EMIGRACIÓN E INMIGRACIÓN

Según nuestro diccionario de La real Academia Española de La lengua, los conceptos de emigración e inmigración, son parecidos, pero totalmente distintos a la hora de analizarlos profundamente.

EMIGRAR: Dejar o abandonar su propio país con ánimo de establecerse en otro tercero. Ausentarse temporalmente del propio país para hacer en otro determinadas faenas. Abandonar la residencia habitual dentro del propio país, en busca de mejores medios de vida.

INMIGRAR: Llegar a otro país para establecerse en él, especialmente con idea de formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas.

Lo que yo siempre he sabido y sentido de lo que es La Emigración, voy a tratar de explicarlo, a mi manera, con ejemplo práctico de mis vivencias en Jimena de la Frontera, allá por los años 1965 a 1970.

Si las cuentas nos cuadran, yo tenía 19 años cuando entré a trabajar con contrato temporal de auxiliar administrativo en el Sindicato Vertical y en la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos que estaba en la calle Héroes de Toledo ( Sevilla) en la primera planta de la vivienda del Maestro Sastre Miguel Cárdenas y justo encima del propio taller de sastrería.

En los pueblos, todo lo que de social o de trabajo se tratase, se resolvía siempre a través de La Organización Sindical o de la “CON” ( como se decía por entonces) ya que el departamento más importante del Sindicato era la Oficina de Colocación ,aunque no se colocaba nadie a través de élla, pero las ofertas de trabajo de Francia, Alemania, Suiza, Holanda y Bélgica se hacían directamente a Madrid ,desde donde se asignaban cupos de emigrantes a las distintas Delegaciones Provinciales Sindicales que a su vez distribuían los cupos a las Delegaciones Comarcales y Locales de los pueblos de nuestra geografía y entre éstos a nuestro querido Jimena de la Frontera.

Recibido el escrito anunciador del cupo de trabajadores necesarios para emigrar por ejemplo a Alemania, ya me tenían ustedes sentado en mi máquina de escribir confeccionando aquellos famosos Bandos que se colocaban en todos los bares de Jimena, San Pablo y Tesorillo. A través de ellos daba a conocer el número exacto de trabajadores que se podían apuntar, los requisitos que debían cumplir para la inscripción, el horario de oficina y el plazo establecido.

Terminado de colocar los bandos, si era hora de oficina, ésta se llenaba de personas queriéndose apuntar todos a la vez, sin tenerse en cuenta las normas que se especificaban, ni los requisitos exigidos y eran muchos los que no me dejaban tranquilo estuviese donde estuviese, pero ese era el tributo que hay que pagar cuando se conoce a todo el mundo y la mayoría en esos momentos todos se sentían amigos míos porque la convivencia en el pueblo era fuerte.

Nadie se daba cuenta de ello, pero me sentaba ante la máquina de escribir a las nueve de la mañana , salia a las dos y a las cuatro ya estaba otra vez rellenando a máquina aquella cantidad de impresos que cada persona precisaba para la inscripción y así sin parar, algunos días hasta las once de la noche y totalmente entregado me iba a mi casa para dormir y continuar al día siguiente. Pero como no se trata de hablar de mi, seguiremos con el tema que nos ocupa.

Todos los que se marchaban, lo hacían por la misma razón y es que había poco trabajo y si lo había era muy mal remunerado y bastante duro, así que con mucha pena se marchaban los que conseguían superar las pruebas ya que tenían que demostrar que sabian leer, escribir, no tener antecedentes penales( había mucha gente que los tenia por causa de sus familiares) y pasar los reconocimientos médicos ( Se hacían dos uno en Cádiz y otro en la frontera de Irún).

Todos los años teníamos la Campaña de la Vendimia Francesa a la que sólo iban trabajadores del campo sobre todo de San Pablo, Tesorillo y algunos de Jimena y ellos solían traerse los datos de los patronos para el año siguiente que yo les escribía las cartas en francés y les enviaban los contratos que se cursaban a través del Sindicato, pero siempre pasaban sus reconocimientos médicos.

Algunos se aventuraron con un visado de turismo por seis meses y si durante este tiempo conseguían un contrato de trabajo con mucha suerte podian continuar en el país elegido, pero fueron muchos los que regresaron sin conseguirlo antes de que se les acabasen los ahorros que llevaban para esta aventura.

Todo fue cambiando y los paises demandantes de mano de obra, precisaban personal especializado, así que el Ministerio de Trabajo en concierto con el Sindicato Vertical, crearon los famosos cursos del P.P.O. y en Jimena se dieron bastantes cursos de Albañilería y Encofradores para los que estuviesen parados y salian con el certificado de oficial de segunda que les permitió a algunos marcharse a distintos paises con una mediana formación mas o menos conseguida, conforme a las habilidades que podian conseguir en seis meses.

Nuestros emigrantes se marchaban para conseguir un mundo mejor y aunque algunos se quedaron para no volver, la mayoría regresó, aunque después de haber visto otras formas de vida, abandonaron el pueblo marchándose a Barcelona, Valencia y otras ciudades con más posibilidades.

