domingo, diciembre 02, 2007

UN "GARVEITO" POR MADRID

Cuando las circunstancias de la vida(en este caso el haber adquirido un apartamento junto al mio) te pone por delante unos buenos amigos, las cosas van rodando por sí sólas y llegas a sentirte tan a gusto dialogando con ellos, que el tiempo transcurre a su lado como un soplo y lo que vives con plenitud de satisfacción, al instante ya es recuerdo y empiezas a desear que se presente otra ocasión para intentar que se repitan las experiencias.

Victoria-Pepe, Yeya-Paco, estuvimos en Galicia en el mes de Septiembre y esa convivencia de ocho días, nos permitió afianzar aún mucho más la amistad y comprender que los intereses lúdicos de las dos parejas son muy similares, por eso aparecen un día en nuestro apartamento y entre charla y charla, risa y risa nos comentan que sienten la necesidad de hacer un viajecito a Madrid para ver alguna representación escénica que pueda enriquecernos emocionalmente y culturalmente un poco y al mismo tiempo darle un poco de alegria a la vida y que te permita volver al ajetreo cotidiano con nuevas fuerzas renovadas. ¡ Que coincidencia…….! .!Nosotros pensamos lo mismo..!...! También tenemos deseos de ir a Madrid a ver alguna representación teatral!.

Las cosas que se piensan mucho, a veces ni se hacen…..por lo que un día que Yeya y Paco fueron a Algeciras, sin darse cuenta estaban sentados delante de Lauri en la Agencia de Viajes Crisol con sus cabezas pegaditas mirando fijamente el ordenador. Mientras Laura, busca un hotel que satisfaga nuestros intereses, Paco con el móvil habla con Victoria y Pepe concertando la fecha de 27,28 y 29 de Noviembre en el Hotel A.GAUDÍ, situado en la Gran Via y entre la representación que podemos ver, nos decidimos por EL Musical “ LA BELLA Y LA BESTIA”, así que con un poco de intuición,se eligieron las localidades de platea fila 10 nº 2,4,6 y 8 y acertamos un pleno, porque elegimos lo mejor.

En la siguiente visita a Algeciras se sacan los billetes de ida y vuelta en el tren ARTARIA y dejando los preliminares a un lado, ya estamos sentados en el tren los cuatro y como es natural durante el trayecto nos visitó “ La Paloma del Tren” que colocada entre Pepe y Victoria dejó caer sus alas entre ambos durante un ratito por lo que Paco tuvo que hacer un breve relato de la película que había puesta de vídeo “ EL ILUSIONISTA” y así pudieron continuar pensando por sí sólos y terminar de verla muy cerquita de Madrid.

Llegamos a Atocha, sobre las 14 horas y como somos de Jimena y nos gustan las pendientes pues con los maletones empezamos a subir escaleras y subir… hasta que por fin llegamos a la plataforma por donde entran los taxis pero no por donde salen, así que vuelta a atrás y bajamos otra vez hasta que por fin nos acomodamos en el taxi y llegamos al hotel, donde nos facilitaron dos habitaciones interiores, pero como no eran del agrado de las señoras, nos quedamos Pepe y yo meditando en una de las habitaciones, hasta que por fin después de haber transcurrido una hora aparecieron con las tarjetas de unas nuevas habitaciones más grandes y confortables con unas vistas al exterior preciosas.a Las habitaciones eran estupendas con aire acondicionado, televisión, secador etc. etc. etc. pero……..nuestro cuarto de baño,estaba hecho sobre un trozo de terraza con un cierre metálico por lo climáticamente hablando teníamos dos oportunidades pues mientras en el interior de la habitación gozábamos de un clima tropical, en el cuarto de baño disfrutábamos del clima polar pero se le cogió el truco a la calefacción y todo quedó solucionado y esto sirvió para reirnos muchísimo durante todo el viaje.
Salimos a comer y nuestros amigos se acordaban de que en el restaurante Finisterre comieron una vez muy bién, así que no se pensó más y al estar cerquita del hotel, nos metimos a degustar cosillas galleguiñas y la verdad que todo estuvo muy bien, sin problemas y las ocurrencias de unos y otros, nos hizo saborearlo todo con mayor placer.

Continuamos paseando por la Plaza de España, Puerta del Sol, Puerta de Alcalá, sacando fotos y grabando algo de video pues la climatología nos ha acompañado y no hacia frio ninguno, hasta que decidimos ir al hotel a descansar un par de horas para retomar la noche y ya en el hotel a mi amigo Pepe por casualidad se le antojó un cafelito y nos lo tomamos, pero como los zumos de naranja en este hotel son gratis, nuestras mujeres se tomaron uno cada una y alguien dijo con lo que vale aquí un zumo de naranja en Tesorillo se compran dos cajas de naranjas.

