El Ejecutivo mantiene su apuesta por elevar la edad de jubilación de los 65 a 67 años
Fecha de publicación: 17 de noviembre de 2010
Fecha de publicación: 17 de noviembre de 2010
El Pacto de Toledo acelerará sus trabajos sobre la reforma de las pensiones para concluirlos en diciembre. De ahí surgirá un documento de recomendaciones que sirva de base para la negociación del Gobierno con los agentes sociales en los dos primeros meses del año, periodo tras el cual se presentará un proyecto de ley de reforma del sistema de pensiones "no más allá" de abril, señaló el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez.
El ministro negó que este calendario suponga un "retraso" en los planes del Gobierno y subrayó su intención de alcanzar un acuerdo con todos. "El Gobierno cree que es posible", incidió el ministro. Además, el Ejecutivo mantiene su apuesta por elevar la edad de jubilación de los 65 a 67 años y considera que debe ser incorporada a la recomendaciones tal y como la ha planteado el Gobierno hasta ahora para "afrontar el reto demográfico". "Si cada vez se vive más, es evidente que el esfuerzo debe agrandarse y no hay forma de desconocer este reto a medio y largo plazo", remarco Gómez, si bien destacó la "actitud abierta" del Gobierno en este asunto.
El retraso de la edad de jubilación se ha emprendido por muchos países europeos, que han establecido periodos transitorios más o menos largos. España parte con la ventaja de tener una de las edades reales de retiro más elevadas de Europa. En concreto, 63 años y 10 meses, cuando países como Francia no llegan a los 60. En la comisión parlamentaria se barajan medidas para retrasar la jubilación sin tocar la edad legal de 65 años. La más efectiva de todas podría ser elevar de 35 a 38 años el tiempo de cotización para percibir una pensión completa. Quien no los cumpliera tendría penalizaciones, que ahora son del 2% o del 3% por cada año que falta para alcanzar los 35.
Otra medida que tendría efecto inmediato es subir de 15 a 17 años el periodo mínimo de cotización para tener derecho a una pensión -muy recortada por la penalizaciones-, sólo tres años después de que se decidiera subirla de 12,5 a 15 años. También es más que probable que se pacten nuevos incentivos para los trabajadores que sigan con su actividad más allá de los 65 años.
El ministro negó que este calendario suponga un "retraso" en los planes del Gobierno y subrayó su intención de alcanzar un acuerdo con todos. "El Gobierno cree que es posible", incidió el ministro. Además, el Ejecutivo mantiene su apuesta por elevar la edad de jubilación de los 65 a 67 años y considera que debe ser incorporada a la recomendaciones tal y como la ha planteado el Gobierno hasta ahora para "afrontar el reto demográfico". "Si cada vez se vive más, es evidente que el esfuerzo debe agrandarse y no hay forma de desconocer este reto a medio y largo plazo", remarco Gómez, si bien destacó la "actitud abierta" del Gobierno en este asunto.
El retraso de la edad de jubilación se ha emprendido por muchos países europeos, que han establecido periodos transitorios más o menos largos. España parte con la ventaja de tener una de las edades reales de retiro más elevadas de Europa. En concreto, 63 años y 10 meses, cuando países como Francia no llegan a los 60. En la comisión parlamentaria se barajan medidas para retrasar la jubilación sin tocar la edad legal de 65 años. La más efectiva de todas podría ser elevar de 35 a 38 años el tiempo de cotización para percibir una pensión completa. Quien no los cumpliera tendría penalizaciones, que ahora son del 2% o del 3% por cada año que falta para alcanzar los 35.
Otra medida que tendría efecto inmediato es subir de 15 a 17 años el periodo mínimo de cotización para tener derecho a una pensión -muy recortada por la penalizaciones-, sólo tres años después de que se decidiera subirla de 12,5 a 15 años. También es más que probable que se pacten nuevos incentivos para los trabajadores que sigan con su actividad más allá de los 65 años.
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