cabeza y “el cabroncete” bien que lo está consiguiendo y por lo pronto
a mi me tiene sin salir de casa desde el dia 14 de marzo , ya estamos a 27 de Abril y “sin vender una
puta escoba” en la calle.
Si te pones a ver la tele, el móvil, el ordenador o la table, te das cuenta
que nos están manipulando por todas partes sin querer nadie reconocer y
demostrar que “nos han pillado en
bragas” con un sistema sanitario del que presumíamos como mejor del mundo y
ahora resulta que es “una moñiga de vaca” ( con perdón de ese personal
sanitario, mal pagado y que se está dejando “el pellejo” en salvar vidas,).
Mi vocación siempre fue la de ser médico, pero como en casa no teníamos “un
puñetero duro”, desde pequeño tuve que trabajar en el negocio familiar que era una zapatería artesana y además
enfoqué mi vida a estudiar como pude y trabajar para a fuerza de mucho terminar
mi carrera de Magisterio aunque jamás llegué a ejercer como maestro estatal
porque nunca me preocupé de buscar recomendaciones y entonces eso era lo que
primaba para conseguir las oposiciones, guste o no guste o deje de gustar,
aunque muchos con su esfuerzo pudieron conseguir sus aspiraciones, pero fueron
los menos.
Volviendo al tema del “”bichito en cuestión” os diré que trae de cabeza al
mundo científico para encontrar una vacuna
que medio nos inmunice y podamos salir a la calle y morirnos solamente
unos cuantos de vez en cuando pero no casi todos como está pasando ahora mismo.
La otra parte que está de cabeza son los políticos , que se partieron el
pecho, por conquistar el mando supremo y ahora se estarán acordando de la
hora en que pusieron “toda la carne en
el asador” para conseguir su electorado y gobernar a un País enterito con apoyo de
comunistas e independentistas.
De política , entiendo poco, y creo que es mejor no hablar , pues cuando medio se acabe todo esto, ya tendremos tiempo de que se convoque un referéndum y sacar del
mundo de la política a todos los que ahora van a dejar el país como para que vayamos pidiendo por las calles
como veíamos cuando éramos niños allá por los años 50. Nos merecemos tener
políticos que nos den confianza tanto de izquierdas como de derechas y esto no
lo veo en ninguna de las dos partes de momento.
Dejemos el Coronavirus “ con sus mulas toas” y contemos algo mas agradable que nada tenga
que ver con mascarillas, guantes, papel higiénico y con que sean nuestros hijos los que nos
tienen que hacer la compra y traérnosla a la casa cada vez que lo necesitamos.
Vamos a reunirnos, los que mas o menos tenemos nuestra edad ahora que son
ya unos setenta y tantos tacos y hablemos de nuestras enfermedades de antaño.
Para empezar diremos que lo que mas primaba era la “Beneficiencia” del
Ayuntamiento que nada tenia que ver con
lo que vino después llamado Instituto Nacional de Previsión ó Seguridad Social.
El Golondrino y sus remedios caseros
Sarampión
Las obligadas vacunas
¡!Mama´, mamá…! ….me duele la cabeza y aquella madre te ponía la mano en la
frente y te decía…..! Hijo estás ardiendo de fiebre! Para salir corriendo a casa de la vecina y
pedirle prestada “ la romanita” que sin duda alguna era el termómetro y que no en todas las casas
existía porque no había un puñetero “real”.
Venia tu madre, te colocaba el termómetro y la primera que hablaba era la
vecina que decía este niño está muy mal, así que se buscaba el dinero como
fuese y se llamaba a uno de los médicos del pueblo que con su tranquilidad
llegaba a casa y un vez puesto el
fonendoscopio y metido el rabo de una cuchara en la garganta
decía con bastante parsimonía…. El niño tiene “Paperas”, lo que sucede
es que están empezando. Entonces todo el mundo respiraba tranquilo tras que el
médico decía…. Una semana sin salir a ninguna parte, darle caldito y abrigarle
mucho la garganta. Comenzará a ponérsele gordita la cara pero no pasa nada,
hasta que se cure. Al irse se le pagaban las 6 ó 7 pesetas de la visita y “por
aquí paz y por allí gloria”.
En otras casas sucedia que el niño ó la niña se rascaban más que un mono
con piojos. En la piel les salian unos granitos
que terminaban cayendo como si de “afrecho” se tratase, además de que
les subia bastante la fiebre. En estos casos se ahorraban la visita del médico
porque el diagnóstico estaba asegurado y el tratamiento lo mismo por lo
repetitivo de la enfermedad que sin duda era “Escarlatina” y terminaban todos
los hermanos y primos pringaos con lo mismo durante unos días.
