Medio Ambiente advierte sobre los peligros para la producción de miel y aporta claves para la identificación de esta especie
La llegada de una nueva especie exótica inquieta a la Consejería andaluza de Medio Ambiente. ¿Por tierra, mar o aire? Procedente del sudeste asiático, la localización en el norte de España del avispón asiático ha activado la alerta medioambiental. En tan sólo cuatro años, esta especie ha invadido 120.000 kilómetros cuadrados en el sur de Francia y, recientemente, ha entrado en España por el País Vasco y Navarra.
Ante estas circunstancia, la Junta ha puesto en marcha un protocolo de prevención para intentar evitar la colonización de la comunidad por parte de una especie que ha demostrado una rápida expansión.
El temor a la llegada del avispón asiático se explica en términos ecológicos, económicos y sociales. Si bien esta avispa se alimenta de abejas como el resto de las avispas, esta especie resulta más agresiva y depredadora. Las abejas oriundas de la misma región que el avispón asiático han desarrollado mecanismos de defensa frente a su ataque, pero las abejas melíferas europeas no cuentan con una estrategia de defensa eficaz. Así, un pequeño bando de avispas asiáticas puede acabar con gran parte de una colmena en poco tiempo. En Andalucía hay 527.885 colmenas, casi 148.000 en montes públicos. El valor anual de la producción de miel, cera y polen se estima en algo más de 61 millones de euros.
Los apicultores de la comunidad ya han recibido las claves para detectar la presencia de este insecto. De igual forma, Medio Ambiente extiende este llamamiento a la población para que permanezca alerta y comunique rápidamente a la Administración y a las asociaciones del sector cualquier posible avistamiento, a fin de poner en marcha los mecanismos oportunos para frenar su avance.
No será fácil, porque existe una especie autóctona europea muy parecida. La especie asiática se distingue de la europea porque tiene el tórax y el abdomen completamente negros, a excepción del cuarto segmento que es de color amarillo. El tamaño de sus ejemplares es de unos 3 centímetros aproximadamente, aunque la reina alcanza entre 3,5 y 4 centímetros. En cuanto a sus nidos, la especie construye estructuras de grandes dimensiones que cuelgan de árboles, tejados de casas o naves y que albergan unas 1.500 avispas obreras.
El impacto por el momento se mide en términos económicos, ya que en principio no entraña peligro para la población. En Francia no se ha registrado un incremento de la incidencia de picaduras.
Las abejas autóctonas juegan un papel importante en la polinización de especies silvestres y de cultivos, por lo que la entrada en Andalucía de la avispa asiática puede causar graves daños en el medio natural y mermar la producción de miel en numerosas zonas rurales de Andalucía. Hay explotaciones apícolas en 488 de los 776 municipios andaluces. Preocupa además que por el clima, esta especie tenga una fácil adaptación.
La avispa asiática comparte con todas las especies exóticas invasoras una elevada peligrosidad ecológica. Según fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, el presupuesto dedicado a la prevención y erradicación en su caso de estas intrusas ascendió a 6 millones de euros entre 2001 y 2010.
El medio acuático es el más poblado de especies invasoras. Entre las actuaciones destacadas por Medio Ambiente figuran la erradicación de la carpa en Cádiz, de galápagos en Huelva, del cangrejo chino en el puerto de Sevilla y otras especies de cangrejos como el señal o el rojo.
El desplazamiento en buques mercantiles suele ser la manera más frecuente en la que estas especies exóticas llega a otro ecosistema y altera las condiciones de las poblaciones autóctonas, e incluso en ocasiones origina su desaparición.
Uno de los casos que preocupa en Medio Ambiente es el del mejillón cebra, cuya propagación causó graves daños en el río Ebro. En Andalucía, las mismas fuentes de la Administración apuntaron que se ha detectado en el pantano de Iznájar, en Córdoba. Este embalse acumula la mayor reserva de agua de Andalucía. El problema que presenta este especie es su expansión. Una colonia de mejillón cebra puede fácilmente obstruir las conducciones o los compartimentos de un embalse, por lo que Medio Ambiente trabaja en su erradicación.
