viernes, julio 28, 2017

Conociendo España........

28/07/17 | Huertas en el Camino a Caravaca  
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La localidad murciana de Caravaca de la Cruz, con el santuario de la Vera Cruz en lo alto de la colina. JOSÉ FUSTE RAGA AGEFOTOSTOCK

Cinco días a pie o dos en bicicleta. 117 kilómetros entre Orihuela y el santuario de la Vera Cruz, en Murcia. Un paseo que se convierte en rito este año santo.

Este 2017 es un año especial para la pequeña y monumental localidad de Caravaca de la Cruz, en el noroeste de la Región de Murcia. Es año santo en su santuario de la Vera Cruz, un privilegio que le concedió el Vaticano en 1988 para celebrar cada siete años y que comparte con Santiago de Compostela, Roma, Jerusalén o Santo Toribio de Liébana.

Y como no hay año jubilar sin camino de peregrinación, los responsables del proyecto han completado y mejorado la señalización de una ruta de 117 kilómetros para quienes quieran ir a Caravaca a pie o en bicicleta. Se llama Camino de Levante y, aunque no está sustentado en ninguna base histórica, permite completar la aventura a través de pistas sin tráfico, con escaso desnivel y bien señalizadas.

El Camino de Levante a Caravaca empieza en Orihuela, en la misma plaza de la catedral de esta localidad monumental alicantina, muy cerca de los lindes con Murcia. La ruta aprovecha en estos primeros tramos un camino ya existente: el carril peatonal y ciclista que discurre en paralelo al río Segura. Los 24 kilómetros de la primera etapa son llanos y discurren por un paisaje de naranjos, limoneros y frutales cultivados con mimo desde época hispanomusulmana. Es la famosa huerta de Murcia, viva y activa aún en Beniel, en Alquerías y en otras pedanías que atraviesa el Segura, y que se va llenando de chalés y nuevas construcciones conforme uno se aproxima a la capital.

Una vez en Murcia, la señalización dirige al caminante (o al ciclista) hasta la plaza de Belluga, el corazón sentimental de la ciudad, para colocarle al pie de la fastuosa fachada barroca de la catedral. La plaza de Belluga es peatonal, como buena parte del centro urbano, y huele a azahar en primavera. Hay muchas terrazas que invitan a hacer un alto en el camino, pero mi consejo es que, puestos a tapear, es mejor acercarse hasta las cercanas plazas de las Flores y Santa Catalina, para probar una marinera o un pulpo asado, tapas emblemáticas que resucitan a un muerto o a un peregrino.

Etapa 2: Murcia-Alguazas
El Camino a Caravaca sale como entró de Murcia, por la mota del río Segura. El carril sigue cruzando huertas de limoneros hasta la Contraparada, ingenio hidráulico de época también hispanomusulmana por el que se distribuye el exiguo caudal del Segura hacia las dos acequias mayores, la Alquibla y la Aljufía. Aún hoy, mil años después, ambas siguen cumpliendo su misión de repartir el agua por la red de azarbes que como vasos sanguíneos se ramifican hasta el último rincón de la huerta murciana. Después de un laberinto de bancales y sembradíos, la señalización lleva a cruzar Molina de Segura, la que fue capital de la industria conservera, y luego Alguazas.

Etapa 3: Alguazas-Mula
A partir de aquí, el decorado cambia. El Camino de Levante deja por fin el valle del Segura y se adentra en las tierras arcillosas de su afluente, el río Mula, aprovechando la Vía Verde del Noroeste, antigua plataforma de un tren de vía estrecha que unía Murcia con Caravaca y que cerró en 1971. Si hasta ahora lo que rodeaba al peregrino eran verdes frutales, a partir de Alguazas el envoltorio va a ser otro bien distinto. La cuenca del Mula son tierras áridas y arcillosas con escasa vegetación y altamente erosionadas en cárcavas, barrancos y cañones. El tesón del agricultor murciano ha puesto en valor muchos de estos campos gracias al riego por goteo, pero la sensación para el viajero es que camina por un territorio lunar, desolado y de formas caprichosas, sobre todo en el entorno de los Baños de Mula. Se pasa por Campos del Río, por Albudeite —­pequeñas localidades agrícolas— y se llega por fin a Mula, la primera gran ciudad monumental de esta comarca.

