Esta es una remesa de fotos de mi amigo Juan Manuel que tenía yo aquí guardadas y después de contemplarlas durante algún tiempo considero que deben ser expuestas porque no todos los días se tiene la suerte de ver estos montes.
En cuanto vaya a Jimena haré el ingreso en la cuenta de la Asociación porque me han dado el "pistoletazo" de salida oficialmente varios miembros y cuando comience la nueva temporada de senderismo haré mis "pinitos" con mi palo y mi mochila, como diría mi amigo el Niño de las Torres..... Con mi palo y sin mochila, comencé a conocer esos montes de Dios detrás del burro que tenía mi abuelo señó Manué y llegábamos hasta "Jota" y me traia los encargos de las cañas indias para los amigos, eso no dejaba ni un real pero estábamos contentos de poder traerlas con lo molesto que era aquello.
El olor a monte se te mete en la sangre y ya no se te va del cuerpo nunca más, porque es una mezcla de "acebuches", "lentisquina", "tierra quemada de los hornos", "polvo del camino", "trozos de corcho" mezclados con el sudor que produce el andar y el Sol asentado en tu cabeza.
Levantar la vista y ver las "lastras" de piedra entre chaparros y matorrales es lo mejor que puedes hacer en los claros de los montes y cuando te sientas en la gran piedra y te limpias el sudor, sabes que estás vivo y que perteneces a la propia Naturaleza que te acoge en su manto eterno.
Juan Manuel, hay que ver las cosas que cuentas y lo grandes que eres cuando andas entre retamas y piedras de la montaña.
Un abrazo.
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