En resumen, nuestra emigración fue muy controlada tanto por parte de España como por los paises receptores y yo añadiria que muy digna en todos los sentidos y se aportó lo que en aquellos momentos nos demandaban que era mano de obra , respeto y formalidad. Como es lógico, nuestros trabajadores sufrieron el tener que ocuparse de los menesteres más difíciles y árduos que como paises más desarrollados ya no querían hacer.
Ahora, se han cambiado las tornas y nos toca valorar el concepto de inmigración que no podemos hacerlo echando manos del recuerdo, sino situarnos en el presente y contar todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor.

Por lo visto de forma altruista se ha lanzado el mensaje de que en Europa y más concretamente en España ya” amarramos los perros con longaniza” y los inmigrantes cuando llegan se dan perfectamente cuenta de que “perros” hay muchísimos…pero longaniza apenas si existe.

Yo cuando leo las noticias o veo los informativos de la televisión que muestran tanta muerte de de criaturas en el mar, me da verdaderos escalofrios y la verdad no puedo llegar a comprender que no se le pueda poner freno a estas cosas mediante una buena política de control de las inmigraciones a través de unas verdaderas relaciones diplomáticas.

Por otra parte un porcentaje bastante alto de los inmigrantes que hay en nuestro país, han entrado de forma ilegal y esto está produciéndonos una inseguridad bastante grande como consecuencia de que esta gente tiene que comer y busca su sustento de cualquier forma, si no puede conseguirlo trabajando y todo esto nos está creando verdadero rechazo porque trabajan prácticamente por nada y nuestro paro está aumentando a pasos agigantados porque con dignidad en nuestro propio país no podemos trabajar por lo que muchos empresarios desaprensivos están pagando a estas criaturas que no tienen nada que llevarse a la boca.



Con esta inmigración descontrolada, nos han llegado personas honradas pero entre ellos el número de delincuentes y marginados es bastante considerable y vemos como todo esto aumenta y aumenta sin que los gobiernos pongan remedio alguno.

Nosotros supimos salir de nuestras fronteras de forma controlada y lo hicimos como habia que hacerlo con respeto y dignidad, pero ahora nos ha tocado ocupar el lugar de “sufridores en casa” viendo como somos invadidos paulatinamente sin remisión alguna.

El efecto de la inmigración totalmente descontrolada, lo estamos soportando casi todos en nuestra propia vida cotidiana y se están convirtiendo en mayoria con respecto a nosotros en nuestro propio país y no sólo muchos de ellos no se someten a nuestras leyes, sino que además están aprendiendo a mofarse de nuestro sistema jurídico tradicional y existen unas redes de mafiosos que se dedican a alquilar viviendas y apartamentos en rincones escondidos de la costa (que por cierto no pagan ni un céntimo a sus propietarios) y meten a inmigrantes ilegales a los que explotan sacándoles el dinero que pueden a cambio de promesas de legalización que intentan en nuestro pais con falsificaciones de contratos y otras artimañas. Es curioso, como conocen nuestras leyes, pues recuerdo que un propietario de estos apartamentos, en vista de que llevaba más de un año sin cobrar nada y además pagando la luz y el agua, decidió recurrir a un gabinete de abogados, a través del que se inició el proceso de desáucio y cuanto el sujeto en cuestión se enteró llamó al propietario y le dijo:-- Si me das 1000 euros pactamos el irme de aquí porque has de saber que vuestra justicia me la paso por…… ya que vuestros procedimientos para echarme me permiten el estar otro año más aquí en tu casa metiendo a la gente que me da la gana y ganando dinero con tu apartamento, así que ya lo sables y vete pensando lo que haces. El propietario jamás en su vida ha cometido un delito y tampoco lo va a cometer ahora, así que está soportando día a día los cortes de manga y las burlas diarias del insurrecto hasta que algún día nuestra justicia se de cuenta y persiga a estos malhechores hasta arrojarlos de nuestro suelo patrio. Existen otras formas de engaño montando aparentemente negocios legales que encubren otras cosas y redes especializadas, aparte del poco respeto que la mayoría tienen hacia los demás.
Mi respeto para todos aquellos inmigrantes que con honradez están tratando de hacerse un hueco en nuestro país por la consecución de una vida mejor.

Y sigo pensando lo mismo, si nuestra emigración, no causó estos problemas y se desarrolló con normalidad…..¿ porqué no sucede ahora lo mismo….? Y se establecen los causes rígidos para que los que hayan de venir lo hagan con un contrato debajo del brazo como lo hicieron los nuestros hace unos 45 años y con una referencia de antecedentes bastante aceptable.

Como veis esta reflexión de hoy está cargada de emotividad y esperanza de que algún día se puedan resolver los problemas de esta invasión paulatina que estamos soportando y aparezcan otra vez Los Reyes Católicos para finalizarla por segunda vez.