Etapa 4: Mula-Bullas
Mula es una notable superposición de viejo urbanismo medieval y caserones dieciochescos. Basta caminar por los barrios altos del pueblo para imaginar lo que sería la villa musulmana de callejuelas y casas de adobe apegadas a los últimos roquedos en torno a la fortaleza de los Vélez, uno de los mejores castillos de Murcia, que domina desde un risco toda la vega del río Mula.

En algunos conventos, como el de la Encarnación, en Mula, acogen a los peregrinos con donativo. En el resto de finales de etapa pensiones, hostales, hoteles u hospederías.
En la zona alta del pueblo se encuentra una de las mejores obras conventuales del barroco murciano: el ­real monasterio de la Encarnación. La media docena de monjas de clausura que quedan en él están muy volcadas con las peregrinaciones a Caravaca y han preparado para este año santo un sencillo albergue de peregrinos dentro del propio convento. Un buen lugar también para aprovisionarse de la repostería conventual que ellas mismas hacen y que venden a través del torno.

Luego viene Bullas, capital de la denominación de origen del vino del mismo nombre, también con un casco urbano interesante y, sobre todo, con varias bodegas que ofrecen visitas guiadas y venden directamente sus caldos al público.

Etapa 5: Bullas-Caravaca
La vía verde sigue su curso. Tras curzar el río Quípar por uno de los nueve puentes que tenía la línea férrea, pasa por las ruinas de Begastri, antigua ciudad íbero-romana, e invita a subir a Cehegín. Las callejuelas medievales del viejo Cehegín forman uno de los entornos urbanos más agradables de la región. Un mar de tejas morunas y tabiques de cal y mampostería apiñado en lo alto del cerro del Puntarrón. Desde los soportales de la plaza de la Constitución, en la cima del promontorio, se tiene una de las mejores vistas.

Y por fin el Camino llega a Caravaca. Pasada la anodina ciudad nueva los pasos se sumergen en el casco histórico. El templo del Salvador —una de las grandes construcciones renacentistas en una región donde casi todo es barroco—, la plaza del Arco, el ayuntamiento, la antigua cárcel… acompañan a los romeros para iniciar la subida hasta el santuario de la Vera Cruz. Allí, rodeado por 14 torreones del antiguo castillo, espera el final del camino: el santuario donde, cuenta la leyenda, en el siglo XIII unos ángeles bajaron del cielo una cruz para que un sacerdote, preso del rey moro, pudiera celebrar la misa y convertir a sus captores. El milagro ha hecho de Caravaca uno de los grandes lugares de peregrinación del mundo. En total, cinco días a pie (uno o dos en bicicleta) por el interior de Murcia para cumplir con un rito que no se repetirá hasta el año 2024.

Fuente: El País

VIAJAR DE TURISMO A LA COMUNIDAD VALENCIANA.

28/07/17 | Descubre los lugares más desconocidos de la Comunidad Valenciana  
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Visitamos los lugares más sorprendentes del Mediterráneo En Vivo. Un recorrido a lo largo de toda la Comunidad para conocer sus costas, su cultura y su gastronomía.

* Las playas
Uno de los mayores exponentes de la Comunidad Valenciana son sus playas, que se extienden desde la Costa de Azahar hasta la Costa Blanca, pasando antes por la Costa de Valencia. De norte a sur y alejadas del bullicio más turístico, se esconden pequeñas calas y extensas playas en las que disfrutar a lo largo del verano.

* Alcalá de Xivert - Alcossebre
En la provincia de Castellón y lindando con la turística Peñíscola se encuentra Alcalá de Xivert - Alcossebre, uno de los pocos municipios que no se encuentra totalmente urbanizado. Abarca más de diez kilómetros de costa con cinco playas de gran calidad valedoras de bandera azul y multitud de pequeñas calas vírgenes.

