domingo, diciembre 09, 2007

MAL AÑO DE TAGARNINAS Y DE ESPÁRRAGOS

Como no se enmiende la situación atmosférica, tenemos ante nosotros un mal panorama en lo que se refiere al campo y sobre todo a las previsiones de agua embalsada para regadíos y para los elementales usos en nuestra vida cotidiana, pero no quiero ser pájaro de mal agüero y esperemos que pronto se reanuden las lluvias y se pueda normalizar la situación.

Este año he cogido un par de veces unas poquitas de tagarninas en esos días que llovió algo, pero ayer estuve dando una vuelta por el campo y las tagarninas se han puesto durísimas y fibrosas por falta de agua, así que ya por mucho que llueva no habrá quien pueda cogerlas y por lo que respecta a las Asociaciones Carnavalescas y Centros de Día que todos los años las recolectan para sus tradicionales tagarninadas, tendrán que desviar su intencionalidad gastronómica a otros productos como pueden ser las coles y berzas, que tampoco están nada mal ó decidirse a adquirirlas en el mercado de las cultivadas, que puede que también sean buenas, aunque yo nunca las he probado.

Con las tagarninas tenemos un problema y es que si las metes en el congelador, cuando se sacan se les va el agua que contienen y nos quedamos solo con la parte fibrosa imposible de comer y aunque hay muchas personas que dicen que se comen un potaje en el mes de Agosto y están estupendas, la verdad no sé como lo consiguen, pues el año pasado que hubo muchísimas, probamos metiéndolas en tarros al Baño Maria como se hace con las demás verduras y aquello no nos resultó tampoco. Otros dicen que las meten en agua y así admiten la congelación pero vuelvo a decir lo mismo que terminas comiendo estropajo.

Puede que alguien haya dado con la tecla y se digne a través de cualquier medio de información decirnos cual es el método idóneo para degustar nuestras tagarninas en cualquier época del año como sucede con las setas y otros productos del campo.

Tampoco es buen año, al menos de momento, para coger espárragos, porque la tierra está acristalada y falta de jugo en la superficie pero éstos se echan menos en falta porque siempre están los llamados trigueros cultivados que cubren las necesidades gastronómicas y admiten la congelación estupendamente.
Lo que si han salido estos días han sido muchos champiñones silvestres que son los únicos que yo me atrevo a coger y que por cierto están estupendos y además se recogen bien en nuestra campiña que tan cerquita la tenemos.

Como esta tarde no he podido salir al campo, la nostalgia me la he quitado reflexionando un poco sobre estos productos tan importantes en nuestra tradicional gastronomía y que si lo pensamos bien en otro tiempo fueron importantísimos sobre todo en el año 40 que salvaron a muchas personas en Jimena de padecer un hambre en sentido extremo, según nos contaban nuestros padres y abuelos.

Un abrazo.

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