La casa del coño de la Bernarda
Bastantes más de cuatro golfos bajo un mismo techo, sin contacto (ni ganas) con la realidad social andaluza, componen la trama de "La casa del coño de la Bernarda" en la que un personaje autoritario con discutibles valores morales impone un rirugoso luto informativo sobre los mangoneos caseros a fin de mantener ante el pueblo la hipócrita simulación de armonía que, sin embargo, se verá alterada por la presencia de una mujer, la juez Mercedes Alaya y la inesperada actitud rebelde de la menor que se enfrenta a la opresión progenitora bajo el grito revolucionario de ¡Viva la disco!
Nota de la redacción: En la imagen faltan muchos personajes de la obra, pero sin duda que echarán a faltar a una de las hijas. La niña está de portavoz del PSOE en la comisión parlamentaria andaluza que investiga, entre otras cosas, cómo es posible que varios familiares de dirigentes socialistas se hayan pre jubilado en una empresa en la que nunca han trabajado.
Otra nota: Había puesto en palabras clave unos enlaces a informaciones periodísticas sobre la casa, pero he decidido eliminarlos por cansinos y por lo improbable de que sirvan para ilustrar a quienes aún no se han enterado de qué va esta entrada.
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