Entre sus playas destaca la de Las Fuentes, de la que surgen manantiales de agua dulce y que son de gran valor ecológico. De su arena brotan una serie de fuentes procedentes de la Sierra de Irta, que flanquea la pequeña localidad.

* Canet d'en Berenguer
El pequeño pueblo costero de Canet d'en Berenguer se localiza a escasos kilómetros de Valencia capital, colindante con Sagunto. De hecho, la historia de la localidad está estrechamente unida a la de Sagunto desde la época de la romanización, de cuando datan los primeros vestigios de civilización. En el siglo XIV, la localidad hoy conocida como Canet d'en Berenguer pasó a manos de Francisco Berenguer y sus descendientes, de quienes toma su nombre.

Además de Racó de la Mar, su playa galardonada con bandera azul, cuenta con una de las construcciones más singulares de la zona: un faro de 30 metros de altura y con un alcance de 25 millas, que data de 1904. La peculiaridad de este faro es que se encuentra a 300 metros tierra adentro, rodeado de naranjales.

* Pilar de la Horadada
La costa de la Comunidad Valenciana termina en el municipio alicantino de Pilar de la Horadada, una localización clave en tiempos de la Reconquista, época de la que quedan numerosos vestigios en forma de torres de vigilancia al tratarse de un punto fronterizo. A sus extensas playas se une la variedad geográfica, con más de 40 kilómetros de pistas habilitadas para cicloturistas y carriles compartidos que permiten recorrer desde la montaña hasta la playa. De hecho, las rutas y senderos son uno de los mayores exponentes de la localidad en un recorrido de contrastes a través del Río Seco.

* Cultura y gastronomía
La convivencia durante siglos de varias culturas, como la íbera, visigoda, musulmana y cristiana, ha dado lugar a una riqueza arqueológica y arquitectónica digna de ser conocida. Desde pinturas rupestres hasta castillos árabes, el interior de la Comunidad Valenciana esconde grandes tesoros culturales.

* Chulilla
A los pies de un castillo de la época árabe, que todavía conserva casi intactos sus torreones y murallas, se encuentra Chulilla, un pequeño pueblo valenciano de construcción medieval y con vestigios de la Edad de Piedra. Una visita obligada en el interior de la provincia de Valencia para empaparse de historia y naturaleza, ya que en uno de los extremos de la localidad el río Turia ha tallado una inexpugnable hoz de 160 metros de profundidad -sobre la que se alza el castillo que domina la población- que ha dado lugar a la construcción de numerosos puentes colgantes.

En pleno barranco de Falfiguera, en 1998 se descubrieron pinturas rupestres del periodo epipaleolítico (3500-2000 a.C.), con representaciones zoomórficas y antropomórficas, algunas de ellas sin precedentes en todo el Mediterráneo. En Chulilla también pueden encontrarse restos de la Edad de Bronce y de la Edad de Hierro, pertenecientes a poblados íberos.

* Villena
Pasear por el casco histórico de Villena supone remontarse a plena Edad Media. El Castillo de la Atalaya, construido por los árabes en el siglo XII, domina la ciudad. Se trata de una de las construcciones más antiguas de su estilo en España, ya que cuenta con una torre del homenaje de planta cuadrada y dos cuerpos, así como con bóvedas almohades en las cubiertas de las dos primeras estancias, elementos diferenciales de esta edificación.

Sus callejuelas estrechas e irregulares, así como sus construcciones palaciegas propias de la burguesía, le han valido el reconocimiento a esta localidad alicantina como Conjunto Histórico-Artístico.

* Vilafamés
Las estrechas callejuelas tortuosas marcan el trazado urbanístico de la localidad castellonense de Vilafamés, de origen musulmán, época de la que todavía quedan algunos restos, como la cimentación del castillo que corona el cerro sobre el que se erige el municipio. No obstante, los primeros restos de población se remontan al Paleolítico Superior, hallados en un yacimiento ubicado en la Cueva Matutano. Además, en la cavidad de El Tossal de la Font se localizan restos antropológicos de un Homo Sapiens de 80.000 años de antigüedad, mientras que el Abrifo del Castillo y las Rocas de Mallasén cuentan con restos de pintura rupestre.

