Richard Widmark, al igual que Charlton Heston, era uno de mis actores favoritos. Sus buenas interpretaciones en el cine nos hicieron crecer en aquellos ideales de ejemplo y corage de muchas de sus películas, de forma independiente a como pudieron ser sus vidas personales que nunca me interesaron demasiado. Dejo una pequeña referencia sobre lo que fueron pues ya forman parte de la historia del cine.
Richard Widmark creció en la localidad de Princeton, Illinois. A causa de la profesión de su padre, representante comercial, el joven Richard residió en diferentes poblaciones durante su infancia y adolescencia. Finalmente, acudió a la Universidad de Lake Forest, donde estudiaría interpretación. Debutó en la radio, en 1938, en el serial Aunt Jenny's Real Life Stories. Empezó a trabajar en Broadway, en el año 1943, con la obra Kiss and Tell. Fue declarado incapacitado durante la II Guerra Mundial, debido a una perforación de tímpano.
Su magnífica interpretación en esta obra de teatro fue muy apreciada por el director Henry Hathaway, quien contó con él para hacerlo debutar en el cine con El beso de la muerte, en 1947. Widmarck hacía el papel del gángster asesino Tommy Udo. La escena que pasará a la historia de esta película es aquella en que Udo empuja a una anciana en una silla de ruedas (papel interpretado por Mildred Dunnock) escaleras abajo. El beso de la muerte fue un éxito rotundo y Widmark se convirtió en una estrella de la noche a la mañana. De esta manera, el actor conseguiría un contrato de siete años con la 20th Century Fox. Además ganó el premio al mejor actor revelación de los Globos de Oro, y fue nominado a los Oscar al mejor actor secundario.
Richard Widmark fue un actor de culto que interpretó sólidamente personajes duros, estructurados y monolíticos y además sobre-exigidos pero que en algún momento deja entrever un tenue trasfondo de humanidad.
Durante la década de los 40 y de los 50, Widmark intervino en muchas producciones. Entre sus mejores títulos, destacan Noche en la ciudad (1950), de Jules Dassin; Un rayo de luz (1950), de Joseph L. Mankiewicz; Pánico en las calles (1951), de Elia Kazan; Lanza rota (1954), de Edward Dmytryk; La tela de araña (1955), de Vincente Minnelli; La ley del talión (1956), de Delmer Daves; o Desafío en la ciudad muerta (1958), de John Sturges.
En la década de los 60 protagonizaría algunos de sus títulos más conocidos, como El Álamo (1960), de John Wayne; Vencedores o vencidos (1961), de Stanley Kramer; Dos cabalgan juntos (1961), de John Ford o Brigada homicida (1968), film dirigido por Don Siegel. Precisamente el personaje de esta última película, el detective Madigan, también triunfaría en la televisión durante los años 70. Uno de los film más destacables es el El Incidente Bedford (1965) donde protagoniza junto Sidney Poitier un film bélico de intensa tensión emocional.
Widmark estuvo casado con su primera mujer, Jean Hazlewood, escritora, desde 1942 hasta la muerte de ella, ocurrida el 2 de marzo de 1997. En septiembre de 1999, Widmark se casaría con Susan Blanchard. Widmark vivía desde entonces retirado de las pantallas, en Roxbury, Connecticut.
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