¿ SIN NIGÚN COMENTARIO…..?
La verdad es que el escrito que ha publicado hace unos dias en Tiojimeno Juan Romero Petrín, me ha hecho reflexionar bastante y sin acritud quisiera expresar mi opinión sobra la actual situación del pueblo de Jimena, aún a sabiendas de que a muchos no les va a gustar, pero no se trata de echar las culpas a nadie sino de conocer a fondo el problema y buscar soluciones que de seguro tiene que haberlas si se lucha por conseguirlas.
El contenido del artículo refleja la verdad positiva y realista de un pueblo estancado y atrapado en el inmovilismo, de espaldas al progreso, contentos todos y felices con las peñas culturales, los asociacionismos, el teatro y la pandereta por montera, mientras que la cuchara se lleva en el bolsillo y se sale todos los dias fuera para traerla llena por la noche y se repite la historia dia a dia, año tras años…. Sin desengañarnos de que Jimena de la Frontera es prácticamente una ciudad dormitorio con un pasado agrícola y ganadero bastante importante, pero con un futuro negro como el carbón.
Nadie dice que el “asociacionismo” cultural esté demas, porqué es agradable y necesario, lo mismo que el festival de música, pero no nos aferremos a esos ejes como lo primordial en la vida de un pueblo, porque no es cierto, eso sólo son ilusionismos que nos convierten en tediosos al no afrontar la triste realidad y luchar por darle solución.
Hablaba yo…. hace algún tiempo con un estudioso de los temas de Jimena y comprendí que no es a mi sólo y al autor del artículo a los que nos preocupa la situación por la que atraviesa nuestro pueblo desde hace muchos años.
Me hizo este Señor, un diagnóstico en síntesis que partía de una desgraciada herencia del sistema de poblamiento después de la Reconquista con un reparto de tierras entre unos pocos terratenientes, unos administradores del señorio de Medina Sidonia, unos arrendadores de tierras y surgimiento en los siglos siguientes de un enorme proletariado sin tierra ni otra forma de ganarse la vida que con un mendigado jornal. Después en el siglo XIX, Las Cortes de Cádiz abordaron el problema y en Jimena se hizo el reparto de tierras durante el Trienio Liberal(1820-23), se anuló en 1824 con el retorno del absolutismo de Fernando VII y se volvió a repartir a partir de su muerte en los años 30.Continua explicándome este experto y documentado en los temas históricos que en Jimena no hubo adjudicación de tierras en subasta de la desamortización de Madoz ni de Mendizábal porque el Ayuntamiento ya no tenía tierras de propios con la excepción de Los Arenales, que se había reservado en previsión de algún fallido. Nada pudo evitar que la tierra se concentrase en unas pocas manos, porque las 20 fanegas de monte y 4 de tierras de labor entregadas a braceros y pelentrines no podian vivir y los capitalistas se las fueron comprando. Continuó la lucha por la propiedad de la tierra, especialmente con el surgimiento del sindicalismo de izquierdas y, sobre todo, del anarquismo que tanto arraigó en el campo andaluz, especialmente en el gaditano y en el que Jimena no fue una excepción: habia que acabar con aquel sistema ruinoso para el trabajador y especialmente para el jornalero campesino. Eso se prolongó hasta los años 30, se acentuó con la II República…. Y terminó en la tragedia de la guerra civil, la represión consiguiente, la muerte o el exilio de muchos luchadores por la solución libertaria…. Y el miedo y la resignación de los que quedaron en los pueblos después de esta guerra.
Ese es el verdadero diagnóstico que ha hecho una persona que siente de verdad el problema de Jimena como lo sentimos algunos que hemos nacido allí aunque vivamos fuera por causas ajenas a nuestra voluntad.
El problema de todo esto, continua diciéndome el historiador, era encontrar la solución y la solución la encontró la mayoria de la gente en la emigración. Lo que no habían conseguido las luchas campesinas, el sindicalismo de izquierdas ni el comunismo libertario, lo consiguió la emigración. Y unos cuantos afortunados, gracias a sus enormes esfuerzos por haber encontrado personas como Román, Prieto ó Antonio Puchán, consiguiendo la liberación mediante la preparación cultural, en unas condiciones extraordinariamente desfavorables.
Refiriéndose a la Jimena actual, la vida está en otra dimensión: servicios sociales, movimiento asociativo, actividades deportivas, lúdicas, de tercera edad, culturales. Pero sigue sin encontrar una base económico-social que sustituya a la periclitada de agricultura-ganadería.-monte. Estos últimos años ha sido predominantemente un pueblo dormitorio, integrado en una economia comarcal que descansaba especialmente en la construcción sobre todo y también en la hostelería y el sector servicio de turismo residencial. Ahora está en crisis. Las iniciativas innovadoras emprendidas aquí, casi siempre por extranjeros, o ha fracasado o languidecido y, sobre todo, apenas han surgido otras iniciativas empresariales. Han fracasado el vivero o la central lechera. Se mantienen( pero no progresan) establecimientos como el Anón. El hotel de la casa “Marina” está cerrado, el campo de golf de San Pablo, paralizado.
Verdadera pena me ha causado que esas letras de Romero Petrín( al que no tengo el placer de conocer) hayan pasado sin pena ni gloria a las páginas del olvido, sin que nadie en el pueblo se haya preocupado de reflexionar y comentar lo positivo y negativo del artículo, al margen de ideales políticos ni de ofensas insulsas que a nada conducen, sino preocupándose por la solución del porvenir incierto de un pueblo que tiene derecho a reconquistar lo que ha perdido para bien de su población que no es la de ayer ni la de hoy, sino la de siempre.
Un abrazo.