La gastronomía es otra de las joyas de la corona de este pequeño municipio. Basada en recetas tradicionales, la cocina de Vilafamés es experta en la típica olla, el tombet, la paella o la carne a la brasa con alioli. Y tras una buena comilona, no puede faltar la repostería, entre la que se encuentran los dulces almendrados, critines, pastissos de boniato o el coc de farina.

* Naturaleza
La diversidad paisajística de la Comunidad Valenciana permite pasar en pocos kilómetros de las más escarpadas montañas, repletas de estrechos desfiladeros y paredes rocosas, a kilométricas playas y zonas llanas.

* Montanejos
La Fuente de los Baños, en el municipio castellonense de Montanejos, ha sido muy cotizada desde época árabe. El rey moro Zeit-Abu-Zeit ya era consciente de las propiedades medicinales de las aguas del río Mijares y, según cuenta la leyenda, mandó construir unos baños para que las mujeres de su harén se mantuviesen jóvenes y bellas. Estas propiedades medicinales del agua, que mantiene una temperatura constante durante todo el año en torno a los 25 grados, se han mantenido a lo largo de los siglos y, en la actualidad, han posicionado a esta pequeña población como un destino de turismo de salud.

La peculiaridad del paisaje ha dado lugar a la formación de distintas piscinas naturales, ideales para el baño y con propiedades beneficiosas para la salud. Aguas arriba, a unos 2,5 kilómetros del núcleo urbano y antes de llegar al embalse de Arenoso, se encuentra uno de los mayores atractivos naturales: Los Estrechos. Se trata de un desfiladero de unos 25 metros de ancho y más de 100 metros de altura, convertido en una zona muy cotizada para practicar la escalada y los deportes en aguas bravas.

* Biar
Desde época árabe, la estratégica localización montañosa de la localidad alicantina de Biar ha sido uno de sus elementos diferenciales. Con calles estrechas de trazado irregular, su casco histórico se convierte en uno de los más bonitos de la provincia. Pero fuera del centro urbano, Biar alberga infinidad de rutas y senderos por la Sierra Mariola y una serie de montañas de más de 1.000 metros sobre el nivel del mar y que forman una especie de anfiteatro.

* Alzira
Aunque la ciudad de Alzira posee gran cantidad de patrimonio histórico, como su muralla de época árabe, la ciudad destaca por formar parte de la Ruta de los Monasterios y hallarse en las inmediaciones del denominado Paraje Natural Municipal La Murta, antiguamente conocido como Valle de los Milagros. Este valle se ha caracterizado por sus propiedades medicinales debido a la variedad floral, que ha dado lugar a la fabricación de medicinas naturales.

En la actualidad, un sendero de más de 9 kilómetros recorre el valle, conduciendo al paseante entre una gran variedad de vegetación y edificaciones como el monasterio de Santa María de la Murta, finalizado en 1401. La riqueza paisajística de esta ruta convierte a Alzira en uno de los mayores reclamos naturales de la provincia de Valencia.

Fuente: El Mundo

viernes, julio 21, 2017

LOS PUEBLOS MÁS BONITOS DE ESPAÑA


21/07/17 | Veinte pequeños pueblos que merecen estar entre los más bonitos de España  
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Pazos de Arenteiro- luscofusco
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Viniegra de Abajo, en La Rioja- TURISMO DE LA RIOJA
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Os de Civís, en Lérida- Pedroserafin

* Pazos De Arenteiro, Orense
Cruceros, viñedos, pequeñas iglesias románicas y bellos pazos como el de Los Cervela. Puente del siglo XV (con la cruz del Santo Sepulcro). Encomienda de los templarios, que luego pasó a la de Jerusalén, su esplendor fue durante los siglos XVIII y XIX. A 38 km de Orense. 126 habitantes. Conjunto histórico-artístico.

