Conviene ser prudente con el consumo de dulces típicos navideños con antelación para no desequilibrar la dieta y la salud
El consumo excesivo de polvorones, turrones, mazapanes y demás dulces navideños desde la primera semana de diciembre podría tener una repercusión notable en la dieta diaria y en el peso. La afición anticipada por los dulces puede alterar parámetros bioquímicos relativos a enfermedades crónicas como la diabetes, la hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia.
Autor: Por ELENA PIÑEIRO / MAITE ZUDAIREÚltima actualización: 7 de diciembre de 2010
El impulso y la tentación
Adelantar la Navidad en la mesa es una práctica habitual. Los escaparates de panaderías y establecimientos especializados exhiben a comienzos de diciembre turrones y mazapanes, a los que resulta difícil resistirse. Sin embargo, conviene aplicar el sentido común al consumir estos manjares de temporada. Hay que disfrutar con moderación, debido a su alto contenido en calorías, grasas y azúcares. La compra anticipada de los productos típicos navideños no debe ser una excusa para el consumo exagerado de estos dulces. "Cada cosa a su tiempo", reza este dicho de la sabiduría popular, que adquiere gran sentido al plantearse las costumbres alimentarias en el último tramo del año. A primeros de diciembre, es aconsejable comenzar a preparar la despensa. Se pueden consumir algunos productos tradicionales que es difícil encontrar en otras temporadas, pero sin abusar.
El consumo excesivo de polvorones, turrones, mazapanes y demás dulces navideños desde la primera semana de diciembre podría tener una repercusión notable en la dieta diaria y en el peso. La afición anticipada por los dulces puede alterar parámetros bioquímicos relativos a enfermedades crónicas como la diabetes, la hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia.
Autor: Por ELENA PIÑEIRO / MAITE ZUDAIREÚltima actualización: 7 de diciembre de 2010
El impulso y la tentación
Adelantar la Navidad en la mesa es una práctica habitual. Los escaparates de panaderías y establecimientos especializados exhiben a comienzos de diciembre turrones y mazapanes, a los que resulta difícil resistirse. Sin embargo, conviene aplicar el sentido común al consumir estos manjares de temporada. Hay que disfrutar con moderación, debido a su alto contenido en calorías, grasas y azúcares. La compra anticipada de los productos típicos navideños no debe ser una excusa para el consumo exagerado de estos dulces. "Cada cosa a su tiempo", reza este dicho de la sabiduría popular, que adquiere gran sentido al plantearse las costumbres alimentarias en el último tramo del año. A primeros de diciembre, es aconsejable comenzar a preparar la despensa. Se pueden consumir algunos productos tradicionales que es difícil encontrar en otras temporadas, pero sin abusar.
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