Esta especie, originaria del suroeste atlántico, se caracteriza por un tamaño medio de ración y unos valores nutricionales similares a los de la merluza
La exposición de un nuevo pescado en los mostradores de las pescaderías puede ser, en ocasiones, motivo de desconfianza. Sin embargo, detrás del "marujito", una especie novedosa para el consumo humano, originaria del suroeste atlántico -a la altura de la Patagonia-, se esconde un pescado con unas cualidades nutricionales muy similares a las de otras especies marinas consideradas como pescado blanco o magro. Por un lado, las cualidades nutricionales relativas a su escaso aporte graso y su contenido en proteínas de alto valor biológico hacen que el marujito pueda valorarse como una opción más al articular un menú variado y equilibrado. Por otro lado, los análisis a los que se ha sometido una muestra de esta especie para garantizar la seguridad e higiene alimentaria dan cuenta de una escasa presencia de contaminantes y parásitos y, por tanto, con el mismo grado de riesgo que cualquier variedad de pescado de las mismas características.
El marujito se conoce con el nombre científico de "Patagonotothen ramsayi", de la Familia de los "Nototheniidae". Según el Atlas de Sensibilidad Ambiental de la Costa y el Mar Argentino, es una especie con un cuerpo robusto, ligeramente comprimido y con escamas pequeñas que cubren todo su cuerpo, a excepción de la zona ocular y del hocico. De igual modo, se le pueden distinguir dos líneas, más o menos intensas, que recorren ambos laterales desde la cabeza hasta la aleta caudal.
Su coloración es pardo-dorada, más oscura hacia la cabeza y más clara en la región ventral. En cuanto a su tamaño, aunque puede alcanzar 40 cm, los especímenes más habituales rondan de 25 a 30 cm. Respecto a sus cualidades organolépticas, su carne de color blanco es consistente, de olor suave poco intenso y su sabor, según matices, puede recordar al de la merluza, salmonete o bacalao.
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La exposición de un nuevo pescado en los mostradores de las pescaderías puede ser, en ocasiones, motivo de desconfianza. Sin embargo, detrás del "marujito", una especie novedosa para el consumo humano, originaria del suroeste atlántico -a la altura de la Patagonia-, se esconde un pescado con unas cualidades nutricionales muy similares a las de otras especies marinas consideradas como pescado blanco o magro. Por un lado, las cualidades nutricionales relativas a su escaso aporte graso y su contenido en proteínas de alto valor biológico hacen que el marujito pueda valorarse como una opción más al articular un menú variado y equilibrado. Por otro lado, los análisis a los que se ha sometido una muestra de esta especie para garantizar la seguridad e higiene alimentaria dan cuenta de una escasa presencia de contaminantes y parásitos y, por tanto, con el mismo grado de riesgo que cualquier variedad de pescado de las mismas características.
El marujito se conoce con el nombre científico de "Patagonotothen ramsayi", de la Familia de los "Nototheniidae". Según el Atlas de Sensibilidad Ambiental de la Costa y el Mar Argentino, es una especie con un cuerpo robusto, ligeramente comprimido y con escamas pequeñas que cubren todo su cuerpo, a excepción de la zona ocular y del hocico. De igual modo, se le pueden distinguir dos líneas, más o menos intensas, que recorren ambos laterales desde la cabeza hasta la aleta caudal.
Su coloración es pardo-dorada, más oscura hacia la cabeza y más clara en la región ventral. En cuanto a su tamaño, aunque puede alcanzar 40 cm, los especímenes más habituales rondan de 25 a 30 cm. Respecto a sus cualidades organolépticas, su carne de color blanco es consistente, de olor suave poco intenso y su sabor, según matices, puede recordar al de la merluza, salmonete o bacalao.
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