* Redes, A Coruña
Pequeña villa marinera con el puerto más pintoresco de las Rías Altas y una interesante arquitectura popular. Muchas casas dan sobre la ría con dos entradas, una por la calle que atraviesa el pueblo y otra que hace de embarcadero con escaleras de piedra para resistir el empuje de las aguas, y un pequeño jardín (la ‘rampla’). Algún hórreo y casas modernistas levantadas por indianos a principios del XX. A 45 km de La Coruña. 60 habitantes.

* Bandujo, Asturias
A 37 km de Oviedo. 43 habitantes. Sorprende encontrar un pueblo con tantos hórreos; bajo ellos se guardan rastros o corzas (cestos hechos con ramas de avellano para los útiles del campo). Casas con teitos (tejados de paja). Situado en lo alto, llegó a ser capital de municipio, conservando una cilíndrica torre con escudo, que formaba parte de la antigua fortaleza medieval (siglo XIII). A 37 km de Oviedo. 43 habitantes.

* Carmona, Cantabria
Situado en el valle de Cabuérniga, junto con su barrio de San Pedro es Conjunto Histórico-artístico. Desde la llamada collada, se contempla un paisaje de verdes praderas, salpicadas de pequeños bosques de castaños y robles, destacando los rojos tejados del caserío. Allí se fabrican las más artísticas abarcas de todo Cantabria -de madera de castaño- ideales para caminar por los campos. A 67 km de Santander. 200 habitantes.

* Zerain, Guipúzcoa
Se levanta sobre un espolón rocoso rodeado de blancos caseríos y bosques de hayas, robles y castaños. En las puertas de las casas, flores secas, y cardos, para alejar maldiciones o protegerse de tormentas. El edificio más importante es la casa-torre de Jáuregui con el escudo de los Zerain y al lado una de las mejores iglesias de la provincia.  A 50 km de San Sebastián. 263 habitantes.

* Viniegra de Abajo, La Rioja
Fue lugar visigodo (la antigua Lutia). Se conservan las casas tal como eran, cuando fue rica zona ganadera y vivía de las ovejas (la trashumancia se mantuvo hasta los años sesenta). La carretera es tan bella como peligrosa cuando llueve o nieva. La calle Real atraviesa la población desde la llamada Casa Negra hasta la iglesia de la Asunción (siglo XVI), con interesantes ventanales. Tiene fama su agua de la Fuente de los 4 caños. A 79 km de Logroño. 84 hab.

* La Iglesia del Cid, Teruel
A más de mil metros de altitud, pertenece a la comarca del Maestrazgo. Todo lleva el nombre del Cid, porque aquí -dicen- preparó la conquista de Valencia. Pero, a pesar de las leyendas, nunca llegó a pertenecer al Campeador. Su casco histórico está declarado Conjunto Histórico. A 113 km de Teruel. 462 habitantes.

* Durro, Lérida
Es el mejor conservado de todo el valle del Boí, con calles en cuesta y casas de tejado de pizarra con chimenea y grandes muros de piedra para los rigores del duro invierno. En su iglesia de la Natividad se conserva un interesante retablo barroco. En este valle están los templos románicos más bellos de todo el pirineo, con sus torres lombardas.  A 140 km de Lérida. 105 hab.

*Os de Civís, Lérida
A principios del XX vivían unas 150 familias que tuvieron que ir abandonando el lugar poco a poco. Cuando estaba a punto de quedar abandonado, llegó el milagro, es decir el turismo, y hoy es uno de los más bellos pueblos pirenaicos. Ha estado aislado hasta de la misma provincia leridana a la cual siempre ha pertenecido.  A 131 km de Lérida. 158 habitantes.

* Poza de la Sal, Burgos
Llaman la atención en esta villa medieval, que fue famosa por sus salinas, numerosos escudos nobiliarios, en piedra o madera, por calles y plazas, que pertenecen -casi todos- a los grandes señores de Poza, los marqueses de Rojas. Destaca la iglesia parroquial, gótica del siglo XIV, con altar Mayor y portada barroca. A 44 km de Burgos. 336 habitantes.

