viernes, febrero 22, 2019

DIERENTES FORMAS DE VIVIR EL CARNAVAL EN ESPAÑA



22/02/19 | Los antruejos toman León  
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Carnaval de Velilla de la Reina - ICAL
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Villalfafeide ha recuperado la tradición de los caretos de carnaval - ICAL
En la provincia leonesa hay muchas formas de vivir el Carnaval. Al más colorido y actual, a la originalidad y la juerga de las comparsas, se suman otras representaciones que hunden sus raíces en la historia, que tienen mucho de simbolismo y folklore. En los pueblos se mantienen los antruejos, se celebra la tradición, antiguos ritos y costumbres escenificadas por personajes singulares. Destacan la Zafarronada de Riello; los Zamarrones o el Antruido de Riaño; los Antruejos de Velilla de la Reina; los Jurrus y Castrones de Alija del Infantado; la Mascarada de Invierno de La Cuesta (La Cabrera); los Antruejos de Cimanes de Tejar; los de Llamas y Carrizo de la Ribera; el Antroido del Bierzo; el Carnaval Tradicional de Santa Olaja de Eslonza; los Caretos de Villalfeide o el Carnaval Tradicional de Pozo de Cabrera.

Las particularidades de algunos de ellos los han hecho merecedores de ser declarados Fiesta de Interés Turístico, unen al pueblo en la representación, y sirven de reclamo para muchos visitantes, que se acercan curiosos a conocer y disfrutar de sus especiales características. Durante los últimos años, una representación de estos antruejos sale a desfilar también en la capital en un intento de preservar las costumbres y darles la visibilidad y el valor que merecen, y se han llevado también a diferentes ferias de turismo o a Portugal. Y es que en el vecino país luso también han despertado un gran interés.

En Velilla de la Reina -donde está prevista la construcción de un Museo Transfronterizo de la Mascarada Ibérica- el sábado y domingo de Carnaval toman sus calles los guirrios, los toros o las gomias, que interpretan su papel y cumplen con la tradición, acompañados por otros personajes de origen arcaico y dispar. En él encontramos la representación de una serie de ritos antiquísimos, celtas o prerromanos, e incluso prehistóricos, actos que hacen referencia a la fertilidad de la tierra y de la mujer, la veneración de los animales y del toro como semental o el culto al fuego.


Singularidad
Destaca también por su singularidad el Antruejo de Llamas de la Ribera, donde la gran fiesta es el domingo. Aquí, a los guirrios con sus cencerros a la cintura, sus máscaras adornadas con grandes abanicos de colores, sus vejigas y sus tenazas, se suman el toro, la gomia, las madamas, la rosita, o el diablo. La celebración consiste en un gran baile en el que se combinan los diferentes seres fantásticos y que sobrepasa lo folclórico, ya que su origen tiene mucho que ver con ritos de fertilidad del campo o la celebración de la naturaleza.

Son muchos los pueblos de León que mantienen desde hace años su tradición carnavalesca, como Alija del Infantado, donde los jurrus danzan entre el barullo y el fuego y representan una batalla entre el bien y el mal. Otros, la perdieron y recuperaron, como en el caso de Riaño o en el de Riello, donde la fiesta, su Zafarronada, se ha retomado con el tiempo y se celebra alrededor de una hoguera en la que se dan cita las máscaras y se mezclan diferentes personajes. Todos ellos aportan originalidad, una visión diferente del Carnaval en la que lo antiguo, la tradición, comparte protagonismo con lo nuevo.

Fuente: ABC

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