Descansados, duchados y preparados estuvimos paseando hasta La Puerta del Sol e intentamos ir a una representación teatral pero no había función en ningún teatro, así que desistimos y nos metimos a cenar en el Museo del jamón donde estuvimos muy a gusto charlando y riéndonos de las ocurrencias de unos y otros.

Quiero dejar constancia de que el camino más corto hacia el hotel, lo hacíamos por la calle Montera, donde lo que se ve allí te hace pensar bastante en la triste realidad de la vida y cuanto han de sufrir muchas criaturas para poder sobrevivir en un medio tan hostil pero tristemente hay que intentar borrar estas cosas de nuestra mente y dar gracias porque no nos haya tocado a nosotros y rezar para que estas formas de vida dejen de existir.

Amanece el día 28 y Victoria por fin se desencantó de comer churritos y porras en Madrid, pero tuvo que probarlos para desengañarse , menos mal que Pepe y yo nos pediamos nuestra tostada sin salirnos del tiesto. Fuimos al Barrio de Aluche para hacer una visita relámpago a los tios de Pepe que resultaron ser muy simpáticos y buenas personas y nos indicaron lo que podiamos ver y los lugares mas idóneos para el “buen yantar”. Fuimos directamente al Palacio real y la Plaza de Oriente. Vimos el palacio entero, cada uno acompañado de su guia en “audio” resultando muy bonito y cultural y las conclusiones fueron las mismas de los cuatro y es que los reyes y su corte han vivido siempre “de puta madre” pues disfrutaban de todo lo mejor que se movia por el mundo de su época y por la historia sabemos que el pueblo no lo estaba pasando bien.

Comenzamos a buscar donde comer por la zona de la Cava Baja y nos empeñamos en localizar el restaurante Matritum y cuando lo conseguimos después de preguntar varias veces, pasa lo de siempre que estaba cerrado por descanso, así que entramos en La Posada de la Villa que es un establecimiento tradicional madrileño donde pudimos degustar lo mejor y comprobar que una vez más habiamos acertado en nuestra elección pues la relación calidad-precio fue fantástica.

Después de comer, nos fuimos al hotel donde descansamos y me duché en el cuarto de baño de Uralita y quedamos como nuevos para dar otro paseito y acercarnos al Teatro Coliseum para canjear nuestras reservas por las entradas y después de tomar el cafelito de rigor pasamos a la sala de representación del teatro.

Se produce una explosión de belleza y colorido durante toda la representación de La Bella Y La Bestia y yo personalmente quedé fascinado y atrapado por tanta perfección en la forma de interpretar las canciones, los diálogos y la facilidad con la que se cambiaba automáticamente el escenario y se pasaba de una escena a la otra. Resultó un final feliz y la despedida de los actores fue muy bonita con todo el teatro de pié aplaudiendo sin cesar.

Con la satisfacción de que los objetivos se iban cumpliendo, nos metimos en “Don Jamón” y rematamos la faena con unas cervecillas, tras cambiar impresiones y coincidir en la belleza de lo que habiamos visto.

Algunos, con el despiste madrileño, cambiaron por la mañana el cartelito de la puerta y pusieron el de “no molestar” y cuando volvieron por la noche hubieron de hacer la cama y arreglar aquello un poco, pero son cosas que pasan cuando se está de mini vacaciones.

Día 29 por la mañana, salimos andandito, desayunamos y como en la administración de loterias de Doña Manolita no había mucha cola, pués Pepe y yo compramos algunos décimos para el sorteo de Navidad y continuamos hasta la Puerta del Sol para pasar por el Congreso de Los Diputados y terminar en el Parque del Retiro, donde nos sentamos un ratillo para el cafelito y tras hacer algunas fotillos, regresamos detrás del Congreso de Los Diputados otra vez y entramos en EDELWEISS que es el restaurante alemán mas antiguo de Madrid, característico por su decoración rústica y amplios ventanales. Hace unos 20 años que estuve por primera vez y como me encantó la forma de preparar “El Codillo”, tenía bastante interés en que mi mujer, Victoria y Pepe opinasen sobre la calidad del codillo y del establecimiento y una vez más salimos encantado.

Bueno, dando un paseo regresamos al hotel para retirar las maletas de consigna y con un taxi nos fuimos a la Estación de Atocha para regresar.

Queridos amigos Victoria y Pepe, todo ha sido un sueño pero aquí quedan estas reseñas mías para que en el futuro podais recordar los tres días tan bonitos que hemos pasado y al mismo tiempo cuando podais hacer un jequecillo en vuestra vida laboral contad con estos dos amigos para hacernos otra escapadita a cualquier otro lugar de nuestra preciosa geografia.
Un fuerte abrazo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mirando el hotel por interne parece otra cosa a lo que cuentas

Anónimo dijo...

Los datos que doy del hotel no son reales pues mi descripción del viaje está hecha mayormente para los amigos que me acompañaron y ellos comprenden a través de mi ironia y descripciones contrarias a la realidad. No se que es lo que deduces de lo que se ve por internet, si te parece mejor o peor.