SE HAN VOLCADO LAS “AGUAERAS”… Y NO DEJARÁ DE LLOVER…
Correteaba yo por las calles de mi pueblo… con mi raya del pelo al revés, sonrisa de oreja a oreja, saltando con mi “patita” como dijese Juan León y “díjome” el desaparecido Merino Tejero…….
¡Currini..…. te estás poniendo empapao…!, seguro que terminas en la casa de Don José Montero con una pulmonía doble…!, pero yo seguía y seguía haciendo mis “pozas” en medio de aquella tumultuosa reguera porque mi espiritu estaba en los cielos junto a aquellas “aguaeras” que no paraban de derramar cantaros y cántaros de agua continua.
Los veinte cochinos negros que venían de la montanera, bebieron agua sucia de mis pozas y se sintieron como yo felices de estar mojados y calados hasta los huesos.
A veces cuando mas llovía, yo buscaba las “varillas” de los paraguas rotos que se tiraban por las calles y me las llevaba a mi casa como un tesoro, para que mi padre hiciese esas “lernas” acanaladas para poder coser los botillos de suelas de goma o aquellas sandalias tan duras de manejar. Hoy los paraguas apenas si tienen varillas acanaladas y aunque las tuviesen ya no hay botillos de goma que coser, ni zapateros que se dejen sus pulmones junto al “tirapié” , la pileta o el pié de hierro.
Como decía mi padre……..!Currini.. las “aguaeras” están soltando agua para muchos días…. Pero yo no lo escuchaba y seguía mojándome en el “Llanito” del Paseo Cristina, poniendo mis trampas para coger las “agachaizas” y las pipitas canarias que acudían allí todas sin saberse porque… pero estaban allí para que nosotros nos mojásemos e intentásemos cogerlas.
Han transcurrido más de sesenta años y ahora las “aguaeras” han vuelto a romperse sobre Jimena…. Para que sus ríos disfruten de lo lindo y la gente bajo paraguas sin varillas acanaladas hagan fotos y perpetúen unas imágenes que nosotros, los de mi generación, no precisamos hacer porque las guardamos dentro de nuestro ser para una eternidad.
Un abrazo
Correteaba yo por las calles de mi pueblo… con mi raya del pelo al revés, sonrisa de oreja a oreja, saltando con mi “patita” como dijese Juan León y “díjome” el desaparecido Merino Tejero…….
¡Currini..…. te estás poniendo empapao…!, seguro que terminas en la casa de Don José Montero con una pulmonía doble…!, pero yo seguía y seguía haciendo mis “pozas” en medio de aquella tumultuosa reguera porque mi espiritu estaba en los cielos junto a aquellas “aguaeras” que no paraban de derramar cantaros y cántaros de agua continua.
Los veinte cochinos negros que venían de la montanera, bebieron agua sucia de mis pozas y se sintieron como yo felices de estar mojados y calados hasta los huesos.
A veces cuando mas llovía, yo buscaba las “varillas” de los paraguas rotos que se tiraban por las calles y me las llevaba a mi casa como un tesoro, para que mi padre hiciese esas “lernas” acanaladas para poder coser los botillos de suelas de goma o aquellas sandalias tan duras de manejar. Hoy los paraguas apenas si tienen varillas acanaladas y aunque las tuviesen ya no hay botillos de goma que coser, ni zapateros que se dejen sus pulmones junto al “tirapié” , la pileta o el pié de hierro.
Como decía mi padre……..!Currini.. las “aguaeras” están soltando agua para muchos días…. Pero yo no lo escuchaba y seguía mojándome en el “Llanito” del Paseo Cristina, poniendo mis trampas para coger las “agachaizas” y las pipitas canarias que acudían allí todas sin saberse porque… pero estaban allí para que nosotros nos mojásemos e intentásemos cogerlas.
Han transcurrido más de sesenta años y ahora las “aguaeras” han vuelto a romperse sobre Jimena…. Para que sus ríos disfruten de lo lindo y la gente bajo paraguas sin varillas acanaladas hagan fotos y perpetúen unas imágenes que nosotros, los de mi generación, no precisamos hacer porque las guardamos dentro de nuestro ser para una eternidad.
Un abrazo
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