domingo, agosto 26, 2007

LA CALLE SANTA ANA HACE 50 AÑOS - II PARTE

La casa contigua, tenía las mismas características de la anterior y recuerdo que vivía el que fuese mi amigo por bastante tiempo Pedro Sánchez Mostazo ( Pedro Pelota), su padre se llamaba Juan y era bastante mayor pero muy aficionado a la caceria de conejos con aquella vieja escopeta que no cambiaba por nada del mundo con su pájaro de perdiz y un perro negro de caza extraordinario por el que le ofrecieron bastante dinero y no quiso vender. Eran el matrimonio, el hijo mayor Manolo que tenía un caballo tordo de sangre hispano-árabe con el que ganaba todas las carreras que por entonces se hacían en la zona, después dos hermanas también mayores que iban mucho a las procesiones y a la iglesia y Pedro que era el más pequeño con el que me aficioné a fumar cigarros peninsulares y celtas porque no teníamos nunca ni una peseta encima. Esta familia se marchó a Barcelona y allí rehicieron sus vidas porque en Jimena no habia trabajo de ninguna clase.
La casa siguiente era la mía, donde yo había nacido, realmente esta casa hace esquina calle Santa Ana- Calzada y precisamente por ser la mía es de la que menos recuerdos tengo sólo me acuerdo del saloncito a la entrada y unas escaleras pendientes que conducian al soberao, resulta curioso que pasen estas cosas, pero es que me fui pequeño a la calle Sevilla, pero al tener toda mi familia aquí hubo un tiempo en que siempre estaba en mi calle de nacimiento y todos me apreciaban muchísimo.
No sé si resultará aburrido el continuar con la descripción de esta calle tan importante para mí de Jimena, pero no sé porque siento la necesidad de continuar, quizás porque aquella gente era tan humilde y tan buena que se merecen todos que se les recuerde con el cariño que yo lo hago, aunque la mayoria no existan ya.

Cruzamos la “reguera” de la calzada y continuamos nuestra entrañable descripción y aquí tenemos una puerta, como todas antigua con su gran postigo, y como hoy se hace con las cámaras, nosotros si ellas , pero con nuestra memoria, nos colamos dentro y parece que estoy viendo a aquella gran señora Maria La Torre como decíamos nosotros, bastante alta, cara alagarda, ojos grandes y espléndida sonrisa, era soltera y tenía dos sobrinas una muy alta llamada Maria Jesús y otra más pequeña, también vivia en aquella casa su hermano Diego Latorre, un hombre altísimo y muy delgado que siempre estaba dando bromas, tenían un campo no se si por Zambaza o Marchenilla porque les gustaba regalarme meloncitos pequeños, sandias y a veces en invierno alguna que otra morcillita y ristra pequeña de choricitos, se portaban muy bien conmigo y les gustaba darme bromas por lo que entre esta familia y la mía habia una sincera y reciproca amistad.

La casa siguiente era el taller-zapatería de Fajardo( que fue Juez de Paz de Jimena durante muchos años), aquí unos 15 operarios fabricaban zapatos, botillos, sandalias y se hacían también reparaciones de calzado. Francisco Fajardo Gómez y su esposa Maria Gracia Herrera fueron un referente importante de seriedad y bondad en la Jimena de entonces( tengo un pequeño artículo que habla un poco de ellos “Azaña” un Gato con suerte).
A continuación había una casita con una puerta bastante estrecha y vivía una señora mayor que se llamaba Señá Dolores Montero y que era la abuela de los Collados( Juan que marchó al ejército, Alfonso guardia Civil, José Maria policia nacional y Angelito que se marchó a Ubrique), estos eran pequeños y entraban y salian mucho de casa de su abuela.
Me estoy sorprendiendo yo mismo, porque no me creí capaz de poder recordar a toda esta buena gente, pero sin esforzarme, parece que los tengo a todos sentados junto a mi lado, diciendome ahora me toca a mi y es una lástima porque muchos desaparecieron hace infinidad de años porque eran todos muy mayores y yo bastante pequeño pero mi sensibilidad hace que les tenga a todos presentes y creo que eso es bueno ya que nos enriquece y nos hace ser mas fuertes.
Una entrada más amplia con el escalón de ladrillos era la casa de los Sánchez del Carrizo, aquí vivia el padre con sus hijos Rosario, Alfonso, Francisco, Antonio y Andrés, todos muy trabajadores pero propietarios del Carrizo y Las Mesillas, asi como de “El Polvorín”, también ratoneaba yo en esta casa mucho y la verdad es que tenían de todo pues hacian buenas matanzas todos los años, contaban con aparceros, poseian vacas, cerdos, cabras, ovejas etc. etc. y lo que más me gustaba a mi eran los caballos padres de una raza negra preciosa y con el porte que estos Sánchez manejaban aquellos jacos tan enormes y para colmo poseian también la raza de burros-padres muy grandes y cobraban por efectuar los cruces con sus caballos y burros. Estos se fueron casando y ocupando distintas casas en la calle y se repartieron los cortijos.

