La Historia de Iberia Vieja, de la que soy un asiduo lector, nos regala de vez en cuando “trocitos” de curiosidades que salen de las entrañas de las verdades relatadas.
Refiriéndonos al Titanic , del que hemos visto un par de películas, resulta que ocho españoles estaban entre el pasaje y ha llegado a Madrid una exposición que muestra algunos de los objetos que se pudieron recuperar del naufragio y que recuerda a estos ocho españoles compatriotas nuestros.
Sin duda alguna los armadores y diseñadores de la época, tuvieron que pensar en el Arca de Noé y además de grande construyeron el barco más lujosos de la época.
Eran las 13,40 horas del 14 de abril de 1.912, cuando el considerado como insumergible, choca contra un iceberg en medio del océano Atlantico y a las 2,20 horas de la madrugada, el Titanic estaba hundido en el fondo del océano. Aquello fue una de las tragedias que más hemos recordado la sociedad occidental.
Los datos oficiales daban como fallecidas 1.523 personas y otras 705 sobrevivieron. En esta travesia que nunca llegó a puerto se dice que viajaban ocho españoles. La historia más curiosa entre estos españoles está la de los jóvenes Victor Peñasco y la hermosísima María, que celebraron a bordo su luna de miel, acompañados por la doncella de ésta, Fermina Olivia Ocaña.
Victor consiguió que las dos damas que lo acompañaban consiguieran abandonar el Titanic en un bote salvavidas, pero él no pudo salvarse y su cuerpo nunca fue rescatado de las aguas.
Para conseguir que María pudiese heredar sin que hubiese aparecido el cadáver de éste, hubo de sobornarse a varios funcionarios para que expidiesen un certificado de defunción de Victor y se firmase un falso entierro.
Como veis es una de las miles de historias unidas al barco de pasajeros más famoso de la historia. Ahora, los madrileños y los que puedan ir, podrán vivir de primera mano cómo fue la cotidiana en dicho barco gracias a una exposición que muestra los objetos que viajaron con los pasajeros en el barco y sus historias.
Yo soy un Jimenato de los que piensa que de vez en cuanto leer un “trocito” de historia no hace daño a nadie y nos reconforta bastante.
Un abrazo.
Refiriéndonos al Titanic , del que hemos visto un par de películas, resulta que ocho españoles estaban entre el pasaje y ha llegado a Madrid una exposición que muestra algunos de los objetos que se pudieron recuperar del naufragio y que recuerda a estos ocho españoles compatriotas nuestros.
Sin duda alguna los armadores y diseñadores de la época, tuvieron que pensar en el Arca de Noé y además de grande construyeron el barco más lujosos de la época.
Eran las 13,40 horas del 14 de abril de 1.912, cuando el considerado como insumergible, choca contra un iceberg en medio del océano Atlantico y a las 2,20 horas de la madrugada, el Titanic estaba hundido en el fondo del océano. Aquello fue una de las tragedias que más hemos recordado la sociedad occidental.
Los datos oficiales daban como fallecidas 1.523 personas y otras 705 sobrevivieron. En esta travesia que nunca llegó a puerto se dice que viajaban ocho españoles. La historia más curiosa entre estos españoles está la de los jóvenes Victor Peñasco y la hermosísima María, que celebraron a bordo su luna de miel, acompañados por la doncella de ésta, Fermina Olivia Ocaña.
Victor consiguió que las dos damas que lo acompañaban consiguieran abandonar el Titanic en un bote salvavidas, pero él no pudo salvarse y su cuerpo nunca fue rescatado de las aguas.
Para conseguir que María pudiese heredar sin que hubiese aparecido el cadáver de éste, hubo de sobornarse a varios funcionarios para que expidiesen un certificado de defunción de Victor y se firmase un falso entierro.
Como veis es una de las miles de historias unidas al barco de pasajeros más famoso de la historia. Ahora, los madrileños y los que puedan ir, podrán vivir de primera mano cómo fue la cotidiana en dicho barco gracias a una exposición que muestra los objetos que viajaron con los pasajeros en el barco y sus historias.
Yo soy un Jimenato de los que piensa que de vez en cuanto leer un “trocito” de historia no hace daño a nadie y nos reconforta bastante.
Un abrazo.
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