La "ruidosa comitiva" partió a las 12 del mediodía desde la plaza de Andalucía y recorrió varias calles de la localidad hasta llegar al Llano Amarillo
Europa Press | Actualizado 05.01.2012 - 18:00
Uno de los niños participantes en el tradicional arrastre de latas en Algeciras. /Erasmo Fenoy
Miles de niños han salido este jueves a la calle en Algeciras para evitar que los Reyes Magos se duerman participando en el tradicional arrastre de latas, que está considerado una 'Fiesta Singular'.
Según ha indicado el Consistorio algecireño en un comunicado, la «ruidosa comitiva» ha partido a las 12,00 horas desde la plaza de Andalucía y ha recorrido varias calles de la localidad hasta llegar al Llano Amarillo, lugar en el que han dado la bienvenida a los Reyes Magos de Oriente, que han llegado en barco y han logrado reunir en esa zona a «unas 13.000 personas».
Allí, el alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, ha hecho entrega a Melchor, Gaspar y Baltasar de una simbólica llave que «abre todas las casas de la ciudad» y puedan entregar sus regalos a cada niño.
Según la leyenda popular, esta tradición se inició en una época de penurias económicas, cuando los Reyes Magos no dejaron juguetes en la ciudad y los padres dijeron a sus hijos que los de Oriente se habían quedado dormidos. Desde entonces, los niños arrastran miles de latas con la idea de hacer mucho ruido y evitar que los Reyes vuelvan a olvidarse de su ciudad.
Según ha indicado el Consistorio algecireño en un comunicado, la «ruidosa comitiva» ha partido a las 12,00 horas desde la plaza de Andalucía y ha recorrido varias calles de la localidad hasta llegar al Llano Amarillo, lugar en el que han dado la bienvenida a los Reyes Magos de Oriente, que han llegado en barco y han logrado reunir en esa zona a «unas 13.000 personas».
Allí, el alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, ha hecho entrega a Melchor, Gaspar y Baltasar de una simbólica llave que «abre todas las casas de la ciudad» y puedan entregar sus regalos a cada niño.
Según la leyenda popular, esta tradición se inició en una época de penurias económicas, cuando los Reyes Magos no dejaron juguetes en la ciudad y los padres dijeron a sus hijos que los de Oriente se habían quedado dormidos. Desde entonces, los niños arrastran miles de latas con la idea de hacer mucho ruido y evitar que los Reyes vuelvan a olvidarse de su ciudad.
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