El Gobierno andaluz reconoce con las distinciones de la comunidad a un grupo de "hombres y mujeres que atesoran el talento, la capacidad y el potencial de nuestra tierra".
M. B., Sevilla | Actualizado 20.02.2013 - 08:54
La pintora sevillana Carmen Laffón, junto al cartel de la Semana Santa de la Macarena./Antonio Pizarro
El actor español Antonio Banderas.
El Gobierno andaluz recurrió ayer a la figura de Manuel José García Caparrós para poner nombre al que considera el 28-F más reivindicativo. Y también el más beligerante. Aunque la consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, se afanó en proclamar que es la fecha de todos los andaluces -sean del partido que sean o no militen en ninguno- y que no hay que buscar ningún intento de confrontación con el Gobierno de la nación, no es menos cierto que el Ejecutivo autonómico ha planteado -y las voces de algunos de sus miembros más notables así lo han aireado en las últimas fechas- la efeméride de este año como un aldabonazo con el que llamar la atención frente a la política de recortes impuesta desde La Moncloa.
Así, Díaz volvió a circunscribir la jornada del 28-F de este año a la lucha en defensa de lo público, con especial incidencia en la reivindicación de lo que los socialistas -y con ellos Izquierda Unida, sus socios en el Ejecutivo andaluz- consideran las principales víctimas de las medidas del Gobierno de Mariano Rajoy: la sanidad, la educación y la red de protección social "para quienes más difícil lo están pasando" -destacó la consejera- con la crisis económica.
Desde este compromiso, el simbolismo del reconocimiento a García Caparrós es palmario. Con su nombramiento como Hijo Predilecto a título póstumo, 35 años después de su muerte al ser tiroteado cuando intentaba alzar una bandera andaluza en la Diputación de Málaga en el transcurso de la manifestación que el 4 de diciembre de 1977 que reclamaba la autonomía para Andalucía, la Junta pone el énfasis en lo que espera, y desea, del próximo 28-F: una "reivindicación de lo que hemos sido, de lo que somos y de lo que podemos ser", en palabras de Díaz.
Así, Díaz volvió a circunscribir la jornada del 28-F de este año a la lucha en defensa de lo público, con especial incidencia en la reivindicación de lo que los socialistas -y con ellos Izquierda Unida, sus socios en el Ejecutivo andaluz- consideran las principales víctimas de las medidas del Gobierno de Mariano Rajoy: la sanidad, la educación y la red de protección social "para quienes más difícil lo están pasando" -destacó la consejera- con la crisis económica.
Desde este compromiso, el simbolismo del reconocimiento a García Caparrós es palmario. Con su nombramiento como Hijo Predilecto a título póstumo, 35 años después de su muerte al ser tiroteado cuando intentaba alzar una bandera andaluza en la Diputación de Málaga en el transcurso de la manifestación que el 4 de diciembre de 1977 que reclamaba la autonomía para Andalucía, la Junta pone el énfasis en lo que espera, y desea, del próximo 28-F: una "reivindicación de lo que hemos sido, de lo que somos y de lo que podemos ser", en palabras de Díaz.
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