Érase una vez un poste colocado en una esquina de una bonita calle en un pueblo gaditano. El poste seguramente, previo los permisos oportunos, lo debió colocar la Compañía Telefónica Nacional de España( siempre fue así) para hacer esa obra de arte con los cableados por todas partes.
El poste presume ante todo el mundo que lo mira, porque tiene dos finalidades muy importantes; La primera la de aguantar " los feísimos rebujones" de cables y la segunda es la de soportar el peso de la cornisa de la vivienda, posiblemente para que no se caiga...
Toda fábula tiene su moraleja:
NO TE FÍES NI DE TELEFÓNICA NI DE SEVILLANA
TE COLOCARÁN EL POSTE.......
DONDE LES DÉ LA REAL GANA.
Lo que no saben los vecinos es que si hay un dormitorio cerca, las ondas electromagnéticas pueden afectar a la salud de los habitantes.
Sañudos.
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