Aquí en Torreguadiaro, en esta época veraniega, se apetece madrugar y no era yo sólo el que paseaba por la playa recibiendo el frescor de la brisa marinera, que hasta me he encontrado con dos jimenatos-tesorilleros que ya venían de regreso como Mª Angeles y Paco Lozano.
No es habitual… pero hoy me he llevado mi cámara fotográfica con la idea de fotografiar otra vez el mar y sus encantos….pero… se me ha ido el santo al cielo y mi mente ha caminado por otros “derroteros” sin poder evitarlo.
Cuando yo era un chaval, me encantaba pescar y mis primeras veces … lo hice … correteando como un perrito “maneto” detrás de mi hermano José, José Sánchez el Barbero y Salvador Cava que me llevaban por detrás de la Peña Gorda…. El Molino Felipe y la Barca de Diego Montero.
Aquello era una auténtica “gozada”….con tanta agua por todas partes y la espuma ruidosa que se agolpaba en las “zuas” … donde echábamos nuestras cañas con el cebo de lombriz de tierra ó chicharras verdes de los cardos.
Éramos muchos los jóvenes que sentíamos la necesidad de irnos los sábados y domingos a pescar en nuestros rios, para lo que comprábamos en casa de Pedro Núñez aquellos “arreos” que venían liados en un corcho.. con muy poca “tanza” y mucha guita, pero en realidad buscábamos el disfrutar de los encantos de nuestros rios y de nuestros paisajes maravillosos.
Recuerdo que había bastante afición a la pesca en la gente mayor, entre otras cosas, porque los barbos y las anguilas estaban exquisitas fritas con aquel “adobo Jimenato” que nunca he podido probar después.
Los había casi profesionales como José Sánchez el Barbero, mi hermano José, José Sarrias,Salvador Cava, Salvador Corbacho, Antonio Puchán, Antonio Muñoz Luengo… que utilizaban siempre la caña como elemento de captura.
También se capturaban los picones ó barbos con “cañales” que se ponian en las chorreras de nuestros rios y aquí tuvimos un especialista durante algún tiempo que era familia de “Los Espereños” y también los Serranos y “El Buzo”, además de un “cirquero” que se nos quedó hasta que los peces dejaron de abundar.
Sigo caminando por la playa de Torreguadiaro y hago una foto a una barca que anoche se depositó en nuestra “ensenada” y ahora recibe las caricias de las olas porque está presta a navegar y ser el instrumento principal de pesca para un jimenato.
Pocos antecedentes hay de Jimenatos que les gustase la pesca en el mar y que la hayan practicado con frecuencia, pero echando mano de mi memoria, no puedo dejar de recordar a José Maria Gómez el de Los Huérfanos, de la Estación y a su hijo que tenian hace muchos años un apartamento aquí en “Solmar” y con su pequeño bote y motor “fuera borda” daban largos paseos y gustaban de pescar besugos y lo típico de esta parte del mar.
Más reciente, hemos tenido a unos grandes navegantes y una sociedad marítima pesquera jimenata formada por Cristóbal de la Torre, Lorenzo y Francisco Javier Trillo que con audacia han pescado muchas veces( eso quisieran ellos) y conseguidos algunas capturas hasta que han decidido dedicarse a otro tipo de actividad deportiva.
Ahora la fiebre de la pesca en el mar ha tomado auge en Jimena y los hay que han conseguido una pequeña barca con su motor fuera borda y sueñan con inundar el pueblo de pescado fresco todos los dias de vacaciones veraniegas y los fines de semana durante el resto del año. No digo el nombre del audaz y nuevo pescador jimenato, para que lo adivineis porque se trata de un joven activo, alegre, deportista, sin complejos ante la inmensidad del mar, motero, cazador, carnavalero e intrépido navegante.
Bueno…. Mis reflexiones playeras… me han llevado hasta aquí…Jimena, la pesca y el mar.
Un abrazo.
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