TRADICIONAL CARRERA DE CINTAS A CABALLO EN SAN PABLO DE BUCEITE.
Estoy leyendo en TioJimeno el programa de la Feria de San Pablo 2007 y cuando he llegado a “La tradicional carrera de cintas a caballo”, sin poder evitarlo, se ha puesto en funcionamiento mi tosca máquina de recordar esos momentos vividos con tanta intensidad en Jimena.
Contaba yo entonces con sólo ocho años y habia dos cosas que me apasionaban con locura, la primera eran las “carreras de cintas a caballo” y la segunda “La Cucaña” y me había enterado que en SAN PEDRO ( como se llamaba a la festividad de San Pablo de Buceite) habia por la tarde estas dos cosas y además un partido de futbol.
Estuve toda la semana dando la lata a mis padres para que me dejasen ir a San Pablo y cuando ya pensaba que todo estaba perdido escucho a mi tía Encarna La Grande decirle a mi madre que no me debia dejar de ir porque era muy pequeño y me podria pasar algo,pero mi sorpresa fue cuando mi madre (que era estupenda) dijo pues no quiero darle mas malos ratos así que lo dejaré ir para que vea Las Cucañas y La Carrera.
Llegado aquel 29 de Junio de 1954,después de almorzar, me lavé corriendo, me encasqueté el trajecito dominguero y mis zapatos nuevos y, mi madre en la cocina me tenía preparada una caja de zapatos que contenía dos rebanadas de pan, un chorizo, un trozo de queso de cabra durísimo y un plátano ,se cerró la caja y se amarró con una cuerda trenzada (de pita) y con élla debajo de mi brazo izquierdo me puse delante de mi padre……. Que me dio dos besos y me dijo…. Currini….ten cuidado que no te pisen los caballos ni te den algún balonazo, te doy tres duros uno para el coche para allá, otro para el coche de regreso y otro para lo que quieras, pero a las diez has de estar aquí.
Salí corriendo calle abajo y al llegar al Callejón del Pósito, justo en la puerta de “Los Giles” miro hacia detrás y veo que mis padres no estaban mirando, asi que bajé por el Callejón, enfilé por el “Paseo Cristina”,paso junto al “Chorrito”, bajo hasta la vereda del “Llanito” y continuo por detrás de la calle Quirós dejándome a la derecha el huerto del “Tio Pipí” por lo que a travesé el arroyo “Del Tio Minino”. Y ya en la “Vereda de las Pitas” estaba viendo “ El Puente de los Cuatro Ojos”.
Eran las tres de la tarde y el sol insoportable, pero….¿ y.. las cinco pesetas que me estaba ahorrando…?, así que el pensar aquello me daba ánimos de continuar de prisa porque a las cinco comenzaba el futbol y por otro lado el chorizo y el queso empezaron a oler fuera de la caja.
Pasé por el “Huerto de Jiménez” y me refresqué en un arroyo con charquitos que tuve que atravesar hasta subir al “Puerto de la Autora”,continuando por “La Cañada Real” (Aquí mi padre me habia contado que cuando estaban las aceitunas para cogerlas,venia casi todo el pueblo a llevárselas para mitigar un poco la hambruna ya que la Cañada era de todos). Llegué a un recodo cerca de la carretera y en un pilar de agua con un chorro estupendo, me lavé la cara y bebí agua con las manos ( Estaba encargado por mis padres que lo hiciese así por aquello de las “sanguijuelas”).
El letrero decía…”Peaton en carretera circula por la izquierda”, seguí por la carretera pasando cerca de la “Huerta Cigales” y ya estaba en la única calle de San Pablo.
Me senté en una sombra y por seis reales me compré una “gaseosa” de las de la Estacion de Jimena a un hombre que las vendia dentro de un cubo con hielo y terminado el futbol después de muchos preparativos como colocación de los postes y del cable con las cintas y las “argollitas” colgando, dieron el pistoletazo de salida varias veces por descalificaciones hasta que comenzó y pudimos verlas en su totalidad detrás de las cuerdas que a lo largo de la calle había y yo disfruté como un “enano” viendo la entrega de trofeos. Después me compré una “manzana caramelizada” pinchada en un palo que vendia una señora mayor con un delantal blanco y que valia dos reales pero que comido el caramelo no había nadie capaz de comerse la manzana de fuerte y dura que estaba. En la misma calle Central, colocaron aquel poste lleno lleno de grasa negra y en la punta se veía un billete grande que no había forma de alcanzarlo por mucha arena que se ponian en las manos pero que al final lo lograron precisamente unos que eran primos de aquí de Jimena y que vivían por el “Matarrocín”.
Sólo me queda comentar a los “Sampableños” que pueden porner con orgullo aquello de “TRADICIONAL “ en sus Carreras de Cintas a Caballo pues lo que he contado hace tan sólo la friolera de 53 años y seguro que existen allí desde hace más años por lo que el calificativo de “Históricas” no le vendría muy mal.
Por aquellas fechas se dieron estas carreras en Jimena en La Cruz Blanca, en el Traje Llano y la última que yo ví fue en la Romeria de Nuestra Señora de Los Angeles en Marchenilla.Bueno fui a la turronería de Miguel el Turronero, cogí mi caja de zapatos y cerca de una fuente que había en la calle, me senté en un escalón y di cuenta del chorizo, el queso y el plátano y después de darme una vuelta escuchando la música de un baile (recinto de madera con un tablao donde estaban los músicos), fui a la salida de San Pablo donde estaban los coches y dándole el “duro” a Juan León, me metí achuchado como pude en el taxi y regresé a Jimena donde ya estaban desesperados esperándome mis padres
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