* San Martín del Castañar, Salamanca
Su cementerio se halla dentro del antiguo castillo y, con sus altos muros y la torre, da la sensación de que los que allí reposan participaron en alguna batalla. Al lado, una de las más antiguas plazas de toros de España, con burladeros de piedra.  A 71 km de Salamanca. 257 habitantes. Conjunto Histórico-artístico.

* Jorquera, Albacete
Cuando los moros se fueron de este lugar de la hoz del Júcar, se lamentaban porque lo dejaban ‘mejor que era’, y con el nombre de Jorquera se quedó. Medio olvidado en una carretera comarcal se pasa casi sin darse cuenta porque se va pendiente de la espectacular garganta y se olvida de mirar hacia lo alto. A 37 km de Albacete. 408 habitantes.

* Majaelrayo, Guadalajara
Es uno de los llamados ‘pueblos negros’ (por el color de sus tejados). Situado al noroeste de la provincia, es el mejor conservado de todos, por ser el más metido en la sierra, a 1.182 metros de altitud. Debe su nombre a que eran fuertes las tormentas. A 68 km de Guadalajara. 51 habitantes.

* Tabarca, Alicante
La isla mide 1.800 metros de longitud y 400 de anchura, y es la única habitada de la Comunidad valenciana. Sorprende, como flotando sobre el mar, desde la borda del barco. Unas cuantas casas bajas que se levantan dentro de una fortaleza con una única calle, a la que se accede por la puerta de San Miguel. A hora y media de Alicante (en barco). 59 habitantes. Conjunto Histórico-artístico.

* Castielfabib, Valencia
Destaca sobre las casas la impresionante mole de la iglesia, templo-fortaleza de varias plantas (la última, la iglesia) levantado en época medieval y reconstruido a principios del XIX. Desde allí se contempla una excelente vista. Rodeado de tierras castellanas y aragonesas, permanecen vinculados al Reino de Valencia desde la Reconquista. A 43 km de Teruel y 141 de Valencia. 453 habitantes.

* Ohanes, Almería
En el Parque Nacional de Sierra Nevada. A casi mil metros de altitud, es como una mancha blanca en la ladera de la montaña y parece casi vertical; tanto que, en el cementerio, dicen que entierran a los muertos de pie. Rodeándolo bancales de viñas y también almendras y nuevos cultivos de tomates y habichuelas. A 52 km de Almería. 696 habitantes.

* Castaño de Robledo, Huelva
Pueblo auténticamente medieval, ha sido descubierto, como otros de la sierra, antes por los extranjeros (sobre todo ingleses) que por los españoles. Sus bosques de robles y castaños han dado nombre a la localidad que tiene un enorme templo neoclásico -que sorprende en un lugar como éste- y casas señoriales de los siglos XVII y XVIII. A 113 km de Huelva. 211 habitantes. Conjunto Histórico-Artístico.

* Sabinosa, El Hierro
En las casas antiguas hay pequeñas cruces de madera: las llamadas ‘crucitas de difuntos’, que se colocaban cuando fallecía alguien (cuanto más antigua, mayor número de ellas). Es pueblo de casas blancas, calles estrechas y pendientes... e increíble cielo azul. Las aguas de su pozo de la salud curan enfermedades. A 41 km de Valverde. 310 habitantes. El pueblo más occidental de Canarias.

* Bentacuria, Fuerteventura
Fue la primera capital que tuvo la isla. Su nombre se debe a Juan de Bethencourt, quien consiguió en 1404 ser nombrado rey de Canarias. Las invasiones berberiscas que sufrió la isla hicieron que no quedara gran cosa de lo levantado en época de la Conquista. A 28 km de Puerto del Rosario. 733 habitantes.

* Acebo, Cáceres
El silencio es lo primero que llama la atención en estos pueblos de la Sierra de Gata... aquí solo roto por el repiqueteo de las mujeres que hacen bolillos a la puerta de sus casas. Es el pueblo de la sierra que mejor ha sabido conservar esta artesanía. A 108 km de Cáceres. 590 habitantes.

