ALVIN Y LAS ARDILLAS

UNA TARDE DE CINE CON NUESTROS AMIGOS DE JIMENA DE LA FRONTERA.

Ni a soñar que me hubiese echado, que iba yo a pensar que a las 18,30 horas de la tarde me encontraría sentado en una de las confortables butacas del Cine Cité de Palmones, con el paquete de “palomitas” y el vaso de Cocacola, viendo esta preciosa película de infantiles.

Al ser Miércoles, es el DIA de descanso de nuestros amigos Victoria y Pepe por lo que el Restaurante la Tasca permanece cerrado para el descanso semanal de los que trabajan ( Yeya y yo ya estamos jubilados), así que nos visitaron sobre las 16,00 horas de la tarde y mientras nos tomábamos nuestro cafelito, hablando sobre las noticias de Tiojimeno y su puesta a punto en la modernidad, nos comentaron que iban a ir al cine con Victor-David a ver la película de “Alvin y las ardillas”.

Hacía un instante que la profesora de música de Carlos nos había llamado e informado de que esta tarde no podría darle su clase de piano por no encontrarse bien de salud, así que tras conseguir la autorización de mi hija, recogimos al nieto y nos sumamos a la comitiva del cine-infantil.

Hacía tiempo que no me convertía en niño dentro de la sala de un cine, pero esta tarde lo he conseguido, en primer lugar viendo como disfrutaban Carlos y Victor-David y en segundo lugar por las sensaciones experimentadas por mi mismo y creo sin temor de equivocarme que a todos los mayores nos ocurrió lo mismo ya que Pepe, que estaba a mi lado, sólo sabía decir ¡ Que bonita es la película…!.

Como no se trata de contar lo que vimos, sólo diré que los mayores sacamos la conclusión de que no se puede sobre-explotar a los trabajadores y que éstos rinden mucho más, si se les trata como miembros de nuestra propia familia. Para animar a los que tienen nietos e hijos pequeños, les puedo decir que la película irradia ternura por todas partes y mantiene la atención de los pequeños y mayores en todo momento.

En el “Cambrinus” de la sala exterior, tomamos unos montaditos variados y unas tapitas de ensaladilla rusa que nos permitió volver rápidamente al apartamento para dormir pronto a los niños ya que mañana tienen colegio como es natural, no sin antes entrar en la tienda de deportes y comprarnos unas gorras orejeras por si en estos días aprieta mucho el frio.

Un abrazo Currini