martes, diciembre 13, 2011

MANTENER LA SEGURIDAD EN EL CORREO ELECTRÓNICO

Nuevos ataques en las últimas semanas invitan a mantener la guardia alta en la principal puerta de entrada de archivos al ordenador
 

- Imagen: Bia Almeida -

A pesar de la sensación de descenso, el spam continúa vigente con nuevos y reiterados correos para colar software malicioso en nuestro ordenador a través del correo electrónico. El objetivo no es ahora tanto la estafa como la recolección de datos íntimos nuestros para venderlos luego en el mercado negro a empresas de marketing y publicidad. Los expertos en seguridad digital dicen que el primer y el último nivel de seguridad de un ordenador son el mismo: su propietario. Si este no guarda las debidas normas de cautela e higiene, de nada servirán el resto de desarrollos diseñados para evitar el software malicioso, los ataques o las estafas. La mayoría de personas, la mayor parte de las veces, observamos las normas que nos protegen, pero no siempre podemos evitar la llegada de programas peligrosos a las puertas de nuestro equipo y, en una época en que la sincronización entre todos nuestros dispositivos es un hecho cotidiano, una infección de uno de ellos puede extenderse al resto.
Parecía que el spam para colar troyanos en los equipos había descendido mucho, pero de nuevo se han detectado entradas masivas
A finales de noviembre saltaron todas las alarmas. Parecía que el spam para colar en los equipos programas espía, o troyanos, había descendido mucho, pero de nuevo se detectaron entradas masivas. En este caso, fue un troyano llamado Zeus que se descarga desde un correo donde se invita a actualizar el programa Adobe Flash Player, el más popular de los reproductores multimedia on line. La actualización provoca en realidad la descarga de Zeus, que solo sucede si el usuario encuentra el correo fraudulento en su buzón y lo abre engañado. A diferencia de hace algunos años, ahora estos programas espía no buscan tanto la estafa económica, sino que tienen como fin estudiar los archivos de nuestro ordenador, nuestras claves y los rastros de nuestra actividad en Internet para vender la información.

¿Por qué es importante vigilar el correo electrónico?

España es el séptimo país europeo en usuarios de Internet. De los más de 27 millones de usuarios nacionales que se conectan a la Red, una importante proporción lo hace de forma esporádica, sobre todo, para consultar su servicio de correo electrónico, donde reciben mensajes de amigos, familiares o compañeros de trabajo, pero también spam, correspondencia no deseada. A menudo, esta es la puerta de entrada de delincuentes a nuestro equipo informático y el eslabón más débil de una cadena de seguridad cada vez más compleja. Por mucho que tengamos cortafuegos, antivirus y contraseñas elaboradas para protegernos, si no vigilamos lo que nos llega por el correo electrónico, seremos vulnerables a cualquier tipo de ataque.
No debería ocurrir, pero ocurre: nos llegan mensajes de procedencia desconocida sin parar a nuestro servicio de correo
Los filtros, en ocasiones, fallan. No debería ocurrir, pero ocurre: nos llegan mensajes de procedencia desconocida sin parar a nuestro servicio de correo. El 98% de las veces los filtros antispam, instalados por defecto, los detectan y los envían de forma automática a la carpeta de correo basura sin pasar por nuestro buzón, de modo que en la práctica no somos conscientes de la cantidad de personas y organizaciones criminales que tienen nuestra dirección. Pero a veces falla el sistema de filtrado, que se basa tanto en listas negras de direcciones de remitentes como en la detección de combinaciones de palabras frecuentes en este tipo de correos, las llamadas "palabras clave". Entonces el spam llega hasta nuestro buzón y llama nuestra atención.
Son en general correos burdos y de apariencia poco elaborada, en idiomas distintos al nuestro, o incluso mal escritos, pero que de algún modo nos ofrecen algo que podría llegar a interesarnos en determinadas circunstancias: relojes de calidad a precio de saldo, determinados medicamentos u hormonas de musculación, operaciones de estética, etc. Lo normal es que los rechacemos a primera vista y que ni siquiera los abramos, pero en ocasiones, sin darse cuenta del engaño, algunas personas se dejan seducir por las ofertas y acceden a la dirección URL propuesta en el mensaje, que les lleva a una página web falsa, un truco que se conoce como phishing. Ello desencadena la descarga de algún programa malicioso o la ejecución de una compra fraudulenta de algún producto que nunca llegará a sus casas.
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