Hoy leyendo el periódico, he visto este anuncio del cobrador del frac y he tenido la misma sensación de repulsa que cuando siendo un niño oí por primera vez este nombre maquiavélico y rocambolesco al mismo tiempo.
La verdad es que nunca me he encontrado con ese ser enigmático que nos decían en Jimena que existía y que dotado de unos poderes extraordinarios conseguía siempre salirse con la suya y arrancar el dinero de quien en realidad no lo tenía.
Para mi, siempre fue simplemente eso…. un ser imaginario que nunca creí que existiese pero que en mi mente estaba con su elegante frac, los guantes blancos y su alta chistera.. fastidiando a todo aquel pobrecito que estaba cargado de deudas porque el destino le había jugado la mala pasada de no poder pagar a su debido tiempo.
Han transcurrido seis décadas de mi vida y todavía pienso lo mismo que cuando era un niño y hasta soñaba con el malvado hombre del frac, sobre todo en aquellos tiempos en que mi padre se las veía y se las deseaba para poder pagar al banco las letras de cambio que con tanta mala leche estaban fabricadas, porque el vencimiento llegaba y el cajón de nuestro negocio estaba más tieso que una mojama.
A veces teniamos “trampas” para cazar elefantes, como se decía antes, y eso era lo que siendo un niño me preocupaba muchísimo y me hacia soñar con el hombre que hoy nos ocupa en mis pensamientos.
Mi padre consiguió pagar ,” a trancas y barrancas” todas sus trampas y tal vez por eso nunca me tropecé con ese señor, aunque como dije nunca le vi y siempre he pensado que no ha existido.
Los hijos y los nietos de ese cobrador que recorría nuestros pueblos agarrando a la gente por “ el gañote” y consiguiendo sacarles “ los cuatro cuartos” de que disponían, debieron resultar muy inteligentes porque ahora todos son abogados y han instalado un bufete enorme que atemorizan a los que no pueden pagar…. Pero tal como están los tiempos seguro que sólo atemorizan porque ha surgido la figura del insolvente que no paga ni “quemao”.
Lo interesante es que la saga de los del frac continua con sus anuncios en los periódicos y hasta en Internet, así que “cuidadín, cuidadín…..que “el tío del saco” desapareció…( porque no existen los sacos) pero como los frac aún existen estos simpáticos personajillos siguen “erre” que “erre” con su “matraca” publicitaria.
Era obligado que esta noche escribiese de algo antes de irme a dormir, así que he cumplido mi cometido con lo que mas cerca he tenido…” EL COBRADOR DEL FRAC”.
Un abrazo.
La verdad es que nunca me he encontrado con ese ser enigmático que nos decían en Jimena que existía y que dotado de unos poderes extraordinarios conseguía siempre salirse con la suya y arrancar el dinero de quien en realidad no lo tenía.
Para mi, siempre fue simplemente eso…. un ser imaginario que nunca creí que existiese pero que en mi mente estaba con su elegante frac, los guantes blancos y su alta chistera.. fastidiando a todo aquel pobrecito que estaba cargado de deudas porque el destino le había jugado la mala pasada de no poder pagar a su debido tiempo.
Han transcurrido seis décadas de mi vida y todavía pienso lo mismo que cuando era un niño y hasta soñaba con el malvado hombre del frac, sobre todo en aquellos tiempos en que mi padre se las veía y se las deseaba para poder pagar al banco las letras de cambio que con tanta mala leche estaban fabricadas, porque el vencimiento llegaba y el cajón de nuestro negocio estaba más tieso que una mojama.
A veces teniamos “trampas” para cazar elefantes, como se decía antes, y eso era lo que siendo un niño me preocupaba muchísimo y me hacia soñar con el hombre que hoy nos ocupa en mis pensamientos.
Mi padre consiguió pagar ,” a trancas y barrancas” todas sus trampas y tal vez por eso nunca me tropecé con ese señor, aunque como dije nunca le vi y siempre he pensado que no ha existido.
Los hijos y los nietos de ese cobrador que recorría nuestros pueblos agarrando a la gente por “ el gañote” y consiguiendo sacarles “ los cuatro cuartos” de que disponían, debieron resultar muy inteligentes porque ahora todos son abogados y han instalado un bufete enorme que atemorizan a los que no pueden pagar…. Pero tal como están los tiempos seguro que sólo atemorizan porque ha surgido la figura del insolvente que no paga ni “quemao”.
Lo interesante es que la saga de los del frac continua con sus anuncios en los periódicos y hasta en Internet, así que “cuidadín, cuidadín…..que “el tío del saco” desapareció…( porque no existen los sacos) pero como los frac aún existen estos simpáticos personajillos siguen “erre” que “erre” con su “matraca” publicitaria.
Era obligado que esta noche escribiese de algo antes de irme a dormir, así que he cumplido mi cometido con lo que mas cerca he tenido…” EL COBRADOR DEL FRAC”.
Un abrazo.
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