El grupo realizaba entre dos y tres viajes a la comarca para surtirse de mercancía
Redacción / Algeciras | Actualizado 18.08.2012 - 12:20
La Guardia Civil ha desarticulado una red de contrabando de tabaco que operaba entre el Campo de Gibraltar y la Sierra de Cádiz con la detención de 15 personas y la incautación de 32.000 cajetillas de tabaco, 55.000 euros, diez vehículos, 15 teléfonos móviles y abundante documentación de contabilidad que evidenciaba el volumen del negocio que desarrollaban.
La operación Yankee ha desmantelado una trama dedicada al contrabando de tabaco proveniente de Gibraltar y que se servía de pisos nido donde se almacenaban las cajetillas. Estaban asentados en la Sierra de Cádiz y contaban con cuatro domicilios -en Villamartín y Coto de Bornos- donde supuestamente se guardaba y vendía.
La Guardia Civil detalló que las investigaciones desvelaron que lo que en principio podría parecer un grupo de personas dedicado a vender tabaco a consumidores a pequeña escala se trataba en realidad de una organización estructurada y jerarquizada, que realizaba entre dos y tres viajes al Campo de Gibraltar para abastecerse de tabaco, transportando en cada viaje alrededor de 25 cajas de tabaco, es decir, 12.500 cajetillas de distintas marcas comerciales, con un precio en el mercado que oscilaría entre 35.000 y 45.000 euros, lo que supone un volumen de negocio que rondaría los 120.000 euros semanales. El grupo tomaba precauciones como el uso de coches lanzadera o de alquiler para ir de la comarca campogibraltareña hasta la Sierra.
Además de guardar el tabaco para abastecer a compradores intermedios, como establecimientos de hostelería o kioscos, desde estos domicilios se estaba vendiendo tabaco a consumidores finales. En el transcurso del operativo, los guardias civiles identificaron al supuesto cabecilla de la organización, el cual se encargaba de organizar, controlar y dirigir todas las transacciones de tabaco. Para dirigir la organización se apoyaba en dos colaboradores principales, los cuales eran los encargados de ejecutar las entregas de tabaco de contrabando.
Estas tres personas formarían la columna vertebral del entramado investigado, realizando en algunas ocasiones directamente las transacciones de tabaco. Estas personas vivían holgadamente, con viviendas propias, manejando numerosos vehículos y haciendo alarde constantemente en locales públicos de grandes cantidades de dinero, a pesar de no tener ingresos reconocidos.
La operación Yankee ha desmantelado una trama dedicada al contrabando de tabaco proveniente de Gibraltar y que se servía de pisos nido donde se almacenaban las cajetillas. Estaban asentados en la Sierra de Cádiz y contaban con cuatro domicilios -en Villamartín y Coto de Bornos- donde supuestamente se guardaba y vendía.
La Guardia Civil detalló que las investigaciones desvelaron que lo que en principio podría parecer un grupo de personas dedicado a vender tabaco a consumidores a pequeña escala se trataba en realidad de una organización estructurada y jerarquizada, que realizaba entre dos y tres viajes al Campo de Gibraltar para abastecerse de tabaco, transportando en cada viaje alrededor de 25 cajas de tabaco, es decir, 12.500 cajetillas de distintas marcas comerciales, con un precio en el mercado que oscilaría entre 35.000 y 45.000 euros, lo que supone un volumen de negocio que rondaría los 120.000 euros semanales. El grupo tomaba precauciones como el uso de coches lanzadera o de alquiler para ir de la comarca campogibraltareña hasta la Sierra.
Además de guardar el tabaco para abastecer a compradores intermedios, como establecimientos de hostelería o kioscos, desde estos domicilios se estaba vendiendo tabaco a consumidores finales. En el transcurso del operativo, los guardias civiles identificaron al supuesto cabecilla de la organización, el cual se encargaba de organizar, controlar y dirigir todas las transacciones de tabaco. Para dirigir la organización se apoyaba en dos colaboradores principales, los cuales eran los encargados de ejecutar las entregas de tabaco de contrabando.
Estas tres personas formarían la columna vertebral del entramado investigado, realizando en algunas ocasiones directamente las transacciones de tabaco. Estas personas vivían holgadamente, con viviendas propias, manejando numerosos vehículos y haciendo alarde constantemente en locales públicos de grandes cantidades de dinero, a pesar de no tener ingresos reconocidos.
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