Lo siguiente que viene es la barbería de Mateo que vivía con su hermano Lorenzo y con su madre “La Cabella”. Directamente de la calle se entraba a la barbería y la vivienda estaba detrás. Había dos sillones de aquellos antiguos con el asientos y respaldar de rejilla de palmas y el apoya cabeza se le ponía un papel cada vez que cambiaba de cliente, esta familia era muy humilde y de tanta necesidad que pasaron los tres, estaban muy delgados y enfermos. La Cabella (de apellido Cabello) trabajaba limpiando en las casas y como había tantos barberos en Jimena ocurria que el hambre casi todos se la quitaban a guantazos. No puedo dejar de decir que Mateo hubiese sido ( de tener oportunidad) uno de los mejores músicos del mundo pues yo era un crio pero parece que le estoy viendo junto al sillón de pelar tocando el violín con aquella maestria incomparable y lo curioso es que tenía sus partituras delante, tocaba el piano, la trompeta, guitarra y bandurria por lo que se ayudaba un poco dando clases, pero estaba muy mal pagado estas cosas porque no había dinero para nada. Para que os deis cuenta que no exagero el era el que afinaba y tocaba el órgano de la iglesia en Navidad, Semana santa y demás festividades y oyéndole te transportabas al cielo por eso repito que si hubiese tenido ayuda Jimena habria sido famosa por ser cuna de un artista importante, de todas formas la modernidad se ha agarrado a los festivales de música y ya que hablamos de esto no se puede olvidar a otro que vino después y que era Juan Corbacho también tocado por el don de interpretar la música aunque no tanto como nuestro Mateo de la calle Santa Ana..
La vivienda de al lado, era una de esas que siempre estaba cerrada y a continuación con una plataforma de lozas en la puerta para poner mesas, estaba el Bar de José Barranco que estaba casado con Angelita y tenían tres hijos un varón llamado Esteban y dos hijas, también tenia yo bastante relación porque Barranco era el padrino de mi hermano Triani, pero siendo yo pequeño recuerdo que se fueron a La Línea donde pusieron un bar en la Plaza que todavía existe y que se llama “Bar Los pellejos”, después el Bar lo puso Guillermo Parra , después lo compró El Corro ( que me perdone pero no se el apellido tambien le decian el cachorro casado con la hija de Manuel Segovia) y posteriormente lo adquirieron los Pérez.
Otro callejón que conduce al Llano de la Victoria y donde había un cuartito donde estaba la Barberia de Juan Pajarez.
Cruzamos el callejón y estaba la casa y tienda de Maria Manuela, yo la conocí bastante mayor con su hábito siempre y muy beata ya que tenía hasta reclinatorio propio en la iglesia , tenía dos hijas una Aurora y la otra Eulalia que casaron con Parauta y con Juan Márquez respectivamente.
Después había otro par de casas cerradas y llegamos a la Barbería de Medina que fue soltero durante muchos años y me peló varias veces gustándole de hacerme rabiar con sus bromas, se casó con Esperanza Parra y no tuvieron hijos hasta que se marchó a Algeciras y estuvo de portero de un bloque cerca de mi casa y le saludaba todos los días, aún vive su esposa que ya es muy mayor.
Pasamos el callejón de la calle Velasco ( siempre creí que se llamaba “Velas” porque faltaban las dos últimas letras) y venia la casa de Frasquito el Lolo y Ángeles MENA donde vendian carne y chacinas y la última casa que yo considero por esta acera perteneciente a nuestra calle era la de Pedro Carretero casado con la hermana de Victoriano Sánchez, éste era zapatatero y trabajó muchos años con mi padre pero le llevábamos el trabajo a su casa donde lo hacía, tenía seis hijos creo( Juan M. Pepe, pedro, Victoriano y dos hijas) y se marcharon todos a Barcelona menos Juan Manuel que sigue viviendo en el pueblo.
Creo que es más que suficiente para ver la grandiosidad de nuestra calle Santa Ana y como viviamos allí pues sin exagerar cualquier persona igual que yo recordará a todos sus vecinos de su calle porque éramos como una verdadera familia cosa que ya poco a poco en los pueblos se está perdiendo porque en las ciudades con los pisos hace ya bastante tiempo que no nos conocemos ninguno como me sucede a mi en Algeciras y la verdad que es una pena y me causa tristeza pero el progreso trae otras formas de vida que no puedo tachar de mejor ni peor pero si de distinta.

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