La verdad es que el escrito que ha publicado hace unos dias en Tiojimeno Juan Romero Petrín, me ha hecho reflexionar bastante y sin acritud quisiera expresar mi opinión sobra la actual situación del pueblo de Jimena, aún a sabiendas de que a muchos no les va a gustar, pero no se trata de echar las culpas a nadie sino de conocer a fondo el problema y buscar soluciones que de seguro tiene que haberlas si se lucha por conseguirlas.
El contenido del artículo refleja la verdad positiva y realista de un pueblo estancado y atrapado en el inmovilismo, de espaldas al progreso, contentos todos y felices con las peñas culturales, los asociacionismos, el teatro y la pandereta por montera, mientras que la cuchara se lleva en el bolsillo y se sale todos los dias fuera para traerla llena por la noche y se repite la historia dia a dia, año tras años…. Sin desengañarnos de que Jimena de la Frontera es prácticamente una ciudad dormitorio con un pasado agrícola y ganadero bastante importante, pero con un futuro negro como el carbón.
Nadie dice que el “asociacionismo” cultural esté demas, porqué es agradable y necesario, lo mismo que el festival de música, pero no nos aferremos a esos ejes como lo primordial en la vida de un pueblo, porque no es cierto, eso sólo son ilusionismos que nos convierten en tediosos al no afrontar la triste realidad y luchar por darle solución.
Hablaba yo…. hace algún tiempo con un estudioso de los temas de Jimena y comprendí que no es a mi sólo y al autor del artículo a los que nos preocupa la situación por la que atraviesa nuestro pueblo desde hace muchos años.
Me hizo este Señor, un diagnóstico en síntesis que partía de una desgraciada herencia del sistema de poblamiento después de la Reconquista con un reparto de tierras entre unos pocos terratenientes, unos administradores del señorio de Medina Sidonia, unos arrendadores de tierras y surgimiento en los siglos siguientes de un enorme proletariado sin tierra ni otra forma de ganarse la vida que con un mendigado jornal. Después en el siglo XIX, Las Cortes de Cádiz abordaron el problema y en Jimena se hizo el reparto de tierras durante el Trienio Liberal(1820-23), se anuló en 1824 con el retorno del absolutismo de Fernando VII y se volvió a repartir a partir de su muerte en los años 30.Continua explicándome este experto y documentado en los temas históricos que en Jimena no hubo adjudicación de tierras en subasta de la desamortización de Madoz ni de Mendizábal porque el Ayuntamiento ya no tenía tierras de propios con la excepción de Los Arenales, que se había reservado en previsión de algún fallido. Nada pudo evitar que la tierra se concentrase en unas pocas manos, porque las 20 fanegas de monte y 4 de tierras de labor entregadas a braceros y pelentrines no podian vivir y los capitalistas se las fueron comprando. Continuó la lucha por la propiedad de la tierra, especialmente con el surgimiento del sindicalismo de izquierdas y, sobre todo, del anarquismo que tanto arraigó en el campo andaluz, especialmente en el gaditano y en el que Jimena no fue una excepción: habia que acabar con aquel sistema ruinoso para el trabajador y especialmente para el jornalero campesino. Eso se prolongó hasta los años 30, se acentuó con la II República…. Y terminó en la tragedia de la guerra civil, la represión consiguiente, la muerte o el exilio de muchos luchadores por la solución libertaria…. Y el miedo y la resignación de los que quedaron en los pueblos después de esta guerra.
Ese es el verdadero diagnóstico que ha hecho una persona que siente de verdad el problema de Jimena como lo sentimos algunos que hemos nacido allí aunque vivamos fuera por causas ajenas a nuestra voluntad.
El problema de todo esto, continua diciéndome el historiador, era encontrar la solución y la solución la encontró la mayoria de la gente en la emigración. Lo que no habían conseguido las luchas campesinas, el sindicalismo de izquierdas ni el comunismo libertario, lo consiguió la emigración. Y unos cuantos afortunados, gracias a sus enormes esfuerzos por haber encontrado personas como Román, Prieto ó Antonio Puchán, consiguiendo la liberación mediante la preparación cultural, en unas condiciones extraordinariamente desfavorables.
Refiriéndose a la Jimena actual, la vida está en otra dimensión: servicios sociales, movimiento asociativo, actividades deportivas, lúdicas, de tercera edad, culturales. Pero sigue sin encontrar una base económico-social que sustituya a la periclitada de agricultura-ganadería.-monte. Estos últimos años ha sido predominantemente un pueblo dormitorio, integrado en una economia comarcal que descansaba especialmente en la construcción sobre todo y también en la hostelería y el sector servicio de turismo residencial. Ahora está en crisis. Las iniciativas innovadoras emprendidas aquí, casi siempre por extranjeros, o ha fracasado o languidecido y, sobre todo, apenas han surgido otras iniciativas empresariales. Han fracasado el vivero o la central lechera. Se mantienen( pero no progresan) establecimientos como el Anón. El hotel de la casa “Marina” está cerrado, el campo de golf de San Pablo, paralizado.
Verdadera pena me ha causado que esas letras de Romero Petrín( al que no tengo el placer de conocer) hayan pasado sin pena ni gloria a las páginas del olvido, sin que nadie en el pueblo se haya preocupado de reflexionar y comentar lo positivo y negativo del artículo, al margen de ideales políticos ni de ofensas insulsas que a nada conducen, sino preocupándose por la solución del porvenir incierto de un pueblo que tiene derecho a reconquistar lo que ha perdido para bien de su población que no es la de ayer ni la de hoy, sino la de siempre.
Un abrazo.
2 comentarios:
paco, ahora queria decirte que vuelvo a usar mi antiguo blog, ya que he arreglado los problemas de acceso, si no te acuerdas de la dirección es
http://antonio-simon-garcia.blogspot.com/
Un saludo. A.S.
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