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| La Barca de Caronte, Sueño y Morfeo, por Luca Giordano |
EL REPARADOR DE ALMAS Y ESPÍRITUS TORTURADOS POR EL DESTINO
El puto destino, que ni siquiera sabemos lo que es, anda dando bofetadas de mierda a personas que nacieron virgen de impurezas, que afloraron a la vida en el seno de familias puras, donde sólo había mucho amor, ganas de trabajar y ver crecer a esas niñas/os, para dejarlos de pie en el camino de la vida con la única intencionalidad de que fuesen felices y se valiesen por sí mismo.
Mientras fueron niños/as, jóvenes/as, ó adolescentes/as , mantenían sus ojos “escarrapetados” ó abiertos a lo sumo, por donde entraba la felicidad a borbotones en sus vidas limpias de maldades……..
El primer zarpazo que estos inocentes sufren es cuando , sin saberse como, desaparecen del escenario de la vida sus progenitores…..,esos que siempre les guiaron con pasos firmes sin titubear en las decisiones y, es aquí cuando se produce el primer resquicio consecuencia del “golpetazo” o impacto sentimental……..
Pasado algún tiempo, esa pérdida se acepta como algo natural que la vida te pone por delante en un escenario cambiante y deforme en sus orígenes a lo que nuestra necedad o ignorancia no da mucha importancia. Te rehaces del golpe o golpes y sigues adelante tratando de consumir esa felicidad heredada y transmitida en tus genes.
A fuerza de sacrificios como es el trabajo incesante, los estudios y la solidaridad honesta con los demás, te abres camino en la vida buscándote un compañero/a modelado a tu imagen y semejanza con el que fundes tu espíritu disfrutando de lo que la vida te pone por delante y que yo llamo “amor de fuego” porque es como una llama que te hace vivir en una nube alegre dentro de la existencia que se me antoja decir que… no es ni terrenal ni espiritual pero te hace sentir de puta madre y como puesto en el camino definitivo de comerte el mundo o ponértelo por montera…….
Bajamos la guardia un poco porque la felicidad, entre tristezas por las pérdidas naturales de amigos y seres queridos ya te van permitiendo pensar un poco en que nuestros pies van sintiendo la humedad del fango por donde pisas, pero que a pesar de todo sientes en tus espaldas el soplo divino de aquellos que se fueron pero que ya estarán dentro de nosotros para la eternidad y que nos empujan a seguir adelante porque fueron los que nos dieron el florecer en la existencia.
Te creas compañero/a y te fundes con su vivir para traer vidas y ya eres parte de la cadena que ilusionado/a, pones tus cinco sentidos en que esos que están a tu alrededor se sientan felices y hasta llegas a pensar que tú te sientes feliz al mismo tiempo, hasta que “todo se va a la mierda” y poco a poco pierdes la ilusión por la vida, los amigos y el mirarte por dentro te da hasta pánico, porque aquella vida tan feliz que nos dieron se ha tornado gris, parduzca y mas negra que los Huevos del burro de Manolito ( arriero de mi pueblo).
¿ Que podemos decir… de aquellos que el cáncer, un accidente o cualquier otra enfermedad se los lleva, a veces en la flor de su vida, tras sufrir lo indecible….? , ¿ y… de los que nos quedamos aquí añorando su presencia, su cariño y su compañía, sin comprender el porqué de esas cosas…?
Después de toda una noche “sin pegar ojo” con todo esto metido en mi ser, he llegado a la conclusión en mi reflexionar, que me encantaría haber sido y ser “Reparador de almas y espíritus desgraciados”…..
Pondría mi “banquilla” ( aquella que heredé del amor de mis padres zapateros) en una nube ( porqué ya no sé si existe el cielo) e iría cogiendo una por una a todos/as los que sufren de infelicidad para despojarlos a tirones de todo lo malo que les hiere y les hace tristes y al mismo tiempo limpiaría del mismo mal todo lo que les rodea para volverlos a juntar y que se sientan felices en esto que nos ha dado por llamar “Mundo” y que en realidad no se me ocurre como podríamos llamarlo de otra manera que fuese más acorde con lo que realmente es.
Las personas, por el solo hecho de nacer sin haberlo pedido, tendríamos que ser felices mientras estemos aquí, sin enfermedades, muertes inesperadas, odios, rencillas, influencias de sustancias nocivas y un sinfín de cosas más junto con el hambre y la necesidad que nos hacen entristecer dia a dia y pensar, sin poder evitarlo que mejor hubiese sido no estar aquí.
Por todo eso yo quisiera que esa profesión de “reparador de de almas y espíritus desgraciados” no tuviese la necesidad de existir porque la felicidad eterna debía de ser algo innato a nuestro derecho a existir.
FELICITACIONES A TODOS NO POR ESTAS FIESTAS INVENTADAS, SINO PORQUE TENEMOS DERECHO A SER FELICES Y A VIVIR EN PAZ EN ESTO QUE NOS HA TOCADO DE ESTAR Y QUE NI SIQUIERA SÉ COMO NOMBRAR…….
Currini
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