Creo que toreaba El Cordobés en la Feria de la Línea y fueron muchos de Jimena los que se animaron a ir a verlo porque entonces era lo máximo a que se podia aspirar en lo referente al toreo tremendista.
El amigo Nicolás, era amigo y vecino de Frasquito Liñán pues éste tenía la zapateria junto a la casa del otro y mutuamente se animaron y se fueron a la Feria de la Línea,entre otras cosas para ver la emocionante corrida y cuando salieron se dieron una vueltecita por el ferial y allí había un Linense(que a veces venía por nuestra feria) con una capacha y les ofreció venderles cuarterones de tabaco Montecristo y Montecarlo por cinco y seis pesetas,respectivamente, cuando aquí en Jimena se compraban por doce y catorce pesetas. Dieron dos o tres vueltas y después de contar el dinero que llevaban entre los dos, decidieron quedarse con lo justo para regresar e invertirlo todo en el preciado tabaco, por lo que además de salirles gratis lo de la feria, sacarian un buen pellizco que tanta falta hacía.
Se empaquetaron los dos todo el cuerpo de cuarterones de tabaco y tras esquivar varias veces a la guardia civil, regresaron a Jimena como estaba previsto.
En cuanto llegaron, a los vecinos vendieron unos cuantos de cuarterones y a la media hora tuvieron que devolver el dinero a todos porque lo que había en el interior de los cuarterones no era tabaco, que eran hojas de papas secas y muy bien prensadas.
Esta vez aquello de la “ambición rompe el saco” fue cierto, pero después del “entripado” que cogieron, se lo tomaron bien y estuvieron fumando hojas de papa lo menos seis u ocho meses hasta que lo terminaron todo.
Las cosas simpáticas que sucedían en nuestro pueblo entonces y cuya difusión corría como la pólvora por nuestras calles para las delicias y carcajadas de muchos.
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