En las largas y frias noches del invierno sevillano, cuando el humano es feliz en su sofá junto a la chimenea o al calor de la estufa con el paño de la mesa camilla sobre el regazo, nosotras las cigüeñas nos acurrucamos la una contra la otra en nuestro nido, construido a golpes de vuelos, ir y venir cargadas de leños y pastos.
El calor que nos proporcionamos es amor y soñamos con nuestra vida en el aire, en el nido y en los campos donde limpiamos los lugares de seres nocivos para vuestro vivir......
La noche para nosotras es otra forma de vida, diriamos que de paz y de valoración de nuestra propia existencia....
sueña la cigüeña en su nido
e inadvertida queda
de que el pintor la calca
la hace suya y....
la trae a casa.....
FOTOS CURRINI
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