En invierno los catarros y las gripes estaban a la orden del día sobre todo
en los niños que no se nos quitaban las
“mocorras “ nunca y nos limpiábamos a manguetazos en los gerseis aquellos
rasposos que nos hacían nuestras
hermanas en casa. Si nos llevaban al
médico era porque nos subia demasiado la fiebre y había complicaciones con
anginas, asi que te mandaban una caja de inyeccioines de “Pulmohidratol”,
varios tarritos de penicilina y una caja de supositorios.
Otro proceso por el que había que pasar era el sarampión, que se te ponía
el cuerpo rojo, calenturones de mas de 39
y ya sabes… metidito en la cama tomando manzanilla y todo lo que
aconsejaban las vecinas que iban y venían a verte a cada momento. Raras veces
se llamaba al médico porque nos curaban con los remedios caseros y sin salir de
casa, aunque lo transmitíamos a todo el que se acercaba y no lo había pasado
antes.
A la orden del día y ni se consideraban enfermedades eran los “sarnazos”
que cogíamos en las piernas de andar por los barrancos, las postillas en la cabeza del Sol y aquellos
granos de sangre que salian de vez en cuando y que se curaban a fuerza de pan
mojado en azafrán, hojas de San Pedro, cebolla caliente y vuelvo a repetir….” Lo que aconsejaban las
vecinas”.
Con bastante frecuencia, nuestras madres nos decía…--abre la boca y saca la
lengua-- ¡ Que barbaridad! , tienes la
lengua totalmente blanca y eso es sin duda que tienes el estómago sucio y sin
sentirse uno nada de estar enfermo “ te largaban” un purgante y a la media hora estabas cagando más que un
mirlo con el buche lleno de moras. Estos purgantes los había de Carabaña,
pastillitas de chocolate que venían en unas cajitas rojas con letras negras y
los horribles papelillos de “Panacea” y como no nos confinaban en casa pues las
“cagaleras” se repartían por los barrancos y canchos de detrás del pueblo.
Yo de pequeño he tenido de forma crónica en los párpados de los ojos, lo
que hoy llaman los oftalmólogos “
Blefaritis”., pues a mi y a todos los
que como yo teníamos los ojos tan mal de pequeño, nos decían esos son “pitarrosos”
y la verdad que era una palabra que nunca me ha gustado ni de mencionar. Un día
mi padre decidió traerme al oculista Dr. Maza de Algeciras y este hombre acertó
con los colirios y aunque eso no se cura si permite tener los ojos de forma
normal.
Ahora que tanto hablamos de la tan necesaria vacuna para el Coronavirus, me
recuerda aquellas vacunas nuestras que nos solian poner algunas en el colegio
nacional y otras en nuestra propia casa aquellos practicantes tan nuestros como
eran D. José Malagón Galeote y D. Miguel Cuenca Avilés., cuyo olor a medicinas
les precedían por las calles por donde pasaban. Entre las vacunas estaban las
del tifus, La Varicela, La viruela, los resfriados y algunas más que ahora no
me acuerdo, pero la de la Viruela nos dejó marcados a todos en los brazos tanto de hombres como de mujeres.
¿ Y cuando te salía un golondrino….? , veías a esas criaturas con el brazo
levantado y una infección como la de un caballo en el “sobaco” y el diagnóstico siempre era el mismo…..”
Tiene un golondrino” y esas eran las
cosas de antes “ Quillo” que vivíamos de
forma natural y sin confinamientos.
Para dolores, los había de todas las clases, como el “dolor Miserere”, el “Dolor
de Clavo” “ El dolor de “Estógamo”, “El dolor de Barriga” y hasta el “Dolor en
el culo” que después se llamó del “ano”.
Esto comencé a escribirlo cuando estábamos en la fase “O” y ya este lunes
próximo entramos en la fase “2” y todos locos perdidos leyendo “ La Desescalada”
que cada vez nos la ponen distinta y ya
sólo les falta decirnos que “Los pedos” también transmiten el virus y la verdad
no sé ahí donde nos íbamos a poner la dichosa mascarilla.
Bueno, queridos amigos, muchos habréis dejado de leerme a la mitad del
contenido de mis “cosas” y para los que
habeis aguantado hasta el final, habrá sido una tortura pero que le vamos a
hacer, en esto de escribir, cada una “saca la pata “ por donde puede o le
apetece.
Aquí en Torreguadiaro tenemos la playa preciosa y tan límpia que hasta los delfines se nos
van a meter en las casas y no sabemos si
alguien se podrá bañar o no este año, aunque yo pienso que lo mejor es darle un
“a
ñito sabático” al mar y a la arena
para que se reponga del acoso humano en la época veraniega.
Ya no os aburro más, así que un fuerte abrazo virtual.
Currini
No hay comentarios:
Publicar un comentario