domingo, septiembre 06, 2009

LARGA VIDA A LA UNIVERSIDAD POPULAR. SAN ROQUE.






FOTOS: CURRINI
Este artículo que sobre la Universidad Popular de San Roque, aparece hoy en Europa Sur como continuidad de otros que sobre este tema se viene planteando en San Roque desde hace bastante tiempo.
En Torreguadiaro somos partidiarios de que la Universidad Popular se mantenga, pero independientemente de ideologías políticas y de las medallas que cada partido se quiere colgar en la solapa, es absolutamente necesario que se establezcan las normas definitivas y el capítulo presupuestario que precise porque no se trata de algo que como muchos dicen se puede prescindir, claro que se puede prescindir, pero es necesaria esa cultura y forma ocupacional de los mayores.
Esperemos que de una vez por todas se coja el "toro por los cuernos" y se sepata dilucidar que es lo que mas conviene para la continuidad de las actividades de la Universidad Popular.

Ayuntamiento y asociación de monitores quieren mantener un proyecto cultural que arrastra problemas desde sus inicios. Las discrepancias surgen a la hora de gestionar los talleres con más arraigo ciudadanoY. G. T. / San Roque Actualizado 06.09.2009 - 01:00

4.000Falta de sensibilidad. Así valora la actitud del equipo de gobierno la asociación de monitores Pueblo ante la inminente contratación de una empresa que gestionará la Universidad Popular de San Roque. Unos trabajadores que han sentido durante más de 20 años cómo esta alternativa educativa, en los que participan cada año unos 4.000 alumnos de todas las edades, ha sido tratada como la hermana pobre de la cultura sanroqueña.Un total de 54 monitores están incluidos en esta asociación que teme que con la contratación de una empresa se produzca una privatización y de esta manera se mercantilice una delegación un tanto desprestigiada porque ha contado siempre con los presupuestos municipales más bajos, -el pasado año tuvieron que retrasarse casi un mes porque la partida económica se había transferido a otras áreas-. A ello se le une el problema de los salarios de los propios docentes: meses de retraso y con nóminas irregulares, debido a que no estaban incluidos en la plantilla municipal.El gobierno de Fernando Palma ha tratado de arreglar esta situación que se ha prolongado durante tantos años, sacando un pliego de condiciones para que una empresa regularice, contrate y proteja a estos trabajadores. Sin embargo, la asociación considera que vuelve a ser discriminada porque no se le ha avisado a tiempo para constituirse en empresa y poder participar en el concurso con iguales condiciones que sus competidores. Además, los monitores están convencidos que la Universidad Popular ha resistido tantos años en el municipio gracias a su dedicación y empuje. Un colectivo que asegura que ha entendido el proyecto y ha trabajado con vocación ante la falta de medios. De igual manera, también hacen partícipes a los alumnos, involucrados en cada uno de los talleres organizados.La presidenta de la asociación Pueblo, Mercedes Sánchez, recuerda que el objetivo de esta asociación fue resolver los problemas existentes y servir de intermediarios entre los trabajadores y el Ayuntamiento. En él se incluyen personas cuyas edades se sitúan entre los 20 y los 80 años, con situaciones laborales muy diferentes. La sorpresa, según relata Sánchez se produce cuando el Ayuntamiento les informa que habrá un concurso. "La ayuda técnica nos ha llegado tarde y mal, porque nos enteramos como iba a expirar el plazo para presentar los proyectos. Finalmente nos presentamos porque en la última reunión con el alcalde accidental, José Cabrera, nos dijeron que podíamos presentarnos como asociación", señala Mercedes, quién opina que esto no puede considerarse un favor por parte del Consistorio.El concejal responsable de esta delegación, Ramón Ramírez negó ayer estas declaraciones. "Tanto el alcalde, como yo mismo y como técnicos del Ayuntamiento hemos mantenido reuniones con la asociación desde el pasado mes de abril. Y siempre les hemos dicho que la única forma de solucionar la situación irregular de sus nóminas era que una empresa se encargara del pago de los monitores. Y también les decíamos que podían presentarse ellos mismos al concurso, pero no se han decidido hasta última hora y sólo tras consultar a unos técnicos privados que les han aconsejado lo mismo que nosotros les indicábamos meses antes", aclaró.La próxima semana será decisiva para conocer el futuro de estos talleres. Los trabajadores no se rinden. La mesa de contratación tiene la última palabra.

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