martes, septiembre 04, 2007

UN MAL DIA EL DE HOY........

MUCHAS GRACIAS PEPÍN.........

A veces, no sé si esto de pensar en voz alta es bueno o perjudicial, pero lo cierto es que hoy me siento afligido porque ayer tras una fallida intervención quirúrgica, nos ha abandonado para siempre Miguel Vega, un contratista de obras, que vivía en un chalet un poco mas arriba de mi apartamento y tanto a él como a su mujer, les veia casi a diario atareados con las flores de su precioso jardín. Me he desplazado al Tanatorio de La Línea de la Concepción con mi yerno Carly y hemos asistido al sepelio y acompañando un rato a la esposa e hijos.

Cuando nos veníamos, me saluda Irenita Durán y me ha dejado “de piedra” cuando me comenta que la semana pasada falleció a los 85 años de edad su primo “Pepín”.

Mi padre tenía su tienda de zapatos y el taller en la calle Héros de Toledo nº 7( calle Sevilla para que nos entendamos todos), en Jimena de la Frontera y frente estaba la tienda de alimentación de Jacinta Boza-viuda de Navarro.

Jacinta, fue una gran señora muy trabajadora y además de la tienda poseía algunas tierrecitas lo que le había permitido vivir holgadamente y casar a casi todas sus hijas con gente de dinero del pueblo. Tenía seis hijos que eran Angeles, Julia, Lucía, Jacinta, Jacinto y Pepín.

Podríamos escribir un libro de esta buena familia pero hoy como consecuencia del fallecimiento del más pequeño con 85 años y que era Pepín, no quiero dejar de recordar un poco a esta gran persona al que tanto apreciábamos en mi casa y lo bien que se lo pasaba con mi padre ya que Pepín era el que llevaba la tienda y como mi padre estaba frente por frente, estaban todo el día dándose bromas y contándose todo lo gracioso que sucedia en el pueblo.

Una mañana, se presenta en la tienda y le dice a mi padre….mira Sebastián que he matado unas gallinas estupendas y tengo el placer de invitarte esta noche a cenar en mi casa junto con otros comensales de relevada importancia y como había tanta confianza, mi padre le dice bueno Pepe pues como tu dices a las nueve estoy allí… ¡Ah! Una cosa importante y es que has de ir arreglado con traje y corbata y sólo vamos hombres. Recuerdo que toda la tarde estuvo oliendo la casa de Jacinta un olorcito a carne guisada estupendo y que me hizo pellizcar el pan y el salchichón varias veces en mi casa. Llegado el momento aparecieron bastantes invitados que poco a poco entraron en la casa de Pepín y a los que se incorporó debidamente arreglado mi padre y observé como les recibía en la puerta Gabriela muy arreglada con cofia y delantar blancos. Mi padre contó que la cena había sido un éxito porque la carne estaba buenísima y se lo pasaron a lo grande, sobre todo al final que Pepín explicó a los comensales que se les estaban muriendo las gallinas y para no tirarlas se le ocurrió preparar aquella exquisita cena para los amigos y como todos compartian con él su buen humor, lejos de enfadarse, le aplaudieron y salieron de allí contentísimos porque no todos los días se comen gallinas muertas.

Pepín, había estudiado y era muy adelantado para su tiempo, solía viajar mucho de vacaciones y su buen humor no lo perdía nunca, yo quiero recordar que a casa de Jacinta venía todos los años una señora mayor a la que le decían Madán Marín y un día que estaban asomados a la a la azotea , le dice Pepín…Madán Marín….¿ve Vd. aquel caballo blanco tan bonito que viene por la vereda..? pues no lo veo bien hijo….le contesta y entonces coge y le dice otra vez… pruebe Vd. con estas gafas y a lo mejor lo puede ver y le dio unas gafas preparadas sin cristales y la buena señora dice ¡ay Pepín ahora lo veo como con mis propios ojos! Y él se moría de risa con esas cosas y disfrutaba un montón pero lo hacia con tanta gracia elegancia que no molestaba jamás.

Hacia cosas curiosas y es que a los niños nos compraba las serpientes y las echaba abajo en su patio para que acabasen con los ratones pues había muchisimos en todas las casas y allí con los granos y tocinos pues era una verdadera plaga.

Se casó con Luly de la familia adinerada de Los Bonelos de la Línea, élla tenía chofer particular y todo esto contrastaba un poco con la forma de vivir de Pepín, pero supo adaptarse y se marcharon a La Línea donde tenía dos hijos, una niña llamada Jacinta y un chico que los dos son médicos. Yo tuve la suerte de conocer a su hija en el ambulatorio de Menéndez Tolosa de Algeciras pues sustituia al Dr. Choza que me estaba tratando de la gargante y como la conocí le dije quien era yo y se acordaba de mi padre y de Maria Parra, la verdad me agradó bastante y me atendió estupendamente.
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Un día, le comenta mi padre…..oye…Pepín… mi Currini quiere aprender a escribir a máquina bien , el sólo está intentándolo pero me parece que eso es imposible…¿ tu no sabes escribir a máquina…? Y contesta como que tu no lo sabes que yo aprendí hace muchos años, así que a partir de mañana que se venga después de comer aquí a la tienda y lo voy a enseñar para que se defienda, como debe ser. Yo cuando me proponía algo, era muy constante, así que sobre las cuatro de la tarde cogí mi hispano Olivetti y entrando en la tienda llamé a Pepín, que me puso la máquina en el mostradorcito cerca de la reja que daba a la calle y como no llegaba bien al mostrador me puso un cajón de madera y todo quedó perfecto para iniciar mis estudios mecanográficos.Una vez colocado el folio comencé….hg hg hg hg hg hg hg hg con mis dedos colocados cada uno sobre una letra, después alternaba hg gh hg gh hg gh y así sucesivamente fui aumentando letras y letras y escribiendo folios y folios y si yo era constante Pepín lo fue mucho más y conseguí aprender mecanografia que pronto me sirvió para empezar a trabajar como auxiliar administrativo.

Estas cosas que hacen las personas con uno, jamás se podrán olvidar y por eso hoy es un dia triste para mi, porque aunque bastante mayor, se ha marchado de este mundo mi profesor de mecanografía y un gran amigo que con sus bromas y simpatía hizo reir a medio Jimena. Otro más que en el Cielo nos estará esperando para seguir contándonos sus ocurrencias y conseguir hacernos pasar ratos felices totalmente gratis como hizo con la mecanografia que tan perfectamente me enseñó. No lo he olvidado nunca y por eso, solo me queda que decirte … Muchas gracias Pepín.......

1 comentario:

Belén Jiménez dijo...

Un relato muy bonito entrañable... como todos los que escribes...

Un besito papá.