Este refrán lo llevamos oyendo toda la vida y la verdad que nunca me había parado a pensar sobre su posible procedencia. Mira por donde cuando voy a pelarme, me tropiezo con una revista de historia de las que a mi me encantan leer despacio, cuando de pasar el tiempo se trata.
Es un famoso refrán muy repetido cuya invención se atribuye a Don Álvaro de Luna, el que fuera uno de los hombres más influyentes de la España del siglo XV y privado del rey Juan II de Castilla.
Entre las muchas cosas que se cuentan, dícese que, en cierta ocasión, el célebre condestable de Castilla don Álvaro de Luna, encontrándose de caza, acompañado de varios nobles, hubo de fijar su atención en un pobre hombre falto de vista, pues en lugar de los ojos presentaba dos horribles cicatrices que habían desfigurado por completo su rostro.
--¿ Has estado en alguna guerra? – preguntó don Álvaro al viejo.
--Señor, mis heridas no las recibí en combate alguno, me las hizo un desagradecido…
--Que miserable!...- exclamó el de Luna- ¿ Y quien fue el mal nacido?
--Tres años ha, criaba yo un cuervo que había recogido pequeñito en el monte, y le traté con mucho cariño; poco a poco fue haciéndose grande, grande… Un día que le daba de comer saltó a mis ojos, y por muy pronto que me quise defender fue inútil: Quedé ciego.
Don Álvaro socorrió largamente a aquel desdichado y con amarga ironía dijo a sus compañeros de caza: Ya habéis oído, caballeros: criad cuervos para que luego os saquen los ojos”.
Hay historiadores que no creen sobre la certeza procedencia de este dicho, pero no aparecen pruebas ni a favor ni en contra. Así que tal expresión popular o refrán puede tener su origen en el siglo XV y estar involucrado un personaje tan emblemático como lo fue Álvaro de Luna.
--¡ El número seis ¡-- ¡Si soy yo..! - ¿ como quiere Vd. el pelado?
--clásico, como siempre y… señorita le pone el número tres a la máquina y después a tijera el resto.
Vengo recien peladito y espero que lo leido os haya parecido bien pues mientras se hace tiempo en estos sitios no se puede hacer otra cosa.
Un abrazo.
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