La llegada de una nueva especie exótica inquieta a la Consejería andaluza de Medio Ambiente. ¿Por tierra, mar o aire? Procedente del sudeste asiático, la localización en el norte de España del avispón asiático ha activado la alerta medioambiental. En tan sólo cuatro años, esta especie ha invadido 120.000 kilómetros cuadrados en el sur de Francia y, recientemente, ha entrado en España por el País Vasco y Navarra.
Ante estas circunstancia, la Junta ha puesto en marcha un protocolo de prevención para intentar evitar la colonización de la comunidad por parte de una especie que ha demostrado una rápida expansión.
El temor a la llegada del avispón asiático se explica en términos ecológicos, económicos y sociales. Si bien esta avispa se alimenta de abejas como el resto de las avispas, esta especie resulta más agresiva y depredadora. Las abejas oriundas de la misma región que el avispón asiático han desarrollado mecanismos de defensa frente a su ataque, pero las abejas melíferas europeas no cuentan con una estrategia de defensa eficaz. Así, un pequeño bando de avispas asiáticas puede acabar con gran parte de una colmena en poco tiempo. En Andalucía hay 527.885 colmenas, casi 148.000 en montes públicos. El valor anual de la producción de miel, cera y polen se estima en algo más de 61 millones de euros.
Los apicultores de la comunidad ya han recibido las claves para detectar la presencia de este insecto. De igual forma, Medio Ambiente extiende este llamamiento a la población para que permanezca alerta y comunique rápidamente a la Administración y a las asociaciones del sector cualquier posible avistamiento, a fin de poner en marcha los mecanismos oportunos para frenar su avance.
No será fácil, porque existe una especie autóctona europea muy parecida. La especie asiática se distingue de la europea porque tiene el tórax y el abdomen completamente negros, a excepción del cuarto segmento que es de color amarillo. El tamaño de sus ejemplares es de unos 3 centímetros aproximadamente, aunque la reina alcanza entre 3,5 y 4 centímetros. En cuanto a sus nidos, la especie construye estructuras de grandes dimensiones que cuelgan de árboles, tejados de casas o naves y que albergan unas 1.500 avispas obreras.
El impacto por el momento se mide en términos económicos, ya que en principio no entraña peligro para la población. En Francia no se ha registrado un incremento de la incidencia de picaduras.
Las abejas autóctonas juegan un papel importante en la polinización de especies silvestres y de cultivos, por lo que la entrada en Andalucía de la avispa asiática puede causar graves daños en el medio natural y mermar la producción de miel en numerosas zonas rurales de Andalucía. Hay explotaciones apícolas en 488 de los 776 municipios andaluces. Preocupa además que por el clima, esta especie tenga una fácil adaptación.
La avispa asiática comparte con todas las especies exóticas invasoras una elevada peligrosidad ecológica. Según fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, el presupuesto dedicado a la prevención y erradicación en su caso de estas intrusas ascendió a 6 millones de euros entre 2001 y 2010.
El medio acuático es el más poblado de especies invasoras. Entre las actuaciones destacadas por Medio Ambiente figuran la erradicación de la carpa en Cádiz, de galápagos en Huelva, del cangrejo chino en el puerto de Sevilla y otras especies de cangrejos como el señal o el rojo.
El desplazamiento en buques mercantiles suele ser la manera más frecuente en la que estas especies exóticas llega a otro ecosistema y altera las condiciones de las poblaciones autóctonas, e incluso en ocasiones origina su desaparición.
Uno de los casos que preocupa en Medio Ambiente es el del mejillón cebra, cuya propagación causó graves daños en el río Ebro. En Andalucía, las mismas fuentes de la Administración apuntaron que se ha detectado en el pantano de Iznájar, en Córdoba. Este embalse acumula la mayor reserva de agua de Andalucía. El problema que presenta este especie es su expansión. Una colonia de mejillón cebra puede fácilmente obstruir las conducciones o los compartimentos de un embalse, por lo que Medio Ambiente trabaja en su erradicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario