La verdad es que a José Lorenzo le recuerdo de cuando era un niño en nuestro pueblo.Le veía entre los “riquitos” del pueblo( esa era nuestra expresión de entonces) y nunca crucé palabra alguna con él, muy por el contrario me fijaba bastante en su hermana que era una chica bastante guapa y de un atractivo que me llegaba muchísimo y me hacía soñar, sin poder remediarlo.
No hace mucho tiempo que estuve en el Tanatorio de Jimena y mi primo Antonio Jiménez Plata me habló de que José Lorenzo estaba allí y que le traía un ejemplar de mi libro para regalárselo.
Pasados unos minutos, vino a nosotros y al verle, de momento le recordé tal como era de niño. Le dedicó dos de sus libros a mi primo Antonio y yo le firmé el ejemplar de mi libro por lo que hablamos muy poca cosa porque no disponiamos de tiempo.
Le pedí a Antonio que me vendiese dos ejemplares de sus libros y me contestó que estaban agotados y que se había quedado con dos para él.
Pasados unos dias, recibí en Torreguadiaro los dos libros escritos por José Lorenzo y que una vez leidos tengo aquí para devolverlos y agradecer la atención a mi primo.
Ni que decir tiene que la lectura de estos libros me ha resultado interesante hasta el extremo de que a veces he vuelto atrás para comprobar la coherencia de momentos relatados, de cuya prueba ha salido airoso, por lo que la calidad literaria es indiscutible.
La temática de los dos libros se complementan y como el mismo resume, se puede condensar en que Fernando Díaz Quirós( protagonista) es un joven sumido en una profunda crisis de indecisión y se dirige de forma manuscrita a un psicólogo pidiendo orientación y ayuda para resolver la situación vital en que se encuentra.
Son dos obras que merecen la pena ser leidas porque nos situa en una época de juventud muy bien descrita en la que resulta muy difícil escribir en la forma que lo ha hecho José Lorenzo.
No todo pueden ser alabanzas ya que tiene una particularidad y es que se relata su vida en una época en que muy poquitos vivian como él, así que es demasiado egocéntrico y se vé cierto “desdeño” a personas que vivian con mucha dificultad. Se situa en un plano superior que a mi entender es erróneo y “los morrongos del Barrio Arriba” éramos unas personas muy dignas que sin haber tenido la suerte de estudiar en internados, pudimos hacerlo a fuerzas de sacrificios constantes y entrar, calar y conocer en profundidad a todas las clases sociales imperantes en el pueblo.
Si aconsejo que se lean estos libros porque, como dije antes, calidad literaria hay a “esportones” y el “puntito crítico” que yo he puesto puede ser que otros no lo vean así y hasta que yo esté equivocado.
A mi entender el libro no está escrito con la identidad de Jimena y cualquier persona no está capacitada para saber que se habla de nuestro pueblo en estos libros, pero disfrutará de su contenido.
Un abrazo.
No hace mucho tiempo que estuve en el Tanatorio de Jimena y mi primo Antonio Jiménez Plata me habló de que José Lorenzo estaba allí y que le traía un ejemplar de mi libro para regalárselo.
Pasados unos minutos, vino a nosotros y al verle, de momento le recordé tal como era de niño. Le dedicó dos de sus libros a mi primo Antonio y yo le firmé el ejemplar de mi libro por lo que hablamos muy poca cosa porque no disponiamos de tiempo.
Le pedí a Antonio que me vendiese dos ejemplares de sus libros y me contestó que estaban agotados y que se había quedado con dos para él.
Pasados unos dias, recibí en Torreguadiaro los dos libros escritos por José Lorenzo y que una vez leidos tengo aquí para devolverlos y agradecer la atención a mi primo.
Ni que decir tiene que la lectura de estos libros me ha resultado interesante hasta el extremo de que a veces he vuelto atrás para comprobar la coherencia de momentos relatados, de cuya prueba ha salido airoso, por lo que la calidad literaria es indiscutible.
La temática de los dos libros se complementan y como el mismo resume, se puede condensar en que Fernando Díaz Quirós( protagonista) es un joven sumido en una profunda crisis de indecisión y se dirige de forma manuscrita a un psicólogo pidiendo orientación y ayuda para resolver la situación vital en que se encuentra.
Son dos obras que merecen la pena ser leidas porque nos situa en una época de juventud muy bien descrita en la que resulta muy difícil escribir en la forma que lo ha hecho José Lorenzo.
No todo pueden ser alabanzas ya que tiene una particularidad y es que se relata su vida en una época en que muy poquitos vivian como él, así que es demasiado egocéntrico y se vé cierto “desdeño” a personas que vivian con mucha dificultad. Se situa en un plano superior que a mi entender es erróneo y “los morrongos del Barrio Arriba” éramos unas personas muy dignas que sin haber tenido la suerte de estudiar en internados, pudimos hacerlo a fuerzas de sacrificios constantes y entrar, calar y conocer en profundidad a todas las clases sociales imperantes en el pueblo.
Si aconsejo que se lean estos libros porque, como dije antes, calidad literaria hay a “esportones” y el “puntito crítico” que yo he puesto puede ser que otros no lo vean así y hasta que yo esté equivocado.
A mi entender el libro no está escrito con la identidad de Jimena y cualquier persona no está capacitada para saber que se habla de nuestro pueblo en estos libros, pero disfrutará de su contenido.
Un abrazo.
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