Si nos damos un paseo por las veredas y encrucijadas de nuestro amigo Google, encontraremos todos los datos necesarios para escribir de una forma perfecta todo lo referente al Festival de Eurovisión.
Hoy prefiero dejar los datos reales a un lado y utilizar la memoria para hablar un poco de lo que para mí y para los de mi edad representaba este festival que aunque no lo creáis resultó ser bastante importante en nuestra forma de ver la televisión de entonces.
Antes no se concebía el ver una película en el cine sin que antes, Don José Capote y Gonzalo Saavedra nos echasen primero el “ traile”, después el NODO y detrás la película en cuestión con sus constantes cortes y apagones de luz.
Estábamos acostumbrados a que se nos quedasen los pies helados, que el Piki, El Guardia, Quiñones, Goíno o Pichán te diesen con el canasto de los higos de Lepe, caramelos o avellanas en la cabeza. Si estábamos en el cine de verano, todo era lo mismo y aunque no se nos quedaban los pies helados, sucedía que de vez en cuando nos picaban las avispas que hábilmente hacían sus avisperos debajo de los asientos de las sillas y al mismo tiempo que veíamos la película oíamos aquel ¡toc, toc, toc, toc,! De los motores de riego de José Luque sacando agua de la Tosca.
En realidad, suponía para nosotros una verdadera “gozada” el poder sacar la entrada y ocupar un asiento en aquellos cines de nuestro pueblo, escuchando aquellas canciones que se oían por los altavoces antes de comenzar la película...- ¡Adiós, señor buen dia, adiós que lo pase bien… recuerdos a la familia y al llegar escríbeme…! , el emigrante de Valderrama, Cocinero de Antonio Molina, Cocidito Madrileño de Pepe Blanco y muchas más.
En ese ambiente nos desenvolvíamos cuando Crédito Castilla comenzó a traer los primeros televisores en blanco y negro( Thomson, Philips, General Eléctrica, Telefunke, etc) que se instalaron en los principales bares del pueblo.
Al principio estos establecimientos eran los únicos que tenían aquellos grandes o medianos aparatos con sus estabilizadores de corriente y aquellas mesas especiales que vendían junto con el televisor. Cuando llegaron los primeros televisores a Jimena ya algunos teníamos unos 15 ó 16 años e íbamos a ver la tele por las noches sobre todo al hombre del tiempo, los informativos y aquellas cartas de ajustes cuyo formato fueron cambiando poco a poco.
Cuando había programas especiales en la tele de los “rayones” y los “chasquidos” los bares se llenaban a tope y cuando llegaba el día del festival de Eurovisión, teníamos que ir un rato antes para coger sitio y esto de ir antes tenía su lado negativo porque nada más sentarte ya estaba allí el camarero con la bandeja debajo del brazo y diciendo que teníamos que consumir para ver la televisión.
Unos cartelitos puestos en lugares visibles anunciaban que para ver el festival no se podía estar allí sin consumir. A nuestra pandilla de amigos nos encantaba verlo unas veces en lo de Frasquito Vargas y otras en Casa de Ernesto Cuenca. En este último en cuanto te llevabas media hora con el té con aguardiente solamente ya estaban Frasquito López ó Ignacio Trujillo mirándonos con insistencia hasta que por apuro pedíamos el cubata , quiero recordar que una vez nos “calentamos el piquito” con los cubatitas y por poco nos echan y nos quedamos sin ver el festival.
La gente no se callaba y dos años seguidos que ganó España ( Massiel y Salomé) no había quien nos aguantase con los comentarios. Tenía su aliciente especial porque ya nos sabíamos las canciones de memoria dado que muchas eran bailables en Los Tres Saltos como podíamos.
Han transcurrido ya un montón de años, se ha incorporado jun “montonazo” de países nuevos, hay canciones que no tienen calidad ninguna y la verdad que a veces ni estamos pendientes, pasando el festival sin pena ni gloria por nuestros modernos televisores en color y ahora de en algunos de plasma que yo todavía no tengo.
Aunque lo mío ahora es La Copla, procuraremos en el próximo mes de mayo, ver el festival y hacer más memoria sobre como nos lo pasábamos en nuestros bares con nuestros televisores antiguos y nuestros camareros demandando más consumiciones.
La verdad que la extremeña Soraya ( no Poyeya) es una luchadora y para mí que tiene posibilidades de sacar un buen puesto en el concurso euro visivo con su canción Amante de la Luna.
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