No sé porque será, pero todo el mundo, se reserva sus batallitas de la “mili” para contarlas a los nietos cuando se es viejo, pero ahora resulta que cuando estemos en disposición de hacerlo, nuestros nietos no sabrán ni lo que es la mili porque como todos sabemos ya no existe desde que Aznar la quitó de un plumazo. Los que tengan nietos mayores, se tendrán que dar bastante prisa en contarles detalladamente todos los episodios vividos y las calamidades exageradas que hemos pasado en ese paréntesis tan absurdo de nuestras vidas y los que tenemos los nietos pequeñitos no nos queda más remedio que dejarlo por escrito por si algún día les da por leer las peripecias pasadas por su abuelo.
Si pensamos bien este tema, casi todos estaríamos de acuerdo de que junto con la cartilla militar, nos debian de haber entregado una libreta-diario, en la que se hubiesen anotado todas las cosas que iban sucediendo y cuando ya estuviésemos licenciado, no tendríamos más que ponerle un rótulo que dijese…”para mis nietos, si los llego a tener”.
No es mi pretensión, ni mucho menos la de hacer público todo lo que me sucedió en el servicio militar, pero como estoy convencido de que fui partícipe en momentos históricos de cierta importancia, quiero dejar una pequeña reseña, intentando de quitar todo lo que de batallita tenga.
Natural de Jimena de la Frontera, criado entre los peñascos del Castillo, del Risco y el agua más profunda que conocía era la del “Tragante” y “ La Peña Gorda”, así que como el gobierno franquista lo pensaba todo tan bién, dijeron, en los años que estamos (1968) donde mejor prestará sus servicios militares y se hará un hombre de provecho es en LA MARINA.
En el Cuartel de Instrucción de Marineria de San Fernando me metieron el Uno de Enero de 1968( festividad de Año Nuevo) y allí estuve durante tres meses, recibiendo una formación completísima sobre todo en el manejo de las armas pues no pegué ni un solo tiro, y además aprendí que las pistolas disparan, los fusiles también y que las balas salian por el cañón. En cuanto a la navegación, me hice un experto navegante en botes de velas y para demostrarlo como voluntarios pedimos un gran bote y nos hicimos a la mar , si no van por nosotros con una lancha, todavía estaríamos allí sin ser capaces de volver.
Lo mejor de estos tres meses es que mi paisano José Infantes y yo nos íbamos todas las tardes a la cantina con la lata de chorizos en manteca y nos poniamos como el “Kiko”. Pero eso si….salimos con la marina en el corazón, los ideales muy altos y más flacos que los galgos de los gitanos del Corral Concejo.
Tanto el paisano como yo, tuvimos una suerte extraordinaria porque él fue destinado al Buque “Castilla” y yo al Transporte de Ataque “Aragón”. Estos dos buques los tenían La Marina de Los Estados Unidos para deshuesarlos y según decían nos los cambiaron por aceite y alguna que otra base militar.
Aparte de realizar unos doscientos ejercicios militares como “zafarrancho de combate aéreos y anfíbios”,desembarcos, trasvases en alta mar y un sinfín de cosas más, Estuvimos 82 días en la Guinea Española ( Santa Isabel y Bata) de donde nos trajimos al completo todo el destacamento de la Guardia Civil porque España le dio en el mes de marzo La independencia a esta Colonia Española y como todo se hacía conforme a los derechos humanos, quiero recordar que estábamos en Las Palmas de Gran Canarias con toda la naturalidad del mundo, así que al salir de franco paseo, nos dicen en el portalón del barco que se ha recibido una orden de que llamemos cada 15 minutos por teléfono al buque y claro si habíamos fuera unos 150 marineros como íbamos a poder hablar con el navío si había una sola linea,asi que cuando nos pareció regresamos y aquello parecía un infierno de gruas y camiones arrimados a nuestro costado metiendo víveres y armamentos. Una vez dentro, nadie sabia nada de nada pues unos decían que Franco la había palmado y otros que Gibraltar estaba en Guerra contra España, así que me fui para mi oficina con objeto de adelantar un poco la confección de las nóminas que las tenía un poco atrasadas y allí estaban hablando entre ellos, el Capitán Habilitado, El Teniente, El Sargento y el Cabo 1º e indiscretamente me enteré de que a la 01,00 partíamos para La Guinea porque estábamos en Guerra. Me deslicé por las escaleras y de mi taquilla saqué papel y sobres, escribiendo una carta a mi casa diciendo que íbamos de maniobra por el Atlántico y que si veian algo por la tele que no pasaba nada que sólo se trataba de ejercicios militares. En 15 días pudimos llegar y las calamidades que pasamos hasta volver os dejo que las penseis vosotros porque dije que no iba a contar batallitas pero como veis de un hecho histórico se trata.
El mismo año 1969 se le dio la independencia a Ifni y a lo que nos quedaba en Marruecos y allí estuve como lo más importante de Jimena junto con mi paisano José Infantes arrimando el hombro pues fuimos dos veces para traernos a todos los militares que allí habia como Fuerzas Regulares y La Legión por lo que también las pasamos canutas pero participamos en otro Hecho Histórico importante.
Para rematar la faena estuvimos presente en La Semana Naval de Santander, donde nos encontramos unos cuantos de Jimenatos como Sebastián Pizano, José Infantes, mi amigo Paco Pajárez y el Cabo ( por entonces) Jacinto Berlanga.
Como veis nuestro pueblo ha estado presente en numerosos hechos históricos dignos de tener en cuenta ahora que ya no existe el servicio militar obligatorio y espero que no perdamos más cosas y nuestra presencia vuelva a ser necesaria ya que los costos de personal fueron elevadísimos pues creo que percibí en los 18 meses de mili unas 800 pesetas aproximadamente.
Espero no haberos aburrido hoy, pero la historia es así y es necesario contarla, aunque las batallitas las escribiré aparte para relatárselas a mi nieto algún día de estos.
Un abrazo.
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