Fuente: ABC

miércoles, julio 12, 2017

¿ Quien es......?......... !sabañones en tus pies !



Hace tiempo que no reflexiono en mi blog, y es que ya el móvil, la table y el Facebook, nos está ocupando parte de las actividades diarias y nos hace olvidar otras, como es el sentarme a reflexionar un poco en este blog mio, tan familiar y que me abrió las puertas al ciberespacio de la comunicación coloquial con los amigos de antaño y con los nuevos de ahora.

Me acabo de poner la mano en la frente y la verdad no tengo fiebre pero recien  llegado de la playa y  después de  haber  almorzado, se apatece más sentarse en el sofá, que escribir a reflexionar, pero es conveniente no darnos ese placer y así se pasa el tiempo de "la gabiarra - la paloma" y podemos bajar de nuevo a la playa.

El sofocante calor me hace pensar en aquellos tiempos en que los inviernos en Jimena eran sumamente frios y no habia calefactores, estufas ó aires acondicionados que  nos hiciesen llevar la vida mejor ante el frio y las intensas lluvias  de la estación gris.

Los niños estábamos siempre jugando con el agua de las   regueras  que corrian por el centro de nuestras calles o en las pozas de detrás del llanito, sin importarnos el frio, sin darnos cuenta de que nuestras manos , nuestros pies y nuestras orejas estaban heladas como el mármol.
Después del frío nos metiamos en casa donde la "copa-brasero" hacia el resto de su cometido en hincharnos las manitas y los piés para acabajar cuajados de los malditos sabañones que tanto picor nos proporcionaban,
No solo los niños y niñas éramos los que recibiamos este mal, sino que habia muchas mujeres que lavaban la ropa en el invierno con aquel agua fria, o que fregaban o que "jocifaban" para después calentarse con el calorcillo de las piconadas de nuestros braseros y de esta forma cuajarse de sabañones y "cabrillas".

Incluso habia hombres que estaban aquejados de  este mal a causa del frio y de sus mala circulación sanguínea Recuerdo a mi tio Fajardo que tenia los dedos de las manos hinchadas y hasta se le ponian azules por lo que usaba unos dediles hechos de cuero a falta de guantes en aquella época de penurias invernales.

Sería por mi genética circulatoria, yo era uno de los chiquillos que mas sufrió por este mal y siempre tenia en invierno mis manitas y mis pies inflados y para que decir de mis grandes orejas gorditas y picantonas. Este mal lo padeciamos en casa casi todos y mi hermana Juana  sufria más porque se le hacian úlceras en los dedos.

El contraste de este calor que tenemos, es lo que me ha hecho pensar en los malditos sabañones de mi infancia y que los que no lo padecian, ni siquiera recordarán, pero fue cierto que existieron y espero que no vuelvan nunca ás porque no lo deseo para nadie.

Siempre preguntaba a los mayores si habia algún remedio para cural mi mal de los sabañones y muchos me decian que se curaban con "polvitos de mayo" y tan tonto era uno que cuando llegaba mayo me iba a la vereda donde habia un polvillo fino y me restregaba las manos, sin darme cuenta de que ya en mayo los sabañones desaparecian por si sólos debido al calorcillo imperante.

Otro remedio era fastiar a los vecinos, por lo que tocábamos los "picaportes" de las puertas y cuando se oía dentro decir....¿ Quien es.....?-- deciamos .... !!!sabañones en tus pies !!!! y saliamos corriendo porque decian que  los sabañones se les pasaba a los dueños de estas casas...

Como veis,ya os he contado mi reflexión en mi blog de siempre y como se me ha pasado "la gabiarra" puedo tomarme un té desteinado e irme para la playa.

Espero que los que al menos tuvieron sabañones alguna vez, le den al "Me Gusta" de mi nefasto relato.
Un abrazo
Currini
             http://www.home-remedies-for-you.com/es/remedy/Chilblains.html