miércoles, abril 30, 2008
LOS MENDIGOS DE LA NOCHE
Cuando salimos de vacaciones, solamente pensamos en enriquecernos con la observación y contemplación de todo lo maravilloso que bajo el concepto de turístico se nos ofrece y así rápidamente captamos los mensajes, comenzando a utilizar los "Bus Turísticos", "tranvias" y aquellas ofertas más interesantes que en los hoteles se nos dan.
Estamos tan inmersos en aprovechar todo lo que se nos ofrece como festivales, buenos restaurantes con gastronomía exquisita, museos, bellos palacios, jardines y bellos paisajes que, apenas si miramos a nuestro alrededor para darnos cuenta de que la vida es la misma de siempre.
En este pequeño viaje que hemos hecho a Lisboa, realmente lo he disfrutado a tope junto a los amigos que nos han acompañado, ya que Lisboa como ciudad,
ha dejado de tener menos secretos para mi y, con los ojos cerrados puedo situarme perfectamente en la Plaza del Rossio para recorrer a pie el barrio típico de las cenas y los fados( Barrio Alto) con sus calles estrechas y edificios antiguos, donde aún se cuelga la ropa a secar en los balcones y parte de su existencia se refleja en las fachadas mugrientas y desprovistas de pintura. Cuando sales de allí comentando lo típico del barrio, como por arte de magia, caes en el "Chiado" donde un mundo totalmente distinto aparece ante tus ojos y aquí tenemos los buenos comercios donde se ofrece la ropa de marcas de garantía a precios elevados, los buenos restaurantes y las cafeterias típicas brasilerias donde el café no cuesta 0,80 céntimos de euros como aquí en España.
La Plaza del Comercio, está bastante cerca y aunque hoy está considerada como una gran estación de autobuses y tranvias , los viejos edificios delatan la importancia que en otro tiempo tuvo en el área comercial maritima y de ahí los rótulos de los grandes bancos y fábricas de productos de ultramar.
En nuestro recorrido turístico no podiamos dejar de ir a la Torre de Belén, El Palacio de los Descubrimientos, El Museo del Combatiente , La Iglesia de Los Jerónimos y el Museo del Mar para después continuar por los grandes edificios de la Expo, la Zona Portuaria y El Aeropuerto.
Resultó bonito subir al Castillo de San Jorge con sus grandes cañones colocados en las almenas de las torres, las numerosas salas interiores y las panorámicas tan espectaculares de la ciudad de Lisboa casi al completo y bajar por las calles pendientes y llenas de encanto de una ciudad cosmopolita cuyos aromas de alegria y tristeteza te entra por los poros sin poder remediarlo.
Sus restaurantes sin estruendos de mesas con manteleria fina ni vajillas de fina loza pero con sencillez de mesas con los manteles de papel cogidos con clips de pintores sobre los que primero te ponen esos entrantes de mantequilla, queso y paté de sardinas para continuar con las calderetas de pescado, arroz, o las múltiples variedades de su bacalao ( gelao, a brass, a na brass) que se remata con un buen café y para el que puede lo complementa con el famoso "licor de Beirao".
Al estar muy cerca la ciudad de Cascais, decidimos visitar la playa y hacer un pequeño recorrido a pié por su pequeño litoral y después cogimos el coche para ver la famosa "Boca del Infierno" y sus acantilados donde el mar ruge con fuerza al chocar con las rocas.
El Hotel Mundial(podeis verlo en internet),está situado practicamente en el centro de Lisboa en La Plaza Martín Moniz, resulta muy elegante y limpio con atenciones extremas de todos sus empleados que siendo portugueses nos entendian a la perfección. En este hotel hacen gala de un menú especial con música incluida en la 6ª planta del edificio desde donde dicen se divisan vistas panorámicas muy bonitas pero al no entrar en nuestros cálculos, lo cambiamos por una noche de cena con fados en el Barrio Alto de la ciudad.
El Viernes decidimos coger nuestro coche e irnos a Sintra donde llegamos sin ningún contratiempo para visitar el Castillo da Pena, situado en plena montaña al que se accede en una especie de autobús camuflado de tranvia. Las fotos que hemos conseguido son estupendas ya que el castillo te hace retroceder con la imaginación a los tiempos de blancanieves y los enanitos. Después el pueblo de Sintra tiene un atractivo turístico enorme por sus jardines, palacios y museos donde sus restaurantes hacen el Agosto hasta en este mes de Abril en que lo hemos visitado con sus tipicos pescados frescos y las especialidades de bacalao y carnes a la parrilla.
El sábado teniamos concertada una excursión para todo el dia a Nazaret, Carcovacha y Fátima, donde nuestra guia hizo sus demostraciones de conocimientos de lo que veiamos en varios idiomas con una gran veterania y amabilidad.
Todas las noches saliamos a cenar por distintos lugares de la ciudad de Lisboa y al regresar al hotel pudimos ver lo que yo he llamado "Los Mendigos de la Noche", en realidad personas silenciosas que arrastraban sus pies y su silencio para permanecer parados en papeleras y tiestos de basura de donde comian y te miraban con ojos escarrapetados sin fondo donde poder leer algo positivo de su existencia. Otra variedad de estos mendigos eran mujeres que permanecian de pie en los portales de las casas esperando que alguien se les acercase para vender su cuerpo al mejor postor y así permanecian aguantando el frio de la noche de forma impasible.
No pasó ni una noche que no comentáramos con tristeza lo duro que tiene que ser la vida para estas personas que han elegido el camino más duro de agotar la existencia y que a nosotros nos hace sentirnos culpable de algo que no tiene solución o al menos no parece tenerla.
Paradoja de la vida que nos hace reflexionar, cuando en realidad hemos ido a tratar de evadirnos durante unos dias de nuestro aburrido y monótono vivir, para darnos cuenta de que allí donde está el turismo y la diversión, tambien está la tristeza y la mendicidad de personas que tienen nuestros mismos derechos a disfrutar de lo que les rodea y la vida misma se lo prohibe sin saberse porqué.
Sin intención de olvidarme de esta parte momentánea y triste del viaje, quiero deciros que no soy distinto a los demás, ni los que me acompañaban tampoco, por eso continuamos nuestro viaje con un pequeñito rescoldo de compasión en nuestro corazón y una vez conseguido el objetivo de conocer a fondo la ciudad de Lisboa, Alcovaxa, Nazaré, Sintra y Fátima, decidimos que era el momento de regresar a nuestros hogares conociento un poco del Algarve Portugués y como veníamos de camino pensé que lo mejor sería pasarnos por Lago y acercarnos a "Punta da Piedade" para contemplar lo que la naturaleza y el mar se han encargado de hacer excavando rocas y mostrando grutas y cavernas preciosas imposibles de describir con palabras pero que en cuanto mi ordenador lo permita mostraré las fotos para que podais compartir la belleza del mar en esta zona portuguesa.
Como el tiempo del trayecto para el regreso estaba mas o menos calculado, pasamos por Ayamonte donde pudimos comer a base de "pescaito" junto al paseo maritimo y tras el cafelito de rigor continuamos nuestro caminar en mi carro hasta que en "La Palmosa" pudimos descansar otra vez, comprar un par de quesos del "Gazul"( recomendaciónde mi amiga Mariela) y una gran telera de pan para las "Tostás" de los próximos dias venideros.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Publicar un comentario